Álvaro Delgado Gómez

Las lágrimas de Salinas Pliego

"Hasta ahora, ninguna estrategia le ha resultado a Salinas Pliego: Ni su amistad con López Obrador, mediante la que buscó una condonación o por lo menos una reducción como quería; tampoco que el Poder Judicial, que lo amparó por tanto tiempo, le diera la razón antes de ser sustituido por el nuevo".

Álvaro Delgado Gómez

28/10/2025 - 12:05 am

La noche del 2 de julio de 2018, Andrés Manuel López Obrador invitó a su casa de Tlalpan a un pequeño grupo de amigos para celebrar la confirmación de su victoria. Uno de ellos era el magnate Ricardo Salinas Pliego, quien casi duplicó su riqueza en el sexenio, pero también se convirtió en el mayor deudor de impuestos de México.

“López me engañó”, se duele aún Salinas Pliego, quien creyó que por proponerle a López Obrador crear el Consejo Asesor Empresarial tendría privilegios para siempre, entre ellos no pagar las multimillonarias deudas de impuestos que arrastra desde el Gobierno de Felipe Calderón.

Se equivocó Salinas Pliego de cabo a rabo. Tanto que, a siete años de reír a carcajadas en la casa de su “amigo” López Obrador por su triunfo, las lágrimas rodaron por sus mejillas en los amargos festejos por sus 70 años, no por su edad sino por tener que pagar.

En sólo seis años, el magnate pasó de la cumbre al precipicio: Su fortuna evolucionó de siete mil 100 millones de dólares, en 2018, a 13 mil 400 millones de dólares en 2024, justo a lo largo del sexenio de López Obrador, pero en el primer año de Claudia Sheinbaum —y no por ella, sino por las decisiones de él mismo— se derrumbó su riqueza hasta los cuatro mil 900 millones de dólares, una caída drástica de 63.4 por ciento, según las cifras de la publicación especializada Forbes.

Si ya de por sí es un golpazo a Salinas Pliego la reducción de su patrimonio familiar, debido sólo a sus propias decisiones, falta lo peor para él y para su emporio mediático, financiero y comercial Grupo Salinas: El Pago de una deuda superior a los 74 mil millones de pesos que, en junio, contabilizó el Sistema de Administración Tributaria (SAT), sin considerar los 580 millones de dólares que también adeuda en Estados Unidos.

Hasta ahora, ninguna estrategia le ha resultado a Salinas Pliego: Ni su amistad con López Obrador, mediante la que buscó una condonación o por lo menos una reducción como quería; tampoco que el Poder Judicial, que lo amparó por tanto tiempo, le diera la razón antes de ser sustituido por el nuevo que fue electo por el voto popular y ya sin ninguna posibilidad de captura total.

Yo mismo le reclamé al Presidente López Obrador la reducción de ocho mil millones de pesos que le ofreció a Salinas Pliego, como él mismo confesó, y fue a partir del reportaje que publiqué en SinEmbargo, el 17 de marzo del año pasado, que el Gobierno precisó que la deuda del magnate ascendía a 63 mil millones de pesos, que crece cada día.

Ya con Sheinbaum como la Presidenta de México, Salinas Pliego también pasó de la negociación a la amenaza: El 14 de octubre de 2024, le envió una carta en privado para ofrecerle “pagar exclusivamente lo que es correcto”, pero muy pronto, en diciembre de ese año, categorizó a su Gobierno como parte de los “zurdos de mierda”, como fue a decir a Argentina, en la Conferencia Política de Acción Conservadora, durante la cual se fotografió con Santiago Abascal, el líder fascista de Vox de España, y con su amigo Javier Milei.

Ahora Salinas Pliego encabeza un proyecto político, el “Movimiento Anticrimen y Anticorrupción”, que anunció en septiembre rodeado de puros empleados, como le gusta, que luego ratificó en un ridículo gritito de Independencia, junto a su esposa. Y luego, en una primera parte de los festejos por su cumpleaños número 70, les declaró la guerra a sus enemigos que le quieren cobrar lo que debe.

En su hacienda Jalmolonga, en Malinalco, Estado de México, reunió a un grupo de empleados y prosélitos, el sábado 18, para prometer que va a “romperles la madre” a “los zurdos de mierda”. Fue tan emotivo su discurso que hasta lloró, según consignan los videos.

En el otro festejo con sus empleados por su cumpleaños, el masivo en la Arena Ciudad de México, el sábado 25, Salinas Pliego retomó la vertiente negociadora y, según él, “cansado de tanto litigio”, afirma que ya quiere pagar: “Ahora sí estoy dispuesto a hacer este esfuerzo para darle la vuelta a la página”.

Y sí: La respuesta de la Presidenta a Salinas Pliego es simple: “¿Quiere pagar? Pague”.

Salinas Pliego está acorralado. No hay manera de que no pague lo que debe. Y una vez que lo haga, que Salinas Pliego arme su proyecto político de extrema derecha, al que tiene derecho. En una de esas resulta mejor que el de Eduardo Verástegui o el de Claudio X. González.

¿Se acabó la triste historia de Salinas Pliego? No: Continuará…

Álvaro Delgado Gómez

Álvaro Delgado Gómez

Álvaro Delgado Gómez es periodista, nacido en Lagos de Moreno, Jalisco, en 1966. Empezó en 1986 como reportero y ha pasado por las redacciones de El Financiero, El Nacional y El Universal. En noviembre de 1994 ingresó como reportero al semanario Proceso, en el que fue jefe de Información Política y especializado en la cobertura de asuntos políticos. Ha escrito varios libros, entre los que destacan El Yunque, la ultraderecha en el poder (Plaza y Janés); El Ejército de Dios (Plaza y Janés) y El engaño. Prédica y práctica del PAN (Grijalbo). El amasiato. El pacto secreto Peña-Calderón y otras traiciones panistas (Editorial Proceso) es su más reciente libro.

Lo dice el reportero