El de Javier Sicilia es, como siempre, un discurso cuidado en las palabras y gráfico en su narrativa. Estructuralmente obtiene 7.6 sobre 10 en la escala ADQAT©.
Pero en el argumento principal, sin embargo, es su peor elemento, lo que sorprende respecto a sus anteriores discursos donde había sido claro y rápido al anunciarlo. Ésta es su calificación más baja, debido a que su idea principal no es explícita sino que se va construyendo a lo largo del discurso y es necesario escuchar la ponencia en su totalidad para entenderlo. Los analistas ADQAT© tienen la impresión que es la denuncia al derramamiento de sangre generado por la violencia y la impunidad así como la necesidad de diálogo y acuerdos entre gobierno y sociedad para lograr la paz.
Mantiene el patrón de iniciar con un poema que a unos gusta, a otros distrae, algunos no comprenden y a otros más irrita.
Luego del golpe sobre la mesa ante la aprobación de la minuta de la Ley de Seguridad Nacional da la impresión de marcar un viraje ideológico hacia la izquierda en algún grado, cuando Sicilia había hecho discursos no ideológicos.
Un discurso emocional que habla de temas que no tienen que ver necesariamente con las seis peticiones de su movimiento. Sicilia incrementa la intensidad emocional del movimiento que encabeza en su frase: “¿Cuál es, si no rectifican el rumbo de la política, la siguiente consigna que tendrán que escuchar?”.
Pensando en responder esta pregunta, los expertos de ADQAT lo hacen con otra interrogante: “¿Cuál es el menú de opciones de consignas en las que está pensando? Una pregunta tan interpretable y nuevamente de alto espectro de respuesta por parte de la opinión pública. Caricaturizando, unos pensarán en lanzar flores y otros en lanzar bombas”.
Por eso, la empresa considera necesario que se hagan más visibles las personas que conforman los cuerpos de decisión de su movimiento para darle más elementos a la opinión pública respecto a su rumbo y planteamiento de destino: “¿Quiénes integran el movimiento? ¿Como se organizan? ¿Cuáles son sus funciones concretas? ¿Bajo qué criterios son parte de ese cuerpo colegiado de decisión?”, cuestiona el análisis del discurso del activista.
Al comparar los cuatro discursos que ha emitido desde que se conformó el Movimiento por la Paz y Dignidad, Gestión Orientada al Humano constata que estructuralmente la calidad de su discurso baja.
Cambia su patrón cognitivo o tipo de frases respecto a sus tres discursos anteriores (ver las gráficas comparativas, que se presentan bajo este texto). Esta última es su intervención pública más cargada de épica. Con Sicilia hemos sido testigos de un proceso de entrega de escapulario al Presidente, beso al Presidente del Senado, golpe sobre la mesa la semana pasada y, el domingo, conforma un discurso que suena a segunda llamada. Lo que no queda claro es en qué momento veremos llegar la tercera.
