La mujer de la tercera edad caminaba apoyada de un bastón rumbo a otro lugar del centro de Toluca para obtener una mejor remuneración, cuando un chofer del transporte público de la línea Urbana la atropelló y la mató.
Por Crhistian de Jesús
Toluca, Estado de México, 28 de septiembre (A Fondo Edomex).– Todos los días Juanita llegaba desde muy temprano a la iglesia del Carmen, en Toluca, Estado de México, pero no para asistir a misa, era obligada a pedir limosnas. Después de horas de trabajo una camioneta pasaba a recogerla, al intentar cruzar la calle murió tras ser atropellada por una camión de pasajeros.
En los últimos años su vida fue la misma, la mujer de más de 80 años era dejada en la entrada de la capilla en el centro histórico de Toluca, ahí tenía que pedir unas monedas después de la oración de siete de la mañana para luego colocarse en otros puntos cercanos.
“La Abuelita”, como también era conocida en la zona, había tomado un atole y comido el tamal que una vendedora que la conocía le regalaba a diario debido a su condición de vulnerabilidad y al verla afuera del templo ubicado en la avenida Santos Degollado, a espaldas de Palacio de Gobierno.
La mujer caminaba apoyada de un bastón rumbo a otro lugar del centro de la ciudad para obtener una mejor remuneración, cuando un chofer del transporte público de la línea Urbana la atropelló.
Ahí murió al instante, paramédico diagnosticaron traumatismo craneoencefálico severo, el responsable descendió del vehículo y escapó.
“Era muy reservada y cuidadosa con las preguntas que respondía, todos la conocíamos e incluso le daban comida. Por las mañana llegaba y se quedaba paradita, tenía un ojo mal, ya estaba muy jorobadita”, narró el padre que acudió al lugar del accidente al enterarse de la noticia.
Comerciantes ambulantes narraron en el sitio que diariamente observaban cómo la mujer llegaba a bordo de un coche y unos individuos la bajaban, sabían que eran obligada a mendigar, pero por miedo o para evitar problemas no denunciaron.
El cuerpo de la mujer fue levantado por los peritos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México ante la mirada de decenas de personas, algunos decían conocerla, pero nadie pudo dar información sobre sus familiares.
