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Greenpeace

30/07/2018 - 12:00 am

¿Popotes biodegradables?, medida insuficiente

Las corporaciones deben asumir su responsabilidad como origen de la contaminación plástica. Hoy, los océanos de todo el planeta tienen al menos 5 trillones de piezas de plástico que los contaminan y flotan en ellos. Esto provoca cada año la muerte de 100 mil animales marítimos que consumen el plástico o quedan atrapados en ellos. En México, el problema es tan grave que en cinco años aumentó la producción de plásticos 56 por ciento; nuestro país también ocupa el lugar número 12 en todo el planeta por mayor consumo de este contaminante.

Es momento de evidenciar qué marcas regularmente contribuyen a la contaminación plástica. Foto: Cuartoscuro.

Por Angélica Jocelyn Soto Espinosa

Las corporaciones deben asumir su responsabilidad como origen de la contaminación plástica. Hoy, los océanos de todo el planeta tienen al menos 5 trillones de piezas de plástico que los contaminan y flotan en ellos. Esto provoca cada año la muerte de 100 mil animales marítimos que consumen el plástico o quedan atrapados en ellos. En México, el problema es tan grave que en cinco años aumentó la producción de plásticos 56 por ciento; nuestro país también ocupa el lugar número 12 en todo el planeta por mayor consumo de este contaminante.

Las corporaciones, principalmente las transnacionales, juegan un papel central en la producción de los plásticos que ensucian y contaminan nuestras playas. A nivel mundial, empresas como Coca-Cola, PepsiCo, Nestlé, Unilever, Starbucks, Procter & Gamble y McDonald’s son las principales generadoras de estos contaminantes, ya que insisten en comercializar sus productos en envases de un sólo uso.

En días pasados, Starbucks anunció que en 2020 sustituirá popotes de plástico por biodegradables. Cientos de establecimientos y empresas en todo el país se están sumando a esta alternativa. Esto es un paso para contribuir a que otras personas tomen conciencia sobre la situación pero al final del día resulta hasta contraproducente porque ahora se afectaría otros recursos naturales.

La medida además es insuficiente, ya que las empresas, especialmente las transnacionales, tienen una serie de responsabilidades corporativas -no sólo sociales- en México, cuyo cumplimento debe garantizar el Estado mexicano por haber signado tratados internacionales en materia medioambiental y de derechos humanos.

Por ejemplo, las empresas en México están obligadas a respetar las Líneas Directrices de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para empresas multinacionales. En materia ambiental, estos lineamientos establecen que las empresas deberán proteger el medio ambiente, la salud y la seguridad pública, y realizar sus actividades de una manera que contribuya al objetivo más amplio del desarrollo sostenible.

En concreto, las empresas deben: establecer y mantener un sistema de gestión medioambiental adecuado que incluya: a) la recogida y evaluación de información adecuada y puntual relativa al impacto de sus actividades sobre el medio ambiente, la salud y la seguridad ; b) fijar metas cuantificables y de objetivos relacionados con la mejora de sus resultados medioambientales; y c) dar seguimiento y control regulares de los avances en el cumplimiento de los objetivos o metas en materia de medio ambiente, salud y seguridad .

También deben incluir la elaboración de informes sobre los avances en la mejora de los resultados medioambientales; y desarrollar una actividad de comunicación y consulta, adecuada y puntual, con las comunidades directamente afectadas por las políticas medioambientales, y de salud y seguridad, por su ejecución.

A esto se suma su responsabilidad de evaluar y tener en cuenta en la toma de decisiones los impactos previsibles relacionados con el medio ambiente, la salud y la seguridad asociados a los procedimientos, bienes y servicios de la empresa a lo largo de todo su ciclo de vida.

Las empresas deben tratar constantemente de mejorar los resultados medioambientales a través de la adopción de tecnologías y procedimientos operativos; garantizar un desarrollo y suministro de productos y servicios que no tengan efectos medioambientales indebidos y cuyo uso para los fines previstos no revista peligro; que sean eficientes en cuanto a consumo de energía y de recursos naturales; y que puedan reutilizarse, reciclarse o eliminarse de una manera segura. Las empresas deben fomentar mayores niveles de sensibilización entre las y los clientes acerca de las implicaciones medioambientales del uso de los productos y servicios de la empresa.

Sus responsabilidades no se agotan aquí, ya que en la medida en que esta contaminación afecta la vida y los derechos humanos de las personas, las comunidades, sus territorios y sus bienes naturales, existe un amplio marco internacional al que el Estado mexicano puede apelar para que las empresas dejen de enriquecerse a costa de la vida de otros seres vivos

Es momento de evidenciar qué marcas regularmente contribuyen a la contaminación plástica con sus productos desechables en las playas de México; y así, relacionar el problema con su origen. Es hora de que estas empresas inviertan en alternativas reales de responsabilidad corporativa y eliminen los plásticos de un sólo uso, ¿no crees?

¿Quieres hacer más? Te invitamos a sumar tu firma en https://actua.greenpeace.org.mx/liberate-del-plastico

 

*Angélica Jocelyn Soto es Coordinadora de medios para Greenpeace México

www.greenpeace.org.mx

FB: Greenpeace México

TW: @greenpeacemx

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