Blog expediente

UNESCO condena asesinato de periodista en “zona sin Ley” entre Oaxaca y Veracruz

13/05/2015 - 1:23 pm
Armando Saldaña Morales, periodista veracruzano hallado muerto en Oaxaca Foto: Especial
Armando Saldaña Morales, periodista veracruzano hallado muerto en Oaxaca Foto: Especial

Por Ignacio Carvajal, especial para SinEmbargo

Ciudad de México, 13 de mayo (SinEmbargo/BlogExpediente).– El lugar donde fuera asesinado el reportero Armando Saldaña Morales se parece al limbo. Es la frontera entre Veracruz y Oaxaca. En ella, a discreción, las bandas delincuenciales usan esa línea intangible para escabullirse tras ejecutar a alguien.

En esa división transparente, el crimen del periodista quedó entre dos frentes de fuego y sangre: las actividades de las centrales productoras de caña de azúcar con las disputas internas por sus liderazgos y la ordeña de ductos a Petróleos Mexicanos (Pemex).

En esos rumbos, la policía ya no decomisa las camionetas a los ladrones de gasolina. En donde las encuentran, les prenden fuego. Por allí, en Omealca, en abril pasado, fue asesinado de 30 disparos Guillermo Cortés Martínez, funcionario de Seguridad Física de Pemex. En 2014 también encontraron sin vida a un familiar de él, Omar Salamanca Bravo, con un mensaje con intimidaciones en su contra.

Este miércoles, la Directora General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Irina Bokova, pidió una investigación urgente sobre el asesinato del periodista mexicano y pidió que se ponga fin a la impunidad de los crímenes contra trabajadores de los medios.

“Condeno el asesinato de Armando Saldaña Morales y pido a las autoridades que lleven a cabo una investigación en profundidad al respecto […] Los crímenes contra los periodistas afectan a la sociedad en su conjunto y limitan la capacidad ciudadana de tomar decisiones informadas. Es por lo tanto esencial que tales crímenes no permanezcan impunes”, dijo Bokova.

El 4 de mayo, la policía encontró el cadáver de Saldaña Morales en el estado de Oaxaca. Saldaña Morales trabajaba para los informativos de las emisoras La Ke Buena 100.9 FM de Tierra Blanca, estado de Veracruz. También colaboraba con otros medios, en particular El Mundo de Córdoba, El Sol de Córdoba, La Crónica de Tierra Blanca y Radio Max.

Aunque la familia y compañeros de Armando Saldaña confirman que no manejaba nota roja (con 25 años como periodista sabía de los riesgos de la fuente y su cuota de sangre), los actores políticos y económicos de la región, que sí estaban presentes en la agenda diaria de Armando Saldaña, no han permanecido ajenos a la violencia, como los líderes cañeros.

En Tierra Blanca, Tezonapa, Cosolapa, Omealca, Tres Valles, Tuxtepec y Acatlán, suman más de diez víctimas de ese gremio, cuya sangre se ha derramado en aras de la ambición por el poder.

Cada uno de esos casos, a los que Armando Saldaña sí dio seguimiento y documentó por ser asunto de alto impactó en la región, permanecen impunes.

El reportero era originario de Veracruz. Foto: Noticias a Tiempo
El reportero era originario de Veracruz. Foto: Noticias a Tiempo

Entre los líderes asesinados, se recuerda el de Filogonio Orellán Enríquez, del ingenio Motzorongo, de Tezonapa, ejecutado en 2013; Antonio Gallardo Olayo, de El Potrero, de Atoyac, en 2008; Israel Castillo Quijano, de San Miguelito, de Córdoba en 2010; Justino Sánchez Sosa, secretario de organización de la Unión Cañera Democrática (UCD) del ingenio La Margarita, en 2013, muerto en Tierra Blanca; Abel Valdivia González, presidente de la UCD del ingenio La Margarita, asesinado en octubre de 2012, cuando iba en un ADO rumbo al DF, los pistoleros pararon el camión en el cual viajaba y tras encontrarlo en un asiento, le dieron muerte.

También está el de Timoteo Gutiérrez Castro, del ingenio La Margarita, asesinado en Acatlán, en mayo de 2007, cuando salía de su casa, y meses después, del panteón, se robaron su cadáver; Claudio Pavón López, líder de cortadores en La Margarita, asesinado en su parcela en abril de 2014; Merced Ruiz Malpica, líder de la Unión Local de Productores de Caña de Azúcar, Ulpca-CNC del ingenio Constancia, del municipio de Tezonapa, secuestrado y asesinado en julio de 2012.

Allí está igual el Jesús Rodríguez Martínez, de La Providencia, de Cuichapa, desaparecido desde octubre de 2014, su caso, como el de los mencionados arriba, para las autoridades de Oaxaca como las de Veracruz, no tienen fondo, no se investigó. En este tenor, el homicidio de Armando Saldaña fue un traje a la medida, que visten desde hace varias décadas las procuradurías de Veracruz y Oaxaca para echar todo bajo la alfombra.

En esa frontera proveedora de impunidad también se dio muerte al alcalde electo de Juan Rodríguez Clara, Gregorio Barradas Miravete, llevado por la fuerza de “Los Arcos”, de Isla, encontrado sin vida en Tuxtec.

Los asesinos corrieron largo trecho por la carretera que va de Isla a Azueta. Se pasaron para el lado de Oaxaca y allí le arrojaron vuelto un fiambre, junto a dos personas más que también secuestraron.

A diferencia del caso de Armando Saldaña, en ese entonces, el procurador, Salvador Mikel Rivera, anunció una coadyuvancia con la Procuraduría de Oaxaca para resolver el delito. Han pasado los años y, a la fecha no está claro quien dio muerte al panista.

Con el paso de esos años se supo, desde una Corte en los Estados Unidos, que la muerte de Barradas pudo haber sido ligada a las famosas compras de caballos cuarto de milla por parte del cártel de Los Zetas, por las cuales está preso en los Estados Unidos el empresario norteño Francisco Colorado.

Barrradas ostentaba el récord de haber sido uno de los panistas más jóvenes en haber alcanzado una diputación federal, apenas 24 años, abajito del Niño Verde, Jorge Emilio González.

En junio de 2012 unos encapuchados arribaron al domicilio de la alcaldesa de Tlacojalpan, la panista Marisol Mora Cuevas, y la secuestraron.

Su cuerpo fue encontrado días después en territorio oaxaqueño, a unos 40 minutos de Tlacojalpan. La abandonaron en avanzado estado de putrefaccion, enrollada en propaganda del PAN.

El gobierno de Veracruz emitió comunicados para condenar los hechos y anunció apoyo con el gobierno de Oaxaca en las investigaciones para dar con los agresores. A la fecha todo está igual.

En agosto de 2014, Octavio Rojas Hernández, de Tezonapa, jefe de Comunicación Social del municipio de Cosolapa, en donde vivía con su familia, fue asesinado.

El también reportero del diario El Buen Tono quedó en la misma situación que Armando Saldaña, en el olvido por el tema de la jurisdicción de las investigaciones.

“Armando no se metía en información de la delincuencia, menos con nota roja, no era lo suyo, lo de él era la política” cuenta uno de sus compañeros de trabajo, Carmelo Chelius.

Cuando ingresé al medio -cuenta- Armando Saldaña ya tenía un nombre en el cuadrante, pues trabajaba para Radiori Estéreo, y aunque ya era una estrella en la radio, no le daba la espalda a nadie, menos a quienes iniciábamos.

La de Carmelo Chelius y Armando Saldaña era una gran amistad. “Siempre andábamos reporteando juntos, por eso hoy vine a darle su último adios”. El día de su entierro, en Laguna Chica, sólo dos periodistas acudieron al cortejo, Chelios era uno.

No faltaron por enemistad con el finado, siempre había amigos a quien visitar. Si no asistieron fue por miedo. “La zona está caliente, siempre ha sido así; pero la verdad, nunca pensamos que fuera a pasar algo así, que mataran a uno de nosotros”, relata otro reportero de la región.

Carmelo Chelius recuerda uno de las peores coberturas en su carrera:

“Una vez me iba a llevar un comandante de Atatlán, me decía que fuéramos a platicar a otro lado, yo me le subí a la camioneta, pero le había criticado en las noticias, y estaba molesto por eso. Sabía que me quería dar en la torre, entonces, cuando ya estaba arriba, Armando apareció y me bajó. El policía y yo le decíamos que no se metiera, que era un asunto personal, que íbamos a platicar. Pero insistió en no dejarme ir. Si no me hubiera convencido, quien sabe…

Periodistas exigieron justicia para Armando Saldaña, periodista veracruzano asesinado. Foto: Cuartoscuro
Periodistas exigieron justicia para Armando Saldaña, periodista veracruzano asesinado. Foto: Cuartoscuro

En otra ocasión, rememora, en noviembre de 2010, resultaron agredidos por integrantes del Consejo de Pueblos Acatecos, quienes un día antes retuvieron y golpearon al alcalde de Acatlán de Pérez Figueroa. En esa protesta, los comunidadores también resultaron agredidos con insultos y a varios le robaron el equipo, a Armando Saldaña fue blanco del pillaje.

“Cuando regresamos al pueblo, al día siguiente, a colocar la denuncia por el robo y agresiones, Armando se da cuenta del arribo de docenas de personas, pero muchas, con machetes, armas, palos y piedras.

“Venían gritando cosas contra los reporteros, en ese momento todos nos fuimos, cada quien en su coche. Yo llegué a un lugar seguro como pude, y Armando y otros compañeros fueron perseguidos por varios kilómetros, unos 20, por lo menos. Imagínate, si te agarran…

En esa ocasión, el reportero número 12 asesinado en la administración de Javier Duarte de Ochoa logró comunicarse con autoridades veracruzanas que rápidamente arribaron a un puente usado como límite entre Oaxaca y Veracruz y tuvieron que frenar cartucho para parar a la turba.

Armando sabía de lo peligroso de la frontera porosa entre Veracruz y Oaxaca; pero no por eso dejaba de recorrerla a diario en busca de la nota, de la entrevista con los diputados, con los líderes agrarios, cañeros, etc.

“Todos los días se paraba a las 6:00 AM, tomaba su café y salía de casa. Regresaba a las siete u ocho de la noche. Por muy tarde, lo hacía a las 10 u 11 PM” cuenta Marlén Saldaña Jasso, uno de los tres hijos de reportero.

El domingo que desapareció le llamaron como a las 11 PM; pero no contestó. De allí, temprano y tampoco. La familia seguía pensando que andaba trabajando. Fue hasta las 7 PM de la noche en que fueron avisados formalmente por las autoridades aun cuando la noticia ya circulaba en redes sociales desde las 4 PM.

Armando no tenía un sueldo fijo, sueldo limitado; pero aprendió rápido que la venta de publicidad, convenios y pautas comerciales eran una buena opción para allegarse de recursos. Otro poco lo sacaba de asesoría, consejos y charlas con personajes aspirantes a la política o políticos consumados.

Egresado de la Universidad Autónoma de Tamaulipas poco le apostó al periodismo escrito, siempre en la radio era donde brillaba más; pero militó en La Crónica de Tierra Blanca, en el Sol de Orizaba y el Correo de Sotavento, dice su hija.

“Ahorita que hay campañas se la pasaba de un lugar a otro viendo candidatos, escuchando las propuestas y analizando cómo les iba, porque él hacía sus análisis en su programa de radio” cuenta.

En el espacio en la estación la Ke Buena de Tierra Blanca tuvo el último de sus programas: “Grilla. Punto y aparte”. Participaba con otros reporteros dando puntos de vista y era una de las emisiones más esperadas en la región de Omealca, Tierra Blanca, Cosolapa, Tezonapa, Acatlán de Pérez Figueroa, Temazcal, entre otros. No dejaba títere sin cabeza, cuentan en esos rumbos.

“Le gustaba mucho polemizar o decir cosas, pelear y defender sus ideas al aire aunque eso implicara bronquearse con sus compañeros, más cuando algunos si muestran simpatía por alguno de los agraviados.

Hace dos años, cuando Veracruz ya tenía bien ganada la etiqueta de “estado tóxico para el periodismo”, la familia de Armando Saldaña le rogaron que dejara sus espacios radiales y mejor se dedicara completamente a la venta de publicidad; pero Armando no quiso, “nos decía que a él no le iba pasar nada malo, que no se metía en problemas” finaliza Marlén Saldaña Jasso.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas