Jaime García Chávez

Andy López: hay ausencias que matan

"La ausencia de Andy en el Consejo Nacional tiene esta lectura. Pudiera creerse, en otra circunstancia que tuvo cualquiera de las justificaciones que a modo declararon destacados morenistas; pero en realidad la inasistencia de Andy muestra una fractura que puede iniciar en cualquiera de los dos polos visibles."

Jaime García Chávez

28/07/2025 - 12:02 am

Andy López: hay ausencias que matan
Foto: Cortesía, Cuartoscuro

El reciente Consejo Nacional de MORENA, realizado el domingo 20 de julio, es el mejor retrato de este partido. Y mejor dicho, un film con la secuencia de lo que pasa en su interior, que se convierte en problema de la vida nacional por ser uno más de los partidos de Estado que padece el país. 

Al igual que los partidos de feligreses, en los que la fe y la credulidad está por encima de todo, nada más los oficiantes hablaron. La liturgia imponía que a través de ellos se dijera la verdad revelada o su interpretación. 

Quieren tener 10 millones de afiliados y no sorprendería que alcanzaran la meta, presupuesto mediante, sino la capacidad para callar 10 millones de gargantas. Nada más tomaron la palabra la “presidenta” del partido, Luisa María Alcalde Luján y el saltimbanqui Alfonso Durazo, Gobernador de Sonora y dirigente del consejo nacional. 

Este evento pasará más a la historia por la triste figura de un Adán Augusto López, antes pletórico de entusiasmo, y ahora deprimido personaje. Aún así parece tener las características de un vampiro que hasta ahora ha logrado salir al sol sin pulverizarse y evadir la mortífera estaca de la crítica.

De todas maneras, y de los dientes para afuera, Alcalde Luján recitó parte del ya degradado decálogo morenista, en especial del séptimo mandamiento: no robarás.

Como en los congresos del Partido Comunista de la Unión Soviética, la única voz se pronunció en favor del monolitismo, del cierre de filas, de la unidad y de únicamente lavar los trapos sucios en casa, aunque saben que esto es imposible, mucho más si se trata de un senador en apuros que ha desmoronado el mito de la honradez de la Cuarta Transformación. Una vez más se mostró un partido de siervos, no de ciudadanos. Teóricamente se ha sostenido que los partidos prefiguran a la sociedad a la que aspiran, algo así como un adelanto de la misma, y eso lo encontramos en este Consejo. 

Fuera de los confines de ese dócil y amaestrado organismo interno, las cosas se ven de diversa manera, sea que se esté o no de acuerdo con lo que ahí sucedió. El periodista Jorge Zepeda Patterson, por ejemplo, señala que hay una abolladura en MORENA; otros hablan de un cisma; y los más cautos estarán viendo el proceso que se ha desencadenado, más que la deprimida imagen de Adán Augusto.

En términos coloquiales, hay daños colaterales: Andrea Chávez ya tomó partido. Salpicada, como pudiera estarlo, hay quienes siguen preguntándose de dónde ha salido tanto dinero para ella desde los tiempos de su campaña para presentarse como “relevo generacional”, para su campaña a la senaduría, y desde hace poco, su adelantada e ilegal campaña hacia la gubernatura de Chihuahua, que hoy prácticamente está frustrada. Una posible y pertinente respuesta pudiera encontrarse en el caso de Adán Augusto y sus conexiones con el crimen organizado de su exfuncionario protegido, con todas sus ramificaciones.

Siguiendo el tema, a mi juicio la noticia está en otro lado y tiene que ver con una simple lectura de El príncipe, de Maquiavelo: compartir el poder, así sea entre amigos, genera crisis, diferendos, conflictos. 

En el país se quisiera que, si a mayúsculas vamos, Claudia Sheinbaum se hiciera llamar Presidenta con “P” mayúscula (lo de la “a” se da por entendido, con todo y su gran significado). Sin hacer un juicio de valor, Andrés Manuel López Obrador ya tuvo su turno y debe irse, conforme a una práctica política consagrada aquí en México, no porque sea una recomendación de Maquiavelo. 

Debe dejar de ser el estorbo que es y que se denota en el intento de crear una dinastía temperamental de políticos tabasqueños, como Adán Augusto; pero sobre todo como su hijo Andy, al que quiere endosarle un poder que, para fines pragmáticos, le estorba a todo mundo: a la Presidenta, porque ya se le promueve como el sucesor para el 2030; y como endosatario de plena propiedad del muégano que es MORENA, infestado de politicastros de todos los peores orígenes imaginables.

La ausencia de Andy en el Consejo Nacional tiene esta lectura. Pudiera creerse, en otra circunstancia que tuvo cualquiera de las justificaciones que a modo declararon destacados morenistas; pero en realidad la inasistencia de Andy muestra una fractura que puede iniciar en cualquiera de los dos polos visibles. Sin duda exhibe el despropósito de López Obrador de pasarse de la raya, teniendo como escenario el mismo Tabasco, que se suponía su gran reserva política pero que ha caído en desgracia por la corrupción en la que está involucrado su paisano y casi hermano Adán Augusto López. 

Un Tabasco que ni siquiera tenía los índices delincuenciales que ha alcanzado en los últimos meses. La noticia, entonces, fue esa ausencia, más que otra cosa, y afectó a la antigua casa gobernante que ahora opta por esconder al señor y su príncipe. 

Como todo en esta política de malos símbolos, porque exposiciones de fondo no hay al interior de MORENA, habrá muchas conjeturas y hasta especulaciones a pasto. Pero los hechos, tercos como son, hablarán por sí solos. 

Por lo pronto, dos moralejas quedan y afectan al corazón mismo de MORENA: que el grito en favor de Adán Augusto de que “no está solo”, iniciado en el Consejo por Andrea Chávez, y la imploración de que se “apiaden de él”, pronunciada por Fernández Noroña, se ve subrayada por el político cobarde que se aleja del epicentro de la crítica, como Ricardo Monreal, que prefirió irse a Madrid, donde se piensa mucho en México, como dice el chotis de Agustín Lara.

Hoy, como en el pasado priista, la crítica no debe reportar la existencia de intocables. En los meses que vienen la misma figura del fundador de MORENA quedará a merced del filo de la misma. 

Ya basta de que la corrupción sea el más eficaz cemento para fortalecer la impunidad.

Jaime García Chávez

Jaime García Chávez

Político y abogado chihuahuense. Por más de cuarenta años ha dirigido un despacho de abogados que defiende los derechos humanos y laborales. Impulsor del combate a la corrupción política. Fundador y actual presidente de Unión Ciudadana, A.C.

Lo dice el reportero