El ambiente es otro. En las marchas de los jóvenes ya no hay bailes, ni performances, ni vuelan con tanta facilidad las risas. Hay mucha tensión.
Es porque vivimos una modernidad jurásica y habitamos un ecosistema modelado por el viejo PRI, ese del que hablaban nuestros padres y nuestros abuelos y que hoy es una especie de relicto de un autoritarismo que nunca se ha ido por completo, alimentado por esa extraordinaria vocación nacional por la repetición histórica, histérica e histriónica.
Y es que el PRI no es solo un grupo de personas, sino una cultura política, mediática y policiaca. Ese PRI ya gobierna la Ciudad de México. A esta ciudad la perdimos cuando comenzamos a creer que todo era cosa de un partido político y simplemente fuimos a votar a otro. ¡Que triste que a nuestra metrópoli no la gobierna un humanista, una mujer de trayectoria progresista o un ciudadano notable, sino un policía!
Y lo que saben hacer los policías son operativos y detenciones. Por lo menos de los jóvenes.
Tiene mucho que ver con que pedimos algo mas allá de la modificación de cláusulas o la reformulación de una ley: queremos democracia real, con incidencia en la toma de decisiones públicas. Queremos un piso mínimo de bienestar, solidaridad en la economía y respeto a nuestras libertades políticas…queremos vivir diferente. Y no nos dejan.
Por eso sigue el linchamiento mediático y se confunden a propósito las cosas: la ideología política libertaria es un delito para este gobierno y por efecto, debe castigarse.
Anarquía es la palabra más prostituida del régimen y funciona como vehículo de todos los miedos vagos de la gente, que cobran forma como el espectáculo de la violencia irracional en la pantalla de TV. Tanto ha permeado esa imagen, que hoy ir de negro a una marcha ya no es una buena idea.
No es la primera vez que un adjetivo se utiliza como un arma contra los jóvenes: nos han llamado Comunistas, Izquierdistas, Zapatistas, Guevaristas…términos que en su circunstancia, con solo nombrarse, remiten al mal absoluto.
Lo malo es que a pesar de que sabemos de la manipulación mediática, la fragmentación a modo de la noticia y la narrativa de criminalización de la protesta social, lo que hemos presenciado en las últimas marchas de jóvenes no ayuda a deshabilitar esa creencia. La mezcla desorganizada de contingentes con visiones opuestas respecto a los objetivos de la movilización abren siempre la oportunidad para enfrentamientos, donde casualmente nunca capturan a quienes realizan las agresiones.
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San Lázaro: como parte del dispositivo de seguridad, ayer había 15 filas de granaderos y una de policías a caballo, un cerco de vallas metálicas y 2 tanquetas de agua. Vimos camiones de militares también, que se mantuvieron al margen, pero que ejercían presión en el ambiente. Así empezó este gobierno y parece que en ese aspecto nada ha cambiado desde entonces.
El saldo de la marcha: según los dato suministrados por diversas fuentes -entre ellas el CoJuDh y el Comité Cerezo- el número de detenidos es fue de 18 personas, delas cuales 5 ya están libres a este momento. Los distribuyeron en los MP de las delegaciones Tlahuac, Milpa Alta, Magdalena Contreras y Cuajimalpa. Podemos deducir que la intención es dificultar el seguimiento de los casos y desgastar en su liberación para que las movilizaciones queden por ahora en segundo plano.
El Informe: si bien Osorio Chong entregó ya el texto oficial, Enrique Peña Nieto dará este lunes un mensaje desde Los Pinos, en donde habrá además una fiesta privada. Y es que EPN es el mejor representante de las telepresidencias, que a falta de carisma, utiliza maquillaje, trocando el talento con la edición y sublimando los tics autoritarios con spots que promocionan reformas estructurales como productos de ofertón. La mediatización de la política es ya aberrante, y aunque temo que falta un largo trecho para tocar fondo, nos hunde mucho el que el presidente ya no tenga que dar la cara a la Nación respecto a los avences de su gestión.
La Reforma Educativa: Ya 22 Estados se han sumado a la megamarcha del miércoles, convocada por la CNTE. Con la aprobación en lo general de la Ley Docente podemos deducir que habrá enfrentamientos y elevación de las medidas de represión. Hay que aceptar que los maestros están al filo de la navaja… pero no hay que olvidar que los gobiernos tienen sobre sí la Espada de Damocles.
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A inicios el conflicto magisterial, algunos quisieron subestimar lo que ocurría y la realidad ha demostrado que se equivocaban: la movilización se ha prolongado y muestra crecimiento. Otros auguran en el extremo opuesto un colapso del régimen. Dicen que las instituciones democráticas han sido rebasadas por la demanda social, pues al encontrarse bloqueados los causes naturales para el desahogo de los conflictos sociales, se desenvuelve una sobrepuja que clausura su dinámica y abre un espacio para el cambio.
Creo que ésta descripción es optimista y supone un “crack!” donde lo viejo que ha dejado de funcionar da paso en seguida a lo nuevo que se necesita. Temo que olvidamos cuantas veces en la historia hemos padecido los interminables ciclos de la descomposición de un régimen.
Porque los poderes nunca se mueren: se les mata.
¡Libertad a los Presos Políticos!
Twitter: @CesarAlanRuiz
