Alejandro De la Garza

Repensar las nuevas masculinidades

“El sino del escorpión ha compartido lecturas… en torno los patrones tradicionales del comportamiento masculino y sus dañinas consecuencias sociales”.

Alejandro De la Garza

29/11/2025 - 12:02 am

Repensar las nuevas masculinidades.
“La crisis de la masculinidad… se expresa en el malestar y la soledad de los hombres”. Foto: Camila Ayala, Cuartoscuro

El sino del escorpión ha compartido lecturas y conversaciones con amigos y amigas, compañeros y compañeras de profesión, conocidos y conocidas de distintos ámbitos, en torno los patrones tradicionales del comportamiento masculino y sus dañinas consecuencias sociales, todo con el afán de impulsar una agenda mínima de reflexión que aliente prácticas y conductas propias de las denominadas nuevas masculinidades.

No obstante, el alacrán observa con cierta desesperanza que la sociedad mexicana no muestra cambios de fondo en la terrible realidad del ejercicio sistemático del patriarcado, institución repelente a cualquier crítica y que, a últimas fechas, ha cobrado renovado impulso a través de la “manósfera” y los “incel”, espacios de hombres desde donde se refuerzan las invectivas y descalificaciones contra los movimientos feministas y de la diversidad sexual.

Al parecer, la crisis de la masculinidad no sólo se expresa en el malestar y la soledad de los hombres, sino también en la emergencia de discursos antifeministas y misóginos en las redes sociales y la política. Ante el rechazo de los rasgos autoritarios, machistas, misóginos y homofóbicos que conforman la idea vigente de masculinidad en nuestro país, el patriarcado contrataca.

La noción de “nuevas masculinidades” emerge en los últimos años como un concepto central en los debates sobre género, equidad y transformación social. El término refiere la revisión crítica y la resignificación de los modelos tradicionales de ser hombre, en respuesta tanto a las demandas de los movimientos feministas como a los cambios socioculturales y económicos que han reconfigurado las relaciones de género en todo el mundo.

El estudio sistemático de las masculinidades tiene sus raíces en los movimientos profeministas y de género que surgieron en Estados Unidos, Reino Unido y Australia durante las décadas de los años setenta y ochenta. Por esos años, los estudios feministas fueron desarrollados en México por la Revista Fem, fundada por Alaíde Foppa y Margarita García Flores. En un contexto de creciente influencia de los estudios de género, así como de análisis del machismo y el patriarcado, fueron pioneras las investigaciones de Teresita de Barbieri, Matthew Gutmann, Jean Franco y Martha Lamas, entre otras feministas.

Nuevos esfuerzos llevaron en septiembre de 2005 a la fundación de la Academia Mexicana de Estudios de Género de los Hombres, (AMEGH) asociación civil cuyo objetivo es producir, intercambiar, sistematizar y difundir información y conocimiento científico sobre los hombres como sujetos genéricos.

Al menos en las últimas dos décadas, los estudios sobre masculinidades en nuestro país han abordado problemáticas centrales para un nuevo entendimiento del “ser hombre” en el México contemporáneo. Estas discusiones marcan una ruta mínima inicial para pensar las nuevas masculinidades y buscan impulsar la crítica y la autocrítica a la masculinidad tradicional, tan repelente a cuestionarse y mirarse a sí misma.

De inicio, es claro que la diversidad de experiencias masculinas está en gran medida determinada por la raza, la clase, la etnicidad, la edad, la discapacidad, la migración y otros factores que tienen que ver con las jerarquías internas entre hombres. A partir de allí, el alacrán recomienda la reflexión sobre identidad, subjetividad y machismo, para repensar los procesos de socialización, los mandatos de género, la construcción de la identidad masculina y los costos psíquicos y sociales del machismo, incluyendo el malestar, la soledad, la represión emocional y el suicidio masculino.

Otro tema central es la violencia de género y las masculinidades, donde urge el análisis del papel de los hombres en la perpetuación y reproducción de la violencia contra las mujeres, contra otros hombres y contra sí mismos, así como las estrategias para prevenir, sancionar y erradicar la violencia machista. “El mandato masculino de la guerra”, dice Rita Segato.

La revisión crítica de paternidad y corresponsabilidad es crucial para explorar las transformaciones en los modelos de paternidad y el impacto de estos cambios en la vida familiar y social. En México, la ausencia paterna deja a millones de hogares con una desproporcionada carga económica y emocional, pues uno de cada tres hogares es encabezado por una mujer y hay 4.18 millones de hogares donde la figura paterna está ausente y son las madres quienes sostienen la crianza y el sustento familiar.

Sobre la diversidad sexual y las masculinidades disidentes hay que incorporar a la conversación las experiencias de hombres homosexuales, bisexuales, transgénero y no binarios, así como las tensiones entre masculinidades hegemónicas y subordinadas, y la lucha por el reconocimiento y la igualdad de derechos.

Un tema literalmente vital de las nuevas masculinidades es la salud sexual y reproductiva, los desafíos y resistencias en torno a la salud sexual, la prevención del VIH/Sida, la educación sexual integral y el acceso a servicios de salud para hombres y personas de la diversidad sexual.

El escorpión no quiere abrumar al lector con una agenda programática, pero en la discusión de masculinidad y machismo, la educación, los medios de comunicación y la cultura popular han sido elementos formativos. Revísese entonces el papel de la escuela, los medios de comunicación, la música, el cine y las redes sociales en la reproducción o transformación de los modelos de masculinidad.

Quizá la discusión más polémica siga siendo la teoría de la construcción social del género, inspirada en el feminismo y en autoras como Simone de Beauvoir y Judith Butler, quienes proponen a las identidades de género (mujeres y hombre) como productos históricos y culturales, no esencias biológicas (¡Ave María Purísima!), y que los hombres, al igual que las mujeres, son socializados en roles y expectativas de género que pueden y deben ser transformados.

Vale también resaltar algo fundamental: el activismo de las nuevas masculinidades no compite con el feminismo, sino que lo reconoce como un aliado fundamental en la lucha por liberar a hombres y mujeres de los mandatos restrictivos y opresivos del género, y en la construcción de una humanidad compartida y menos violenta.

El alacrán traza esta ruta crítica a partir de estudios diversos sobre nuevas masculinidades, con la intención de encontrar consensos y reflexiones inmediatas para que los hombres adoptemos, insiste el venenoso, nuevas formas de ser y de relacionarnos entre nosotros y con las mujeres.

Alejandro De la Garza

Alejandro De la Garza

Alejandro de la Garza. Periodista cultural, crítico literario y escritor. Autor del libro Espejo de agua. Ensayos de literatura mexicana (Cal y Arena, 2011). Desde los años ochenta ha escrito ensayos de crítica literaria y cultural en revistas (La Cultura en México, Nexos, Replicante) y en los suplementos culturales de los principales diarios (La Jornada, El Nacional, El Universal, Milenio, La Razón). En el suplemento El Cultural de La Razón publicó durante seis años la columna semanal de crítica cultural “El sino del escorpión”. A partir de mayo de 2021 esta columna es publicada por Sinembargo.mx

Lo dice el reportero