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Pedro Mellado Rodríguez

25/08/2023 - 12:05 am

La naranja podrida de Dante y Alfaro

“La ruptura con Dante Delgado dejaría a Enrique Alfaro las manos libres para decidir la candidatura de su corriente política en Jalisco”.

Hay victorias pírricas, en las cuales los daños superan por mucho los beneficios. La naranja parece completa, por fuera se ve brillante y por dentro se presumiría jugosa, pero en realidad se está pudriendo gajo por gajo, a tal grado que más temprano que tarde, quienes se la disputan, se quedarán sólo con el desagradable flujo de los lixiviados, producto de la natural descomposición de la materia.

Un pedazo menor del partido Movimiento Ciudadano quedará en manos de su dueño de siempre, el senador Dante Delgado Rannauro, y el resto mayor, será patrimonio del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, quien lo pondrá a disposición del mejor postor, para tratar de obtener el mayor rendimiento posible en el corto plazo.

Pero lo más seguro, luego de la ruptura, por mucho que pretendan disfrazarla y minimizarla, es que en los comicios del domingo 2 de junio del 2024, en el horizonte de México dejará de existir un partido político que ha transitado por la vida pública del país como una institución que se nutrió de los desencantos y los desprendimientos de otras fuerzas política, principalmente del Partido Acción Nacional, y en menor grado, del PRI, fenómeno que en Jalisco fue muy evidente, en el laboratorio en el que se gestó el crecimiento de esa fuerza, originalmente marginal, que en 1999 se llamaba Convergencia por la Democracia y que en 2011 se convirtió en Movimiento Ciudadano.

Anclado en su decisión de que Movimiento Ciudadano pueda contender por separado en la disputa de la Presidencia de la República, Dante Delgado podría optar por un candidato que le aporte votos al membrete naranja, con el objetivo de mantener su registro en el 2024, algo que tendría cimentada su esperanza en los votos que aportaría principalmente el estado de Nuevo León. Sin embargo, dificilmente eso será suficiente para salvar el registro, que exige por lo menos un 3 por ciento de la votación nacional en los comicios de Presidente de la República, Senadores o Diputados Federales, indistintamente.

Alfaro tendría una ruta menos complicada. Por la gentileza que ha mostrado su principal brazo político, el senador Clemente Castañeda, proclive a respaldar la potencial candidatura de la senadora Xóchitl Gálvez a la presidencia de la República, postulada por el Frente Amplio por México, de PAN-PRI-PRD, Alfaro estaría dispuesto para negociar las mejores posiciones para su gente en Jalisco, incluyendo la candidatura para el gobierno de la entidad.

Pero esta alianza abriría también para Alfaro la posibilidad de promover las candidaturas de sus simpatizantes y leales, en otras entidades de la República, abrigados por el Frente Amplio por México, en la búsqueda de alcaldías, diputaciones locales y federales, tanto por la vía de la Mayoría Relativa, como de la Representación Proporcional, los llamados plurinimonales.

La ruptura con Dante Delgado dejaría a Enrique Alfaro las manos libres para decidir la candidatura de su corriente política en Jalisco, que fuera de Movimiento Ciudadano y abrigada por el Frente Amplio por México, estaría destinada para el senador Clemente Castañeda, como su primera opción, o en su caso, el Secretario del Sistema de Asistencia Social de Jalisco, Alberto Esquer, quienes le garantizarían la cohesión y preservación de su patrimonio político en la entidad, pero esencialmente, fidelidad absoluta a su proyecto.

Al panorama para Alfaro Ramírez es más amplio y esperanzador que para Dante Delgado. Pues de la misma manera como la corriente política del jalisciense desfondó o debilitó al PAN en algunas entidades del país, igual actuará para vaciar el cascarón de Movimiento Ciudadano en prácticamente toda la República en donde tenga presencia.

Y por supuesto, aunque Enrique Alfaro grite a los cuatro vientos que él no cree en los partidos políticos, en los próximos dos o tres años dedicará su tiempo a formar su propia organización política, para buscar el registro oficial en el 2027 y contender por la presidencia de la República en el 2030. En ese trayecto, no dude usted, algunos de los políticos que ahora abrigan a Dante Delgado terminarán sumados a las filas del futuro partido político de Alfaro Ramírez, como arrepentidos y sumisos hijos pródigos.

Todavía podrían quedarle fuerzas al dueño de Movimiento Ciudadano para tratar de interferir en la contienda de Jalisco, respaldando con su membrete al alcalde de Guadalajara, Pablo Lemus Navarro, si éste personaje extravía el camino y se separa del gobernador Alfaro. Con el mebrete de Movimiento Ciudadano, y en un clima de confusión, aún sin estructura y organización real en Jalisco, el partido de Dante Delgado podría obtener una buena cantidad de votos en favor de Lemus Navarro.

En un escenario de esa naturaleza la gubernatura de Jalisco tendría que definirse en una votación por tercios, en la cual el Frente Amplio por México, ya con la suma de la corriente política de Alfaro Ramírez, frente al Movimiento Ciudadano de Dante Delgado, dejarían un corredor entre esas dos fuerzas por el cual podría colarse Morena y ganar la gubernatura de Jalisco en el 2024.

Por su población y votantes potenciales, Jalisco es la tercera entidad más importante del país, después de Estado de México y Ciudad de México. Nueva León es la séptima tomando como referencia los mismos parámetros. Sin Jalisco, Movimiento Ciudadano pierde gran parte de su potencial.

En los comicios para diputados federales del 2021, Movimiento Ciudadabno obtuvo en Nuevo León 412 mil 226 votos, mientras que en Jalisco captó 944 mil 591 sufragios. Cuando Enrique Alfaro llegó a la gubernatura de Jalisco en el 2018, sumó 1 millón 353 mil 755 votos, el 39 por ciento en la entidad; cuando Samuel García ganó la gubernatura de Nuevo León en el 2021, lo hizo con el respaldo de 786 mil 808 votos, el 36 por ciento del total en el estado.

Para enfrentar al mandatario jalisciense y a su corriente política, con ramificaciones en todo el país, Dante Delgado se refugiaría en el respaldo del gobernador de Nuevo León, Samuel García, y del alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas.

Movimiento Ciudadano está en un callejón sin salida, en un camino sin destino claro. Hay agravios que jamás se borran, sólo se disfrazan y se guardan soterradamente, porque en política, la mayoría de los amigos son de a mentiras, de mera apariencia, pero todos los enemigos son verdaderos y muy tenaces. Los políticos pueden argumentar que no guardan rencores, pero todos tienen muy buena memoria para recordar los agravios. La suerte ya está echada.

Pedro Mellado Rodríguez
Periodista que durante más de cuatro décadas ha sido un acucioso y crítico observador de la vida pública en el país. Ha cubierto todas las fuentes informativas y ha desempeñado todas las responsabilidades posibles en medios de comunicación. Ha trabajado en prensa, radio, televisión y medios digitales. Su columna Puntos y Contrapuntos se ha publicado desde hace casi cuatro décadas, en periódicos como El Occidental, Siglo 21 y Mural, en Guadalajara, Jalisco. Tiene estudios de derecho por la Universidad de Guadalajara y durante una década fue profesor de periodismo en el ITESO, la Universidad jesuita de Guadalajara.

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