Ernesto Hernández Norzagaray
Basta ver los acontecimientos violentos de todos los días para darnos cuenta rápidamente que, de continuar la conquista del territorio sin políticas eficaces de contención al crimen organizado, podrían ser previsibles los resultados electorales del próximo año.
No parece haber una estrategia de contención y los cárteles están a su aire, y eso no es una buena noticia para la salud de la República.
La pregunta que ronda en Sinaloa alrededor de la decisión de “Los Chapitos” de abandonar la producción de fentanilo es si fue resultado de un cálculo de costo beneficio o si fue producto de un acuerdo que tenía con intermediarios del Gobierno mexicano.
Bajo el supuesto de que por mutua conveniencia Delgado y Ebrard decidan la candidatura presidencial la pregunta que está en el aire y muchos han pretendido responder, a cuál de las dos coaliciones le restaría más votos.
Fue tan duro que hasta sus más fieles columnistas y seguidores en redes sociales hicieron un alto en el camino para dejar pasar el temporal. El Presidente mismo guardo silencio y la prensa oficiosa hizo lo propio.
Estaremos, entonces, ante una singular competencia por un lado entre quienes terminen siendo las candidatas o candidatos y los dirigentes del Frente y el Presidente López Obrador, incluso, los poderes fácticos expresados en los dos bloques.
“Xóchilt, como mercancía electoral, es lo mismo que López Obrador”.
“Ebrard no la tiene fácil, salvó que ya haya decidido quemar sus naves y aparecer en la boleta presidencial por su opción B aunque sea por dignidad”.
En definitiva, en las próximas elecciones estarán en juego no unas elecciones más, sino que los ciudadanos tendrán que decidir subir el primer peldaño para recuperar el país o perderlo, quizá, para siempre.
“Y es que responde a la también necesidad natural de huir de las rutinas que asigna la vida moderna a cada uno. Llevados a pensar que, cambiando de lugar, de clima, de paisaje, de compañía, de ambientes o comiendo otros platillos, escuchando otras voces, otra música (…)”.
Para Epigmenio Ibarra exhibir las deficiencias de este Gobierno siempre será considerada una asechanza de los conservadores, una traición a la patria, de quienes no están con el proyecto de transformación.
Dicho en términos de apuestas boxísticas, en caso de llegar a la final estas mujeres anuncian una competencia con resultados impredecibles y todo eso explica porque el manager Presidente este irascible moviendo todas las piezas para descalificar a quien él mismo creo en un desplante de abuso, desprecio y arrogancia imperdonable.
En Guerrero, pero, también, en otros estados del país, operan grupos criminales poderosos que llegan a determinados acuerdos con las autoridades establecidas de manera de garantizar gobernabilidad (y si eso logran los cárteles pequeños, con los grandes cárteles, se vale imaginarlo).
Xóchitl, todavía ni siquiera es candidata de la oposición y ya provocó un cisma en la Presidencia y la dirigencia de Morena, al grado que lo único, que se les ha ocurrido es la desacreditación por razones machistas y “sumisión a la oligarquía” expresadas por el Presidente López Obrador,
Finalmente, pone el dedo en la llaga de la ilegalidad, cuando acusa que el FAM hará lo mismo que Morena y sus aliados en la “precampaña” cuando afirma que “combatir la ilegalidad no debe implicar violar la ley, ni recurrir al clientelismo partidista o corporativo”.
El de Córdova con una visión frecuentemente intransigente contra todo aquello que suponía violentar la Ley Electoral la aplicaba sin ningún tipo de consideración fuera el Presidente o cualquiera de los partidos; en tanto, el INE de Taddei, aun continuando consejeros electorales de la época cordovista está dando muestras de que la Ley es importante, pero, también, permanecer a flote levantando el menor número de olas.