Bitácora de un debutante. Día 7…

23/06/2012 - 12:00 am

Con el debate #Yosoy132 he descubierto que este movimiento tiene al menos dos caras o dos vertientes posibles o visibles. Una es la que vi en la marcha del 9 de junio y la otra es la que se presentó en el debate. No estoy hablando de hipocresía, sino en cuanto a sus dinámicas y posibilidades de organización. Una marcha multitudinaria incluso dentro un estado autoritario con un notable aparato represor, es imposible de controlar y acotar completamente. Aquél día lo que percibí con mayor persistencia fue un odio entre rabioso y lúdico hacia la candidatura de EPN, el PRI y Televisa. Si bien la naturaleza y el mensaje era de abierto rechazo y con escasa o nula capacidad de proposición, había también diseminadas algunas muestras de apoyo al candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador. Aunado a esto estaba involucrado y marchando con el colectivo del Sindicato Mexicano de Trabajadores Electricistas (SME), o sea que a mi manera de ver, la marcha globalmente tenía un marcado tufo pro-AMLO. Como ya dije, no creo que de esto pudiera hacerse responsable al movimiento #YoSoy132 que poco o nulo control tendría sobre los asistentes.

Foto: Jorge Arciga / Notimex

El debate fue otra cosa completamente distinta. Es verdad que se presentaron jóvenes de diferentes universidades y de diversas áreas de estudio, pero el simple hecho de ser un debate estudiantil/universitario lo hace eminentemente elitista. No digo esto como reproche, sino para señalar que la gran masa social sigue estando fuera de la escena política o subrepresentada. En cualquier caso, la organización por lo menos para llevarlo a cabo, moderarlo y transmitirlo fue notable y meritoria. La parcialidad o inequidad que EPN anunciaba o estimaba posible, creo que no se presentó en ningún modo y se trató a los candidatos presentes en igualdad de condiciones. Las cifras de Youtube hasta ahora que escribo, eran de más 100 mil espectadores, no dudo que muchos más lo irán viendo en el transcurso de los días.

Foto: Juan Pablo Zamora / Cuartoscuro

Más que hablar del debate #YoSoy132, creo que hay que considerarlo como el suceso. No puedo decir que sea un punto de inflexión o un cambio de paradigma en la dinámica o en la actividad social-política, pero la capacidad de organización de este grupo así como su irreverencia y vehemencia para en tan corto espacio de tiempo convertirse en un foro verosímil y un actor a tomar en cuenta son inauditas. El debate con sus tres dinámicas, intentó aportar cierta frescura, originalidad y dinamismo que en los debates oficiales se restringen por su formato excesivamente rígido. Para mí el aprendizaje más importante de este debate es que a pesar de que se intente infundir frescura y dinamismo desde la sociedad, los políticos son materia poco dúctil. El escenario era otro, pero los candidatos eran exactamente los mismos. Especialmente ilustrativo el caso de Josefina, igualmente rígida y estudiada. Se vio a un grupo social tratando a marchas forzadas de renovar las dinámicas políticas y de interacción, y a un grupo de políticos monolíticos e inconmovibles. En este sentido me resulta una desilusión. Poniéndome juvenil, creo que hubieran hecho falta unos vinos para ver si Josefina se soltaba un poco el pelo o al “Peje” se le soltaba la lengua.

Foto: Especial CDHDF / Notimex

Todo el mundo asume que Quadri es un títere, pero aún siéndolo, su capacidad para abordar diversidad de temas, profundizar en ellos, desarrollarlos con verosimilitud  y elaborar propuestas concretas es notable. Por otro lado, no entiendo su estrategia de reservarse los nombres de los integrantes de su gabinete. No sé si es que sabiendo que no iba a ganar, ni siquiera se tomó la molestia de conformarlo. Si hablamos de títeres, Pinocho era un muñeco inanimado hasta que un día cobró vida propia. Luego se hizo sinónimo de mentira, pero ¿a cuál de los otros candidatos podemos creerle?

 

Yo en lo personal y desde este espacio felicito a todos aquellos que hayan formado parte de una manera u otra en este esfuerzo que hizo posible el debate.

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