Tomás Calvillo Unna

La oración desnuda del silencio

"Imaginar la bisagra de la prosperidad de esa inmensa región de medio oriente y Asia, donde Israel, Irán, Arabia Saudita, Qatar, Emiratos, Palestina, Egipto y demás se articulen, redundaría en un equilibrio global que enriquecería y fortalecería a la comunidad internacional."

Tomás Calvillo Unna

25/06/2025 - 12:04 am

“El paisaje, su certeza” Pintura: Tomás Calvillo Unna

I

Y olvidamos
que somos invitados.
No somos propietarios de nada.

El capital del tiempo,
lo único que tenemos,
no nos pertenece;
ni siquiera
un centavo de segundo.

Este olvido
es la raíz del dolor
y de la fantasía que nos aliena.

II

El don de la vida
es un presente atemporal,
y lo extraviamos.

La riqueza de cada quien, al saberse,
es invaluable;
hombre y mujer:
el esplendor
de la presencia humana
en su linaje.

III

La herencia de su estirpe
en la inmensidad de la naturaleza:
la esencia del misterio
que acoge la creación.

La misma
que horadamos una y otra vez,
hasta normalizar la locura
de la expoliación cotidiana del entorno.

Esta casa de todos
nombrada vida,
pierde
su código postal del universo:
sonámbulos
divagamos entre bambalinas
en un escenario que desconocemos.

IV

Que olvido el nuestro.
¿Cuándo inició esta prolongada amnesia?
¿Cuándo se apoderó la brutalidad de la soberbia
y su enmascarada normalidad?;
esa epidemia
que nos enceguece
al no reconocer
el fundamento de la presencia.

El infame orgullo de creernos dueños;
propietarios de la semilla,
nombrada vida.

V

Extraviamos el asombro
del origen:
y el don que nos permite advertir
que somos huéspedes
en la mansión de la existencia;
y aun así
pretendemos apropiarnos
de aquello que no es nuestro;
es esta elección del conocimiento,
su actitud,
la que diseñó el laberinto que habitamos:
sus altos muros
de lo inalcanzable.

VI

Tal vez, si al menos
se pudiera escuchar
el eco
del big bang,
su resonancia
en la piel desnuda del alma,
en los poros del ser,
en la pausada respiración
de la bienvenida y el adiós…

Rendija

1)El autismo de todo régimen autoritario que no ve y no escucha la guerra que se avecina de adentro hacia afuera, se convierte tarde o temprano en una tragedia social para su nación. Lo está viviendo Irán, en donde la concentración del poder religioso militar político, se convirtió en una caja fuerte que impidió advertir su aislamiento de la atmósfera cultural y social de la era digital, y exhibe la debilidad estructural de su élite gobernante enfrascada, desde hace lustros en una guerra anacrónica con Israel, donde sus víctimas son jóvenes y mujeres, que están atrapados en el discurso unívoco de un poder que se asume religioso y civil a la vez.

Los últimos acontecimientos apuntan a reencontrar el camino que, hace dos décadas iniciaron los reformistas islámicos de Irán, para dinamizar la cultura de la paz hacia dentro y fuera de su país.

Imaginar la bisagra de la prosperidad de esa inmensa región de medio oriente y Asia, donde Israel, Irán, Arabia Saudita, Qatar, Emiratos, Palestina, Egipto y demás se articulen, redundaría en un equilibrio global que enriquecería y fortalecería a la comunidad internacional.

2) Una pregunta anda suelta ¿En qué se parecen las clases políticas de México e Irán y sus gobiernos? ¿y en qué no? Además del guardián de los Estados Unidos en la era de Trump; tal vez también en el mañana que pronto arrasa con los atavismos propios.

Tomás Calvillo Unna

Tomás Calvillo Unna

Lo dice el reportero