No hay edad que justifique a un hombre perseguido y amenazado por el crimen organizado, pero resulta más triste cuando es un joven el que debe lidiar con las criaturas del infierno a las que, gracias a una humana estrategia de exposición mediática, le viene ganando a duras penas la batalla.
Roberto Saviano (Nápoles, 1979), periodista y escritor, tiene escasos 38 años, pero ya ha conocido varias vidas y varias muertes en su valiente cruzada contra la mafia que, según está convencido, no sólo resulta un problema para su ciudad natal, para su país de origen, sino también para el Viejo Continente, esa dama antigua que se mesa los cabellos en forma indolente sin alcanzar a aliviar ninguno de sus males crónicos.
Tiene el rostro adusto, una barba candado y se niega a usar el chaleco antibalas que sí llevan los 14 hombres que lo acompañan hasta al váter, aun cuando no son ellos los responsables de mantener latente el agitado corazón de este hombre valeroso e inteligente.
Gomorra, ese retrato fiero de la organización criminal La Camorra que llegó al cine y otorgó fama internacional a Saviano, representa por ahora el mejor salvoconducto para que este amante de las listas pueda elaborar su decálogo y aceptar que lo que hoy toca es vivir al menos por estas diez cosas: 1) La mozarella de búfala de Aversa 2) Bill Evans interpretando el “Tema de amor” de Espartaco 3) Ir con la persona que más amas a la tumba de Rafael Sanzio y leerle la inscripción latina que muchos ignoran 4) El gol de Maradona del 2 a 0 contra Inglaterra en el Mundial de México 86 5) La Ilíada 6) Bob Marley cantando “Redemption song” escuchado con auriculares, mientras paseas libremente 7) Zambullirse en las profundidades, donde el mar es mar 8) Soñar con volver a casa después de haberte visto obligado a estar fuera mucho, mucho tiempo 9) Hacer el amor en una tarde de verano. En el sur 10) Después de una jornada en la que se han recogido firmas contra tu persona, encender el ordenador y encontrar un email de tu hermano que dice: “Estoy orgulloso de ti”.
Así lo deja expresado en su libro Vente conmigo (Anagrama).
Si las páginas de esta revista emitieran música, el soundtrack de estas modestas líneas llevaría el sonido de “Vieni via con me”, la preciosa canción del italiano Paolo Conte, que no sólo se ha conformado con ser una de las más bellas del mundo, sino que también ha brillado en el cine acompañando el éxito de Mostly Marta, la del chef italiano interpretado por Sergio Castellitto y su historia de amor con una cocinera alemana. Cuando Hollywood hizo su versión del filme, cambió todo (Aaron Eckart y Catherine Zeta Jones reemplazaron a los actores originales), pero no pudo sustraerse a la magia de la canción de Conte y dejó, esplendorosa, adictiva, sonar la “Vieni via con me”.
Es la misma tonada que dio paso al otrora escritor devenido en estrella televisiva Roberto Saviano, quien convocado por su amigo Fabio Fazio, muy conocido en Italia, venció sus pruritos y comenzó a trabajar, modestamente, en la pantalla chica.
Así reseñaba el periódico español El País la jornada inaugural de Vieni via con me, el programa de Saviano y Fabio Fazio: “Cuando un hombre con una pistola se encuentra a un hombre con una pluma, el que lleva la pistola es hombre muerto”. Esta frase del cómico toscano Roberto Benigni, lanzada directamente a las cámaras y dirigiéndose a Francesco Schiavone, Sandokán, el jefe de la Camorra que tiene amenazado de muerte al escritor y periodista Roberto Saviano, fue el momento más emocionante del debut televisivo del autor de Gomorra, en la cadena pública italiana RAI3 .
Era el 9 de noviembre de 2010, cuando en medio de muchas dificultades planteadas por la televisión oficial italiana, vio la luz el programa de marras, echando por tierra todos los pronósticos agoreros y batiendo récords de audiencia inesperados.
Las intervenciones de Saviano en el show, sus poderosas columnas, son las que conforman el nuevo libro del escritor amenazado, en un compendio donde el coraje, el sentido común y, lo que no es poca cosa, el verbo bien expresado, con lirismo y emoción, dan cabida a un autor extraordinario, quien, como ya lo ha dicho en varias entrevistas, “la mafia me lo cobrará caro. Si algo tienen los mafiosos es paciencia, así que esperarán todo lo que haga falta hasta poder asesinarme.”
“El precio profesional que pago es muy alto, también: es una mortificación porque mi cabeza siempre está distraída en otros temas… Gomorra lo escribí en una sola casa, la mía. Desde entonces, he vivido ya en 30”, contó Saviano
En el libro conmueve particularmente el capítulo dedicado al juez asesinado Giovanni Falcone, quien perdió la vida a sus jóvenes 53 años en 1992 a causa de una bomba que estalló a su paso. Se trata de un hombre que ahora es considerado un héroe, pero que en vida no fue sólo víctima de las amenazas luego concretadas de los criminales, sino también de lo que Saviano llama “La máquina del fango”.
“¿Qué sucede en Italia cuando se molesta a quien manda? Se activa una máquina hecha de dossieres, de periodistas conniventes, de políticos intrigantes que tratan a través de medios de comunicación y chantajes de deslegitimar a sus rivales”, explica el escritor napolitano.
“De un tiempo a esta parte vivo como una especie de obsesión, una obsesión que concierne a la máquina del fango, el mecanismo con el que es posible difamar a cualquier persona. Y tengo esta obsesión porque nací en una tierra en la que cualquiera que haya decidido obstaculizar al crimen organizado ha sufrido siempre esa clase de deslegitimación total. Incluso los que son asesinados, los que han muerto y caído por enfrentarse a las mafias, son difamados. Y por lo tanto soy sensible, tengo los nervios a flor de piel frente a ese mecanismo”, agrega, en un discurso conmovedor que podría ser aplicado a muchos países, incluido el nuestro.
Cuando se detuvo al “Chapo”, tenía un ejemplar de Cero, cero, cero, el libro con el que Saviano abarcó el tema del narcotráfico, afirmando entre otras cosas que “México es ahora el corazón del narcotráfico mundial” y eso no le sorprendió. “Al principio es un poco fuerte, pero luego sabes que siempre los capos leen los que se escribe sobre ellos”, dijo al periódico El País.
A Miguel Mora, en dicha entrevista, le dio una cita irrefutable: “Me he habituado a la idea de morir, lo que da miedo de verdad es tener que vivir siempre así”. Ojalá todo cambie.
