Alejandro Calvillo

La Caravana Navideña de la DiabetiCola

“Cada año, en México, el consumo de bebidas azucaradas causa alrededor de 230 mil nuevos casos de diabetes y enfermedades cardiovasculares".

Alejandro Calvillo

08/11/2025 - 12:05 am

Cada año, en México, el consumo de bebidas azucaradas causa alrededor de 230 mil nuevos casos de diabetes y enfermedades cardiovasculares. Uno de cada dos mexicanos nacidos a partir del año 2010 va a desarrollar diabetes a lo largo de su vida. México es el país con mayor consumo de Coca-Cola en el mundo y, a causa de las bebidas azucaradas, también es el que tiene más nuevos casos de diabetes. La adicción a las bebidas azucaradas y, de manera especial, a la Coca-Cola, empieza desde temprana edad, al asociar, a través de su publicidad multimillonaria, el consumo de la bebida con la felicidad, la alegría, la unión familiar y las festividades que guardan gran simbolismo en la infancia, como la Navidad.

La Organización Mundial de la Salud, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, la Federación Mundial de Diabetes, la Federación Mundial de Obesidad, el Fondo Mundial para la Investigación en Cáncer, así como todas las instituciones nacionales e internacionales especializadas en nutrición y salud pública, independientes y libres de conflicto de interés, recomiendan prohibir la publicidad de estas bebidas que utilice elementos atractivos para la infancia.

En esta colaboración demostramos que las caravanas navideñas de Coca-Cola están violando, de forma abierta y pública, leyes que protegen la salud de la población y a los consumidores vulnerables. Violan lo establecido en el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Publicidad, que prohíbe utilizar elementos y personajes atractivos para la infancia para promocionar productos no saludables; como también violan lo establecido en la Ley Federal de Protección al Consumidor, al ser una publicidad engañosa y abusiva que contiene información artificiosa y exagerada, entre otras características que se aprovechan de la vulnerabilidad de niñas y niños.

Por lo anterior, y con base en evidencia suficiente y sólidamente respaldada, presentamos denuncias contra estos eventos ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, la Procuraduría Federal del Consumidor, el Gobierno de la Ciudad de México, diversos municipios y comisiones estatales de derechos humanos, así como ante la propia CNDH.

Las propias empresas refresqueras se comprometieron, hace más de 20 años, ante la Organización Mundial de la Salud a escala mundial y ante la Secretaría de Salud a escala nacional, a no realizar publicidad dirigida a menores de 12 años de sus productos no saludables. Una larga lista de naciones prohíbe este tipo de publicidad, reconociendo que las niñas y los niños son profundamente vulnerables a la publicidad, muy fácilmente manipulables y atraídos hacia el consumo de productos no saludables.

Los análisis realizados por expertos y presentados ante las autoridades reconocen a las Caravanas Navideñas de Coca-Cola como una de las expresiones más persuasivas y efectivas de promocionar el consumo de una bebida no saludable entre las infancias.

En primer lugar, hay que señalar que la mejor publicidad es la que, para un gran público, pasa desapercibida como tal; la mejor publicidad es la que logra apropiarse de eventos culturales tradicionales; la mejor publicidad es la que vincula la marca y el producto a emociones, sentimientos, deseos y causas positivas. La más efectiva es la que logra maquillarse de valores positivos para vestir su producto de ellos, ocultando la realidad del mismo.

Y, por otro lado, la herramienta más persuasiva con las infancias es el uso de personajes atractivos para niñas y niños, que generen una reacción afectiva y que guarden en ellos un gran simbolismo. La caravana navideña de Coca-Cola los tiene. ¿Qué personaje más simbólico y querido por los niños y niñas que Santa Claus? ¿Qué personajes pueden despertar los afectos de niñas y niños como el antropomorfismo de los osos de Coca-Cola, representando a familias?

¿Qué evento cultural en la sociedad occidental tiene mayores símbolos y valores positivos que la Navidad? Paz, amor, familia, unión, festejo; incluso una época en la que se promueven treguas en los conflictos bélicos. En 1914, durante la Primera Guerra Mundial, se pactó una tregua navideña en la que soldados alemanes y británicos jugaron un partido de fútbol y compartieron alimentos. Una fecha en la que el Papa llama a la paz y la conciliación.

Apropiarse de esa celebración a través de una marca de un producto que se vincula a la mayor pandemia que vivimos, la de diabetes, tiene un impacto profundo en la población en general, que llena de oropel a la marca y al producto, y permite capturar el imaginario de las infancias, asociando la celebración con el producto.

Asociar la marca y el producto a todos estos elementos, apropiarse de la representación de la Navidad, como la empresa lo hizo con la imagen de Santa Claus, normaliza y da valor al consumo de este producto. La Navidad tiene ahora una marca, y esa marca se vincula a la principal enfermedad que sufrimos en México.

En nuestra sociedad del hiperconsumo, inundada de publicidad, está ausente la conciencia sobre el poder de la publicidad que nos inunda permanentemente por todos los medios. No se reconoce su poder sobre nosotros y su mayor penetración sobre las infancias. Cientos y miles de estudios han demostrado cómo la publicidad impacta en las decisiones de consumo, cómo impacta, a través de muy diversas estrategias, en el deterioro de los hábitos alimentarios desde temprana edad.

No puede decirse que hay una política de salud en nuestro país, que hay una política de protección de los consumidores más vulnerables, permitiendo el desarrollo de estas Caravanas de Coca-Cola. Se han dado pasos importantes dirigidos a reducir el consumo de estos productos que son la principal causa de diabetes en nuestro país y parte de estas políticas debe ser la aplicación de la ley que prohíbe este tipo de publicidad dirigida, principalmente a las infancias. Y esto debe ser prioritario en México que tiene el mayor consumo de este producto en el mundo y donde se proyecta que 1 de cada 2 niñas y niños va a desarrollar diabetes a lo largo de su vida.

Alejandro Calvillo

Alejandro Calvillo

Sociólogo con estudios en filosofía (Universidad de Barcelona) y en medio ambiente y desarrollo sustentable (El Colegio de México). Director de El Poder del Consumidor. Formó parte del grupo fundador de Greenpeace México donde laboró en total 12 años, cinco como director ejecutivo, trabajando temas de contaminación atmosférica y cambio climático. Es miembro de la Comisión de Obesidad de la revista The Lancet. Forma parte del consejo editorial de World Obesity organo de la World Publich Health Nutrition Association. Reconocido por la organización internacional Ashoka como emprendedor social. Ha sido invitado a colaborar con la Organización Panamericana de la Salud dentro del grupo de expertos para la regulación de la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia. Ha participado como ponente en conferencias organizadas por los ministerios de salud de Puerto Rico, El Salvador, Ecuador, Chile, así como por el Congreso de Perú. el foro Internacional EAT, la Obesity Society, entre otros.

Lo dice el reportero