Alejandro De la Garza

El sabor del gas lacrimógeno en la mañana...

"El alacrán no puede más que coincidir con el cinéfilo comentario y la atroz realidad que revela. Todos los fascismos saben a gas lacrimógeno, detenciones arbitrarias, tortura, pólvora, desapariciones, ejecuciones y muerte."

Alejandro De la Garza

28/06/2025 - 12:02 am

Agentes federales disparan gases lacrimógenos a los manifestantes, en Paramount, en el condado de Los Ángeles. Foto: Qiu Chen, Xinhua

El sino del escorpión atestiguó cómo una reportera de la cadena televisiva de Los Ángeles interrogaba a Daniel, ciudadano angelino participante en las protestas por las violentas acciones policiacas y de ICE contra los inmigrantes en el centro de esa ciudad. “¿Cuál fue tu experiencia en la manifestación?”, inquiere curiosa la entrevistadora, “Probé el gas lacrimógeno esta mañana... Y sabe a fascismo”, respondió impávido Daniel tras sus lentes oscuros, extrapolando la cita de la famosa película de Coppola “Apocalypse Now”. 

El alacrán no puede más que coincidir con el cinéfilo comentario y la atroz realidad que revela. Todos los fascismos saben a gas lacrimógeno, detenciones arbitrarias, tortura, pólvora, desapariciones, ejecuciones y muerte. Y la actual persecución, arresto ilegal, encarcelamiento y expulsión de los inmigrantes en Estados Unidos a manos de la Inmigration and Customs Enforcement (ICE), tienen ese aroma inconfundible a policía secreta de un Estado fascista. Encima, con la novedad de que ICE ha dejado de ser poco a poco una entidad gubernamental para convertirse en una entidad privada, pues como se sabe, el negocio es lo primero para el Tío Sam, que no tienen amigos sino intereses (Kissinger, dixit) 

El venenoso abrevia los datos disponibles en notas periodísticas y reportes confiables (BBC, El País, NYT, Occupy Democracy). Dos de las principales compañías que se benefician económicamente de los contratos con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Estados Unidos son Geo Group y Core Civic. Estas empresas privadas operan una gran parte de los centros de detención de inmigrantes en el país. Se estima que alrededor del 65 por ciento de las camas disponibles para detenidos por ICE están en manos de compañías privadas. 

Ambas han experimentado un crecimiento significativo en sus ingresos y valor bursátil en momentos de políticas migratorias estrictas. Por ejemplo, tras la elección presidencial de 2024, las acciones de Geo Group aumentaron 76 por ciento y las de Core Civic 75 por ciento, previendo una mayor demanda de sus servicios. Además, el presupuesto destinado por ICE para el sistema de detención de inmigrantes ha sido considerable: en 2017 se asignaron casi tres mil millones de dólares para este fin y la cifra ha continuado en aumento. En 2025, las acciones de ambas compañías subieron de forma significativa, Geo Group cerca del 90 por ciento y Core Civic 60 por ciento, debido a la expectativa de un incremento en las deportaciones masivas. 

Estas compañías no sólo operan centros de detención donde literalmente desaparecen personas por tiempo indeterminado, sin orden de arresto, sin abogado, sin acusaciones y sin juicio, sino que también invierten en lobby político para influir en políticas migratorias más estrictas, lo que a su vez incrementa la demanda de sus servicios. En algunos casos, han reabierto prisiones cerradas para albergar migrantes, incluso contra las demandas de comunidades locales que se oponen a estas instalaciones. Es el caso de la famosa prisión de Leavenworth, en Kansas, donde, dicho sea de paso, estuvo preso Ricardo Flores Magón. 

Empresas como Core Civic y Geo Group ejercen una influencia significativa en la legislación migratoria de Estados Unidos a través de estrategias de lobby político, donaciones a campañas y relaciones estrechas con legisladores clave. Estas compañías invierten millones de dólares cada año para promover políticas que favorezcan la expansión del sistema de detención migratoria, financian campañas de congresistas que apoyan leyes más estrictas sobre inmigración y han presionado para aumentar el presupuesto de ICE. 

También han realizado donaciones significativas a campañas republicanas, incluyendo la del Presidente Donald Trump. Según sus reportes financieros, Geo Group donó más de 1.7 millones de dólares, en su mayoría al Partido Republicano. Su fundador, George Zoley, aportó cerca de 500 mil dólares en un sólo ciclo electoral. Por su parte, el director de Core Civic, Damon Hininger, donó más de 26 mil dólares, mientras otros allegados a la empresa contribuyeron con 228 mil dólares más para candidatos republicanos. 

Estas donaciones se enmarcan en una estrategia más amplia de influencia política, ya que ambas compañías son beneficiarias directas de políticas migratorias que aumentan el arresto, la encarcelación, la transportación, las camas y la alimentación de inmigrantes a sus centros de detención (algunos secretos). Tras la elección de Trump, ambas empresas firmaron contratos a largo plazo con el Gobierno federal para operar más centros de detención en Texas y California. 

En los últimos años, el presupuesto del ICE ha crecido en forma significativa, pero también ha enfrentado serios problemas de sobreendeudamiento. Para el año fiscal 2025, y a raíz de las redadas y movilizaciones punitivas, ICE ya excedió su presupuesto en más de mil millones de dólares, con varios meses aún por delante. Esto ha generado advertencias de que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) podría estar violando la Ley si continúa gastando a ese ritmo. 

La Big Beautiful Bill de Trump (ese fetiche presupuestal para 2026) propone un paquete de 75 mil millones de dólares para ICE en los próximos cinco años, aunque esa cifra parece insuficiente frente al ritmo de gasto actual. Además, se estima que ICE necesita al menos tres mil millones de dólares adicionales para mantener sus operaciones mínimas hasta el final del año fiscal. A pesar de esta crisis financiera, las redadas y detenciones no han disminuido, sino que han incrementado en 40 por ciento los arrestos semanales hasta alcanzar un récord de 55 mil detenciones. 

Por último, el venenoso quiere destacar que los indicios de que ICE ha echado mano de caza-recompensas, paramilitares y exagentes de inteligencia para llevar a cabo las redadas enmascarados, sin identificación oficial y en vehículos sin placas, ha ratificado la percepción de que esta policía secreta, ahora actuando de manera ilegal desde dentro de ICE, es la nueva Gestapo que Trump necesita para impulsar una suerte de “limpieza étnica” en su país. Y si esta policiaca SS no funciona, el mismo Trump se ha mostrado capaz de usar a la Guardia Nacional o al mismo Ejército para aplastar la disidencia.  

Y en efecto, esto sabe a fascismo, coincide el escorpión... 

Alejandro De la Garza

Alejandro De la Garza

Alejandro de la Garza. Periodista cultural, crítico literario y escritor. Autor del libro Espejo de agua. Ensayos de literatura mexicana (Cal y Arena, 2011). Desde los años ochenta ha escrito ensayos de crítica literaria y cultural en revistas (La Cultura en México, Nexos, Replicante) y en los suplementos culturales de los principales diarios (La Jornada, El Nacional, El Universal, Milenio, La Razón). En el suplemento El Cultural de La Razón publicó durante seis años la columna semanal de crítica cultural “El sino del escorpión”. A partir de mayo de 2021 esta columna es publicada por Sinembargo.mx

Lo dice el reportero