La semana pasada me enteré de una noticia que francamente me dio mucha tristeza. No de aquella que provoca Ayotzinapa y las consecuentes declaraciones idiotas del Presidente, el Procurador y todos sus compinches mediáticos. Pero sí una tristeza que nos habla del estado de nuestras libertades en Internet, que hoy en día son inseparables del activismo.

 

La noticia fue que SoundCloud, una red social para intercambiar contenido musical, acababa de firmar un deal multimillonario con Warner Records, una de las disqueras musicales más grandes del mundo propietaria del trabajo de artistas como Alejandro Sanz, Green Day, Metallica, Michael Jackson, Madonna entre muchos otros.

SoundCloud fue creada en 2007 por un par de emprendedores de Estocolmo, Sueca. Era el lugar por excelencia desde para encontrar y escuchar contenido inédito, original, nuevo y de manera gratuita en el mundo de la música electrónica. Tenía una aproximación muy distinta a la de iTunes y Spotify, pues en lugar de ser un sistema vertical, actuaba como una red social donde cualquier persona podría subir su contenido y compartirlo sin ninguna traba ni pre condicionamiento. Era una especie de Twitter, que mostraba un streaming en tiempo  real de todas las nuevas canciones que iban saliendo, y sus sistema de reproducción mostraba las ondas musicales de cada canción para permitir que en ciertas secciones tanto fans, como músicos pudieran hacer comentarios y sugerencias.

Lo digo en pasado, porque firmar un acuerdo con Warner vaticina el inicio de su muerte. Con más de 350 millones de visitas al mes, la gratuidad, buena onda y horizontalidad de su servicio no gustó a las grandes compañías disqueras que pretenden ser dueñas de cada pedazo y pieza musical existente en el planeta. El copyright mató a SoundCloud: una muestra más de cómo la lógica capitalista y publicitaria engulle toda plataforma de Internet bajo sus propias reglas excluyentes de mercado.

El problema surge a partir de la Digital Millenium Copyright Act (el Acta Digital Milenaria sobre Derechos de Autor), un documento legal que fue creado en Estados Unidos en 1998 para hacer frente a los problemas de derechos de autor que las nueva tecnologías de Internet planteaban. En lo que nos interesa, la sección 512 de dicha Acta dice que un proveedor se servicios de Internet (tipo Youtube, Facebook, Twitter y el propio SoundCloud) no será responsable por violaciones a derechos de autor en su plataforma siempre y cuando cumpla con las siguientes condiciones:

“(A)(i) que no tenga conocimiento de hecho que el material o la actividad en su sistema o red, es violatoria de dichos derechos; (ii) que en la ausencia de dicho conocimiento, no sepa los hechos y circunstancias bajo los cuales la actividad violatoria de derechos de autor sea aparente; (iii) que después de saberlo o estar consciente de ilegalidad del material, actúe expeditamente para remover o impedir el acceso al mismo;

(B) no reciba un beneficio financiero directamente atribuible al material violatorio de derechos de autor (…)

(C) si recibe notificaciones y denuncias  por la presunta violación a dichos derechos, responda expeditamente para bajar el contenido, o impedir el acceso al material violatorio.”

Parecería que (A) y (C) dicen lo mismo, pero son dos estándares distintos: uno es el conocimiento sobre material que no está protegido ni autorizado por los derechos de autor correspondientes; mientras el segundo se refiere a bajar de manera expedita a las denuncias que los dueños de dichos derechos hacen a las empresas. A esto se le conoce como “el estándar de bandera roja” en Estados Unidos. Es decir, que los proveedores de servicios de Internet no tienen la carga de la prueba de estar investigando activamente las violaciones, pero la obligación se genera a partir de que tienen conocimiento sobre las mismas.

Esto es bueno para la libertad de expresión, porque si fuera de cualquier otra manera, correríamos el riesgo que nuestros discursos fueran silenciados por Youtube y Facebook por el simple miedo de las empresas a violar este copyright. Además, se percibía como injusto que SoundCloud fuera la competencia de Youtube y Spotify pero no pagara por contenido protegido por derechos de autor. Además, la compañía había tenido pérdidas enormes pues no había integrado un sistema de publicidad en su servicio sino hasta 2014 después de darse cuenta que en un año tuvieron pérdidas de 29 millones de dólares, y ganancias de tan solo 14 millones.

(Ahora, el problema es que para poder vender publicidad, se instalan “cookies” en las computadoras de los usuarios que literalmente espían que tipo de contenido se visita para vender esa información a las empresas que buscan publicitarse. Pero bueno, esa es otra historia)

A partir de las disposiciones de la sección 512 sobre conocimiento y remoción de material protegido, y después de muchísima presión por parte de otras disqueras como Universal, SoundCloud incorporó un sistema de identificación llamado AudibleMagic. Es básicamente un algoritmo que permite saber qué canción es la que se está tocando. Es algo muy similar a la aplicación de Shazam que usamos en nuestros celulares. Si la canción está protegida por copyright entonces procedería que el propio algoritmo bloqueara y borrara el contenido.

El problema es que SoundCloud es una red social de música electrónica: todo es un remix, un mashup, re-edit o una re-interpretación. Vaya, ¡¡todo es una copia!! ¡¡Inclusive el conocimiento mismo!! Aprendemos en base a lo que otros han dicho y creado, y de ahí generamos contenido diferente pero nada es inédito en estas épocas posmodernas. El remix es “la combinación y la edición de materiales existentes para producir algo nuevo.” El documental Everything is a Remix, explica que la cultura del remix viene del hip-hop donde se sampleaban (un término intraducible para decir que se tomaban pequeños elementos de otra canción hacia una nueva) los antiguas canciones para re-interpretarlos con nuevas letras.

El ejemplo más antiguo surge de esta canción Chic Good Times, fíjense mucho en el bajo y el ritmo de fondo:

 

Lo que el documental Everything is a Remix pone de manifiesto es cómo estos bajos se han copiado decenas de veces con diferentes letras e interpretaciones. En el fondo es el mismo ritmo:

Esta es hoy la regla en la música electrónica. Con el algoritmo de AudibleMagic, este tipo de sampleo será ilegal y se removería en automático de la plataforma de SoundCloud. Todo es una mezcla, y más en la música, nada surge de lo inédito. Lo único que hacen las reglas de copyright en este sentido es detener la innovación, o sujetarla únicamente a gente que tiene dinero para pagar dichos derechos.

La Digital Millenium Copyright Act, es un documento pasado de moda que prueba no ser capaz de entender los nuevos y siempre cambiantes fenómenos de Internet. SoundCloud es el mejor ejemplo. El resultado de estas reglas, es la protección a una dinámica de mercado que conduce a un crecimiento acumulativo de la propiedad y a una verdadera injusticia social hasta llegar al umbral llamado “efecto Mateo”: al que tiene se le dará y al que no tiene hasta lo poco que tiene se le quitará.  Esta lógica se plasma ahora en Internet y en términos musicales implica que los pequeños productores y emergentes disqueras serán aplastadas por los gigantes de siempre de la música “mainstream”. ¡¡Ya basta de darle más dinero a los que ya tienen millones!!

SoundCloud murió, y ahora cualquier pedazo de música que se parezca mínimamente a un bajo o letra de una canción de la que Warner y otras disqueras por venir sean dueños, será efectivamente censurada.

Lo he dicho varias veces y lo vuelvo a repetir: la siguiente batalla por la libertad será el Internet porque el capitalismo, la publicidad, el copyright y las patentes han ganado territorio. ¿Hacia dónde nos moveremos después?

Hoy es un día luto por SoundCloud, y todos sus maravillosos remixes.

Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que SinEmbargo.mx no se hace responsable de los mismos.