Tomás Calvillo Unna

La sed insaciable de las palabras

"La cohesión requiere, en verdad, de un mínimo de generosidad de las fuerzas políticas del país, y de un lenguaje que concilie; está en juego el destino de la Nación, seguir mintiéndonos a nosotros mismos al ignorar las deudas que se tienen con los cientos de miles de víctimas del crimen, ya ha sido más que costoso. Es evidente nuestro karma, asumámoslo".

Tomás Calvillo Unna

05/03/2025 - 12:04 am

La sed insaciable de las palabras.
“La tormenta”. Pintura: Tomás Calvillo Unna

I

El poder del silencio
es su carencia de respuesta;
la implícita apertura,
que anuda la experiencia,
su primigenia respiración;
el segundo convertido en siglos,
la memoria y sus argumentos
la armadura oxidada del tiempo.

El olvido del trascendente origen;
un mito más,
acicalado
en las vitrinas del consumo;
la carencia del sentido innato.

Las serpentinas de la dispersión
el inútil pasatiempo de éxitos y fracasos.
La clasificación obsoleta de las determinaciones;
las abandonadas encrucijadas del ser;
la alienación, esa esclavitud asumida
y permanente.

II

La ingratitud,
es la crueldad de la ignorancia.

La ternura,
el mineral más poderoso;
está en los tiros
de las entrañas del ser.
Sin su presencia,
nada se sostendría.

La historia,
es más una enseñanza del presente,
que no termina de cuajar
y aún así, explica la inserción del todo
en el cronómetro atómico:
el abrumador futuro,
y su devastación que advierte.

Los segundos son esquirlas
convertidas en instantes;
que pretenden su dominio
en la continua exaltación.

El mundo se asfixia a sí mismo,
al perder la distancia necesaria
para reconocerse.

III

La escritura permite dejar el caos,
es la semilla de la creación;
expuesta, por los siglos de los siglos,
y oculta en su origen, siempre.
Doma el tiempo,
palpita con la muerte.
En sus vocales y letras
están las huellas
que advierten la desaparición:
desde el espejo invertido que es todo laberinto
hasta la libertad que es la oración misma:
el ritmo profundo de la imaginación,
su poder de convocatoria:
contemplar la medida sagrada
de la experiencia humana;
el cuerpo de la revelación continua,
la mina de la paz interior.

IV

El agua es también una navaja,
al filtrarse
en los corredores de su ausencia,
lacera;
es la sed
de las biografías,
gotas sobre el camino de tierra,
dispersas motas húmedas que desaparecen
entre las grietas de las décadas.

V

Etéreo conocimiento,
esa agua de las aves,
en su vuelo de alas:
sus plumas…
Tinta ya,
sobre el pergamino
del amanecer:
la ventana iluminada,
el dedo índice del despertar,
la montaña en la gratitud
de su permanencia.

Rendija:

En el siglo XIX, ante la intervención francesa y su desenlace, el Presidente Benito Juárez escribió el manifiesto conocido como Castigos Nacionales o ejemplares para evitar así que la guerra civil se expandiera por todo el territorio nacional; sabía que la política, cuyo poder enceguece, suele convertirse en el imperio de la deslealtad con la nación misma.

Cuál es la estrategia política hoy, para el día después de asumir tarde o temprano que lo sucedido en México son crímenes contra la humanidad (los cientos de miles de víctimas), y que deben ser procesados por Cortes internacionales y así evitar que el país quede sometido a los humores altisonantes del vecino del norte.

Esta sería la primera expresión de que la República mexicana se respeta a sí misma, es decir, encarna su dignidad soberana en un mundo cada vez más interrelacionado. La cohesión requiere, en verdad, de un mínimo de generosidad de las fuerzas políticas del país, y de un lenguaje que concilie; está en juego el destino de la Nación, seguir mintiéndonos a nosotros mismos al ignorar las deudas que se tienen con los cientos de miles de víctimas del crimen, ya ha sido más que costoso. Es evidente nuestro karma, asumámoslo (ver Rendija julio 31, 2024).

Tomás Calvillo Unna

Tomás Calvillo Unna

Lo dice el reportero