Alejandro Calvillo

Impuestos Saludables contra la Masacre Sanitaria

"Alrededor de 60 mil personas mueren al año por tabaquismo, más de 40 mil por consumo de alcohol y otras más de 40 mil por el consumo de bebidas azucaradas".

Alejandro Calvillo

20/09/2025 - 12:05 am

Alrededor de 60 mil personas mueren al año por tabaquismo, más de 40 mil por consumo de alcohol y otras más de 40 mil por el consumo de bebidas azucaradas. El Banco Mundial estima que, en México, el consumo de estos productos es responsable del 15% de las muertes que ocurren anualmente en nuestro territorio. No hay productos que generen más muertes o enfermedades que estos tres. Y sus efectos son directamente proporcionales a su publicidad, a su invasión para estar disponibles a unos pasos de cada persona, más disponibles que el agua misma y los alimentos saludables, a su carácter adictivo y a sus bajos precios.

Y esta Masacre Sanitaria no ocurre así cuando estas condiciones comerciales cambian: cuando se limita la publicidad, la disponibilidad, la exhibición, los patrocinios y se establecen impuestos suficientes. Las experiencias internacionales demuestran claramente que, al limitar estos condicionantes comerciales, baja el consumo y, por lo tanto, se reducen los daños. El consumo de estos productos no depende de decisiones individuales; depende de las condiciones comerciales que se han impuesto. Los impuestos son la medida más efectiva, si son suficientemente altos, para reducir el consumo; además, logran compensar parte de los daños que generan estos productos cuando los recursos recaudados se destinan al sector salud.

La responsabilidad de las corporaciones sobre la Masacre Sanitaria se agudiza cuando actúan en contra de estas políticas, buscando bloquearlas e, incluso, mintiendo abiertamente. Este es el caso de la Asociación Mexicana de Bebidas, MexBeb, voz principalmente de Coca-Cola. Las corporaciones usan las asociaciones para no dar la cara y evitar ser señaladas. En un comunicado, esta asociación —que reúne a esta empresa junto con otras que dominan más del 90% del mercado de estas bebidas— señaló: “La Organización de Naciones Unidas y sus agencias han evaluado y rechazado repetidamente la recomendación de impuestos saludables…”. Esta asociación, de la cual forman parte corporaciones globales como Coca-Cola y PepsiCo, con miles de millones de pesos en capital, afirma públicamente que las agencias de Naciones Unidas no recomiendan el impuesto. Esta es una gran mentira que debe acarrear graves responsabilidades. Existe una muy larga lista de documentos de la Organización Mundial de la Salud, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación que recomiendan los impuestos saludables como una de las políticas más costoefectivas para reducir el consumo de estos productos, disminuir sus daños y generar recursos para atender sus consecuencias.

Los costos del tabaquismo en México se calculan en más de 194 mil millones de pesos, y lo que pagan estas empresas en impuestos especiales por esos productos asciende a alrededor de una quinta parte de esos costos. El resto lo pagamos la sociedad con nuestros bolsillos y nuestros impuestos.

En el caso de las bebidas alcohólicas, los costos del consumo de alcohol para México se calculan en más de 550 mil millones de pesos, y lo que pagan las corporaciones en impuestos especiales es casi una décima parte de ese monto. El resto lo pagamos usted y yo con nuestros impuestos y de nuestro bolsillo, incluyendo la violencia de género e intrafamiliar que, además de las múltiples enfermedades relacionadas con su consumo, provoca el alcohol.

En el caso de las bebidas azucaradas y la comida chatarra, una estimación conservadora considera que el costo de sus daños en obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares es de alrededor de 230 mil millones de pesos. El impuesto especial que pagan las corporaciones globales que nos invaden con estos productos asciende a alrededor de una quinta parte de esos costos.

Sumamos así cantidades multimillonarias por daños de estos productos, que ponen en crisis las finanzas públicas e impiden que tengamos un sistema de salud con capacidad de proteger el bienestar de la población.

El total de estos costos asciende a 974 mil millones de pesos, cifra casi equivalente al presupuesto de 980 mil millones de pesos que recibió el sector salud en 2024. Esa es la magnitud del costo que genera el consumo de estos productos: alcohol, tabaco, bebidas azucaradas y ultraprocesados.

La Masacre Sanitaria que provocan estas corporaciones con sus prácticas comerciales, apoyadas en un fuerte cabildeo y en la complicidad que encuentran en legisladores afines —y también, hay que mencionarlo, en algunos funcionarios incrustados en el actual gobierno— nos ha puesto en una situación catastrófica en términos de salud.

Los millones bailan entre los comunicadores que atacan la propuesta de impuestos saludables; el cabildeo arrecia en el Legislativo buscando aliados para bloquear la propuesta fiscal enviada por la Secretaría de Hacienda y Presidencia. La Masacre Sanitaria tiene fuertes aliados en la oposición, pero también en algunos funcionarios del actual gobierno y en unos cuantos —y contados— legisladores de Morena.

Las proyecciones de ahorro en servicios médicos y atención con el establecimiento de los impuestos son monumentales, lo que ayudaría a sanear las finanzas públicas y reducir las presiones insostenibles sobre el sistema de salud. Como ejemplo, una primera estimación señala que el impuesto de poco más de 3 pesos al litro de bebidas endulzadas, propuesto en el paquete fiscal, reduciría los costos provocados por su consumo en unos 19 mil millones de pesos. Si fuera de 7 pesos por litro, como lo proponemos y se recomienda internacionalmente, el ahorro sería de 44 mil millones de pesos. Este último impuesto, aplicado únicamente a las bebidas endulzadas, generaría ingresos cercanos a las dos terceras partes del presupuesto de la máxima casa de estudios del país.

Es tiempo de enfrentar esta práctica corporativa de capitalismo salvaje de producción y extracción de ganancias a costa de la salud de la población y las finanzas públicas. Los espejitos chatarra a cambio de nuestra salud y finanzas.

Mientras las corporaciones se enriquecen, la sociedad paga los daños.

¡Impuestos Saludables YA!

Alejandro Calvillo

Alejandro Calvillo

Sociólogo con estudios en filosofía (Universidad de Barcelona) y en medio ambiente y desarrollo sustentable (El Colegio de México). Director de El Poder del Consumidor. Formó parte del grupo fundador de Greenpeace México donde laboró en total 12 años, cinco como director ejecutivo, trabajando temas de contaminación atmosférica y cambio climático. Es miembro de la Comisión de Obesidad de la revista The Lancet. Forma parte del consejo editorial de World Obesity organo de la World Publich Health Nutrition Association. Reconocido por la organización internacional Ashoka como emprendedor social. Ha sido invitado a colaborar con la Organización Panamericana de la Salud dentro del grupo de expertos para la regulación de la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia. Ha participado como ponente en conferencias organizadas por los ministerios de salud de Puerto Rico, El Salvador, Ecuador, Chile, así como por el Congreso de Perú. el foro Internacional EAT, la Obesity Society, entre otros.

Lo dice el reportero