En los comicios del 2024 se colaron a las listas de candidatos de Morena muchos impresentables. Gente que, enquistada en las estructuras facciosas del partido, muchas de las cuales están secuestradas en los estados de la República, impusieron a sus incondicionales como candidatos en algunos distritos electorales y a otros los colocaron en las listas regionales de legisladores plurinominales. Muchos de ellos no se sienten comprometidos con la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, ni con su proyecto de gobierno. Ese tufo de discordia permea tanto a la fracción presuntamente gobiernista en el Senado de la República y como en la Cámara de Diputados de la Federación.
Esto ha permitido que senadores y diputados federales sean pastoreados por dos sujetos que se sienten intocables al frente de sus serviles cofradías, al grado que se han atrevido a enmendarle la plana a la mandataria del país, con correcciones o enmiendas a sus iniciativas de reformas constitucionales, como sucedió en el caso del nepotismo y la prohibición de la reelección, diferidos para el 2030, a conveniencia de los grupos facciosos aferrados parasitariamente a las estructuras de poder. Son políticos del viejo cuño, envilecidos por el insano placer de la ostentación, del dispendio, del tráfico de influencias y los negocios turbios en lo oscurito.
Por eso, en el camino hacia las elecciones del 2027, cuando se renovará la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo tiene que tomar el control de los poderes que son complementarios para consolidar el segundo Piso de la Cuarta Transformación. Para que la próxima Cámara de Diputados esté incondicionalmente comprometida con el proyecto de la Cuarta Transformación, con sus principios y su compromiso de servir honrada y lealmente al pueblo, es obligado que la Presidenta tome el control de partido.
Para que bajo su escrutinio, Morena entre en un franco proceso de purificación, para expulsar a las alimañas que se han adueñado de las estructura partidista, dejando fuera al pueblo auténtico, que desde sus orígenes, en forma desinteresada y motivado por la esperanza, apoyó en los comicios del 2018 a Andrés Manuel López Obrador y en el 2024 a Claudia Sheinbaum Pardo. Ese pueblo que no tiene presencia significativa en las estructuras del partido, que incluso fue expulsado de Morena, a pesar de que siempre acompañó a los originales fundadores del Movimiento de Regeneración Nacional sin pedir nada a cambio, más que el respeto a sus sueños y esperanzas por el cambio verdadero.
En muchos estados de la República hay un enorme capital político que sigue siendo leal a López Obrador y ha transitado en sus afectos incondicionales hacia la Presidenta Sheinbaum Pardo. Ese pueblo, al llamado de la Presidenta, irá a votar en el 2027 y en el 2030, pero no por los candidatos de Morena, sino por el proyecto de la Cuarta Transformación que está mucho más allá de los vulgares apetitos que pudren al partido en algunas entidades del país.
Nadie se puede decir engañado en el proyecto de la Cuarta Transformación. Todo mundo sabe que hay cacicazgos intolerables, como el de los Monreal Ávila en Zacatecas, que para cumplir sus ambiciones podría traicionar a la Presidenta y conservar la gubernatura de esa entidad compitiendo al amparo de aliados con vocación de traidores, como el Partido del Trabajo y el Verde Ecologista.
Igual, todo mundo identifica a la cofradía de Guerrero, que en forma indigna y miserable rinde homenaje a los represores del pueblo, en una estado en el cual la historia está escrita con el dolor y la sangre de los mártires de la guerrilla y en donde se impone, por sobre todo, la voluntad de Félix Salgado Macedonio, el padre de la Gobernadora Evelyn Salgado Pineda, que poco o ningún significado tiene debido a la grosera sombra de su padre.
Nadie puede ignorar que en Tabasco gravita sobre los poderes formales la cofradía perversa de Adán Augusto López, manchado por la fundada sospecha de sus inconfesables relaciones y negocios que tienen vasos comunicantes con personajes del crimen organizado, que salpican de lodo a Morena y al partido de la Cuarta Transformación. Y sume usted a una amplia legión del mal que se ha fortalecido, paso a paso, región por región, en torno a gobernadores que tienen alma de caciques y que se aprestan a imponer sus impresentables candidatos en el 2027.
Por eso la Presidenta debe tomar el control y el poder en Morena. Y si la actual dirigente, Luisa María Alcalde Luján, carece del ánimo bien templado de una voluntad comprometida con los valores y fines de la Cuarta Transformación, debe ser relevada en el cargo por alguien que desde ahora construya los muros que impidan el asalto de los filibusteros de la política, de los hipócritas y cínicos que jamás tendrán ni el aprecio ni el reconocimiento de las personas honradas y buenas. Igual tendría que considerar la Presidenta si tiene sentido que permanezca en un puesto clave de Morena, Andrés Manuel López Beltrán, sujeto de pocas luces y méritos políticos irreconocibles, que gravita en las estructuras del partido sólo por la luz que le irradia su muy querido y respetado padre.
De la misma forma como fue defenestrado el ineficiente Fiscal Alejandro Gertz Manero, convertido en una calamidad y lastre para el proyecto de la Cuarta Transformación, y con argumentos similares, sean públicos y discretamente reservados, hay otros personajes de la vida pública que deben ser jubilados, porque dañan el proyecto de la Cuarta Transformación y son un permanente riesgo de traición para la Presidenta.
La mandataria no puede confiar en la lealtad de los coordinadores parlamentarios Adán Augusto López Hernández, en el Senado de la República, y Ricardo Monreal Ávila, en la Cámara de Diputados. El proyecto de la Cuarta Transformación no puede estar sujeto a los humores y rencores de estos personajes, de sus chantajes y traiciones, de sus apetitos de poder, de sus encubrimientos y de sus insanas complicidades, con sujetos como el privilegiado Diputado Pedro Haces Barba, que abriga en su organización sindical CATEM, a personajes que el propio gobierno de la Cuarta Transformación vincula al crimen organizado. A este presunto líder sindical lo encumbró Ricardo Monreal Ávila, quien formalmente lo hizo su brazo derecho para manipular y someter a la fracción parlamentaria morenista en el Palacio Legislativo de San Lázaro.
LA CARTA
Habría que rescatar algunos de los conceptos expresados por la Presidenta Sheinbaum Pardo en la carta que el domingo 4 de mayo del 2025 envió a los participantes en el Consejo Nacional de Morena.
Entonces, se los dijo por escrito: “Todos los militantes de Morena deben conducirse con honestidad, humildad y sencillez. La parafernalia del poder es del pasado de corrupción y privilegios, no de Morena. No caigamos nunca en la frivolidad, en el consumismo y la ambición por el poder y el dinero”.
Agregó Claudia: “No es de nuestro Movimiento viajar en aviones o helicópteros privados, o tener como anhelo portar ropa de marca, o tratar mal a las personas, o andar con guardaespaldas y un séquito de camionetas para ir de un lado a otro, o comer en restaurantes caros. Morena es humildad. Morena no mira a nadie de arriba abajo a menos que sea para ayudar a levantarse. Hagamos de la solidaridad, la fraternidad, el amor al prójimo, el amor al pueblo, los valores más importantes. Luchemos siempre contra la discriminación, el racismo, el clasismo, el machismo”.
Fue reiterativa la Presidenta en su exigencia de que nunca se permita el amiguismo, el influyentismo y el nepotismo. Les recomendó, luego de que las cámaras de senadores y diputados le enmendaran groseramente la plana en su reforma constitucional, que es indispensable que aún cuando en la Carta Magna se pospuso la prohibición del nepotismo hasta los comicios del 2030, en Morena deberían aplicarse desde el 2027.
Insistió Claudia Sheinbaum en que, para definir las candidaturas de Morena, no se permita el uso de anuncios espectaculares, la promoción de servicios privados, las campañas de odio en contra de otros participantes en las encuestas y evidentemente el uso de recursos públicos. Les recomendó que vayan casa por casa, con volantes, trípticos y carteles. “Nos indigna la discriminación, el clasismo, el racismo y el machismo, la desigualdad y la pobreza y lucharemos hasta el último día de nuestras vidas porque las y los mexicanos puedan comer tres veces al día comida saludable, puedan tener acceso a la educación, a la salud, al vestido y a la vivienda”, fue uno más de sus vehementes exhortos, que muy pocos han atendido.
Ese domingo 4 de mayo del 2025 el Consejo Nacional de Morena emitió lineamientos de conducta para la militancia del partido, que muchos tratarán de violar.
Como el que define que son conductas contrarias a los principios del Movimiento, el participar en la elección para una Presidencia Municipal, regiduría, sindicatura, Diputación federal o local, Senaduría, Gubernatura, Jefatura de Gobierno, Presidencia de la República o cualquier cargo al interior del partido, cuando se tenga o haya tenido en los últimos tres años anteriores al día de la elección un vínculo de matrimonio o concubinato o unión de hecho, o de parentesco por consanguinidad o civil, con la persona que esté ejerciendo la titularidad del encargo para el que se postula.
También se advirtió a la militancia que es contrario a los principios del Movimiento de Regeneración Nacional buscar la postulación por un partido político aliado distinto a Morena, ya sea nacional o local, bajo cualquier figura de coalición o candidatura común, con el propósito de eludir la prohibición del nepotismo electoral.
Si la Presidenta no toma el control del partido y regresa al abrigo original que tanto a ella como a López Obrador les brindó el pueblo, Morena se convertirá en un botín de guerra para camarillas y canallas que buscan sólo su beneficio personal al abrigo del poder. Eso sería el primer paso concreto para generar profundo desencanto en el pueblo, que muchas esperanzas ha puesto en una verdadera y perdurable transformación del país, en donde los más pobres, los desvalidos, los siempre abandonados, puedan tener una razonable esperanza de alcanzar la felicidad en un mundo mejor y diferente, lejos de los traidores, los cínicos, los corruptos y los sinvergüenzas.





