Ciudad de México, 3 de septiembre (SinEmbargo).- La complicada maniobra de logística, para organizar a un grupo de no más de 300 personas entre invitados, prensa y ganadores de concursos radiales, con la asistencia de la empresa organizadora, el management del artista y la disquera, se contradijo con el concierto del MTV Unplugged, de Enrique Bunbury.
“Al final duró poco, no sé por qué tanto lío, todo hubiera sido más simple”, decía con cierta lógica un trabajador entre los pasillos de los Estudios Churubusco, a la noche.
La gente se había reunido en la puerta, a las 5 de la tarde, con amenaza de lluvia y personas que iban y venían preguntando cuál era su categoría: ¿Invitado? ¿Periodista? ¿Amigos de la esposa del artista?
Solían decir nuestras abuelas que “muchas manos en un plato hacen muchos garabatos” y la organización del concierto se complicó por lo mismo. Muchas órdenes encontradas por aquí y por allá que no hicieron más que hacer crecer la ansiedad entre los asistentes.
De todas maneras, el agua no llegó al río y el clima general entre los privilegiados que pudieron asistir a la grabación fue el de confirmar lo merecido que se lo tenía un artista tan trabajador como el zaragozano de 47 años, ex líder de Héroes del Silencio (1984-1996), la banda española más internacional en los ’90.
A esa historia honró Bunbury, en un concierto donde su mejor obra en solitario estuvo ausente, aun cuando tampoco hizo éxitos de Héroes… como las legendarias “Maldito duende” o “Entre dos tierras” y que sus fanáticos esperaban con fervor.
UN PRÍNCIPE DE NEGRO
Esmirriado y pequeño. Vestido íntegramente de negro, un atuendo sobrio en medio del cual sobresalía una vistosa hebilla plateada de su cinturón. Así apareció Enrique Bunbury en el escenario con reminiscencias orientales que dio cobijo a su debut en la serie de conciertos desenchufados de la cadena televisiva MTV.
Una formación de bajo, batería, un coro mixto de voces femeninas y masculina, teclados y sintetizadores analógicos dieron soporte sonoro a un concierto que inició con “Ahora”, el tema que forma parte del disco doble con Nacho Vegas, El tiempo de las cerezas.
Siguió “Dos clavos a mis alas”, un tema grabado por Raphael en el álbum del 2003 De vuelta, pero que nunca registró su autor y que festejaron los fanáticos del español con gritos y aplausos ensordecedores.
“La sirena varada”, tema paradigmático de Héroes del silencio, en una luminosa versión y “Los inmortales”, del reciente disco de Bunbury, Palosanto, antecedieron a uno de los momentos más emocionantes de la noche.
APARECE ROBI DRACO
La expectativa por ver aparecer en el escenario al primer invitado, al neoyorquino Robi Draco Rosa, era mucho.
Como se sabe, el conocido cantautor que fuera fundamental en la carrera del puertorriqueño Ricky Martin, además un músico que ha traspasado las fronteras del pop para ser considerado un par entre sus más conspicuos colegas del jazz y el rock, viene luchando desde hace años contra un duro cáncer de linfoma.
Visiblemente delgado, Robi se apostó en el escenario para cantar con Enrique una hermosa versión de “Cosmic dancer”, el tema de T. Rex que Bunbury incluyó en el disco del 2010 Las consecuencias.
Draco es un artista entrañable, un tipo muy querido y admirado en todo el continente y así fue recibido por el público del MTV Unplugged. Su voz ya no tiene sin embargo el brillo de ayer y por ello los asistentes valoraron todavía mucho más el esfuerzo sublime para transmitir emociones, que es lo suyo, a tono con lo que podría ser considerado un encuentro histórico y un momento inolvidable para nuestra música en español.
“El camino del exceso”, otro “instante Héroes”, precedió a la presentación de la ascendente banda española Vetusta Morla, que cantó con el protagonista de la noche una refinada versión de “Planeta sur”, del disco en solitario Radical Sonora, publicado en 1997.
“Hay Muy Poca Gente”, de Hellville De Luxe, álbum de 2008 y del mismo disco, “Porque las cosas cambian”, esta vez con la opaca compañía de Carla Morrison, una intérprete y autora notable pero que suele perder brillo cuando es invitada a participar en conciertos de otros artistas, fueron la antesala de una poderosa “Avalancha”, un clásico de Héroes.
Curioso, porque hay mucha gente que opina –entre ellos el guitarrista de Caifanes, Alejandro Marcovich- que la mejor obra del zaragozano es la solista, con discos como el exquisito Pequeño Cabaret Ambulante (totalmente ausente en el concierto) o Flamingos.
En ese sentido, el Unplugged de Bunbury pareció ser por momentos un regreso a sus orígenes y una constatación de lo trascendente que ha sido para él su banda primordial, lo que entre muchos asistentes al recital resultó en cierto modo como la primera parte de una grabación que merecería un segundo capítulo.
Emocionante fue “Avalancha” en la versión del siglo XXI y con el que Enrique volvió a ser aquel joven eléctrico y electrizante, aunque a estas alturas conviene destacar que el artista es mucho más que su memorabilia, por lo que no es injusto afirmar que Bunbury cumplió pero no deslumbró en su concierto desenchufado.
La actuación de Pepe Aguilar, en la interpretación conjunta de “Ven y camina conmigo” produjo lágrimas en el público, tan sólida y conmovedora fue la entrega del admirado cantautor mexicano.
“Mar adentro”, de Héroes del silencio, y “Más alto que nosotros el cielo”, de Palosanto, fueron dando paso al final, con una chispa que no estuvo adecuada en la ejecución con León Larregui, de Zoé, del tema famoso de la legendaria banda española.
“Doscientos Huesos y Un Collar de Calaveras”, de Hellville De Luxe, mandó emocionados a los fans a casa.
El DVD saldrá el próximo 26 de noviembre.
