Esto no se acaba hasta que se acaba

Javier Solórzano

16/04/2012 - 12:00 am

El sábado pasado, Sin Embargo MX presentó la voz de expertos sobre el papel que pueden jugar las redes en las elecciones de julio. Bien a bien no se sabe qué pueda pasar, pero bajo la teoría de las aproximaciones aparecen algunas pistas. El escenario, por más cantado que pueda verse no es definitivo, está a la vista que cualquier variable puede romper el equilibrio en el que se ve y anda Peña Nieto. Esta contracorriente que Josefina o López Obrador alcancen al del PRI, sin embargo permítanos aplica la máxima beisbolera del singular Yogi Berra: “esto no se acaba hasta que se acaba”.

La decisión de los votantes puede cambiar por lo que vean en las redes. No se ve que a través de los medios de comunicación, pongamos a “doña tele” por delante, vayan a cambiar su estrategia informativa para tratar de írsele encima a alguno de los candidatos. Si hace seis años lo hicieron con López Obrador se debió básicamente a las muchas variables que fueron apareciendo colateralmente y a los intereses comunes entre los concesionarios y el gobierno de Fox, junto con un López Obrador quien al final cometió errores graves. No se ve ni por asomo que Televisa y TV Azteca vayan a enfrentar a Peña Nieto.

A lo largo de estos años, cada una a su manera, se han dedicado a hacer negocios con el gobierno del Estado de México. Peña Nieto fue más que su candidato su inversión. Gane o pierda el negocio les reditúo ganancias y si además llega a la presidencia qué mejor. Gane quien gane se sabrán acomodar y sobre todo harán lo que mejor saben, presionar. Se han dedicado a placearlo y moverlo y no se van a colocar enfrente de él de no ser que se presente una situación de excepción.

Por los medios difícilmente pasará algo que cambie el escenario. La libertad de expresión y el libre flujo de la información ya casi no pasa por el semáforo de los gobiernos estales y federal, ahora está en el terreno de los dueños de los medios. Ellos y ellas, los concesionarios, son los que dan banderazos de salida. Los medios estarán al tanto de todo e informaran a detalle como lo viene haciendo, pero independientemente de que en algunos casos se difundan informaciones “fuertes”, la “otra información” no pasará por ahí, estará y está en las redes en donde tienen su hábitat natural.

Los expertos a los que entrevistó Sin Embargo MX con razón hablan de que las redes serán “claves” que no “decisivas” en las elecciones. La cobertura es todavía limitada y sigue obviamente pesando el que más del 90% de los hogares mexicanos tengan al menos un aparato de televisión en casa. Las redes están influyendo en varios terrenos y por ellas está pasando de todo. Desde lo analítico hasta los insultos; desde la cargada de los candidatos, por cierto nomás falta que les den su torta a sus singulares tuitteros, hasta el análisis, la reflexión profunda, la intolerancia y el humor descarnado.

El que pasen tantas cosas por las redes las hace cada vez más importantes y más en un proceso como en el que estamos. Las redes se mueven bajo la libertad y el juego. Igual sirven para evitar el alcoholímetro que para evitar una balacera en Reynosa, Tamaulipas. Igual sirven para declarársele a alguien que para contar que algún tuittero se va a dormir. Esta es su condición y en medio de todo esto es donde también aparecen las ideas, la información y lo que permite que se intercambien opiniones, gritos y sombrerazos, chistes, y la mirada de muchos sobre los candidatos y sobre el país que quieren. Mucho de esto no los veremos en los medios pero ahí estarán las redes que serán, son, “claves” y nos permitirán pensar en la máxima del ex cátcher de los Yanquis y ex manager de los del Bronx y de los Mets de NY, el divertido Yogi Berra: “esto no se acaba hasta que se acaba”.

Javier Solórzano

Es periodista. Conductor de radio y televisión.

Lo dice el reportero