Relatos desconocidos de géneros como el punk y el rap en Historia secreta de la música, de Marín

02/05/2019 - 7:00 pm

Alejandro Marín advirtió que la música ha sido utilizada “de manera peligrosa en contra de la gente”, y se mostró disgustado por fenómenos culturales como la comercialización de la música independiente y los conciertos de ayuda humanitaria cuya finalidad es meramente promocional.

Bogotá, 2 de mayo (EFE).- El periodista colombiano Alejandro Marín explora el territorio de la música contemporánea con relatos ignotos de géneros como el punk y su origen en los andes peruanos o el rap y su lucha contra la supremacía racial, los cuales recogió en su primer libro, La historia secreta de la música.

En la obra, presentada este miércoles en la XXXII Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo), el autor reivindica la música como un elemento primordial para exponer la situación social y cultural de la humanidad a través de la historia.

Precisamente, uno de los relatos destacados por el autor es el de Los Saicos, agrupación peruana reconocida por su melodía insignia “Demolición” como pionera accidental del punk, diez años antes de la formación de los Sex Pistols en Londres y los Ramones en Nueva York.

Hoy, más de 50 años después, esa canción continúa siendo un himno para los manifestantes políticos en su país de origen, donde se erigió una placa de mármol en el distrito de Lince (provincia de Lima) con el mensaje: “En este lugar nació el movimiento punk rock en el mundo”.

Pasando por géneros musicales como el blues o el rock, hasta expresiones características de algunas regiones como el vallenato en Colombia o la ranchera en México, el periodista considera que las canciones son espacios que bien utilizados han ayudado a moldear la sociedad contemporánea.

“Este libro intenta desafiar la verdad pero también establecer que muchas de las cosas que están pasando ahora sucedieron antes y que cometimos errores”, añadió Marín.

El autor destacó además la labor de la música como constructor de “conciencia colectiva”, elogiando la labor social del rap y el trabajo de artistas que plasman la lucha de la comunidad afroamericana como Migos o Kendrick Lamar, este último el primer rapero en ganar un premio Pulitzer de la música.

El escritor también advirtió que la música ha sido utilizada “de manera peligrosa en contra de la gente”, y se mostró disgustado por fenómenos culturales como la comercialización de la música independiente y los conciertos de ayuda humanitaria cuya finalidad es meramente promocional.

“Es fácil compartir un vídeo de un artista famoso en redes donde adhiere a una casa que tu crees humanamente apropiada y terminas en conversaciones como la de ‘Venezuela Live Aid’, ¿dónde está la plata?, ¿dónde están los artistas?, ¿qué dicen ahora?”, cuestionó.

A pesar del uso comercial y “egoísta” que considera se le ha dado a la música, también cree que esta puede ser útil para impulsar transformaciones culturales como las ocurridas en la segunda mitad del siglo XX con la revolución sexual o el movimiento feminista.

A lo largo de su obra también señala la manera en la que avances tecnológicos han sido primordiales para transformar la música y revolucionar su método de producción y difusión.

“Yo nunca pensé que la música se iba a transformar de esa forma tan radical, porque vengo de la cultura del disco físico (…) un día vi a unos amigos bajando una canción de Coldplay y me quedé verdaderamente impresionado”, confesó.

Por último, Marín instó a derrumbar estereotipos sociales que se han construido alrededor de géneros como el rock o el rap, de los cuales dijo “no perfilan a un tipo de persona”.

“En épocas de tanta polarización la música no puede ser una herramienta de eso, durante mucho tiempo la música definió parte de nuestra forma de ser (…) pero no debe dar lugar a cismas culturales”, concluyó.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video