Tras los ataques del último fin de semana, el ayuntamiento decidió presentar una denuncia ante la policía, explicó el jueves el alcalde de Castrillo Mota de Judíos, Lorenzo Rodríguez.

El pueblo, de unos 50 habitantes, votó en 2014 para cambiar su nombre de Castrillo Matajudíos a su nombre actual. Rodríguez ha dicho que desde entonces ha habido seis incidentes de vandalismo, así como protestas cuando acudieron representantes judíos o israelíes de visita.

Las pintadas y el vandalismo no impedirán al pueblo homenajear su origen judío, afirmó el alcalde.

“Hacen esto para que el pueblo no continúe con el proceso del cambio de nombre y se reconozca su pasado judío”, declaró Rodríguez. “Quieren intimidarnos pero no lo harán”.

El ayuntamiento tiene previsto visitar Israel en julio para una ceremonia de hermanamiento con la localidad de Kfar Vradim.

En el último ataque, el antiguo nombre del pueblo fue pintado con espray sobre los carteles con el nuevo instalados a pie de carretera. Las pintadas incluían un símbolo extremista formado por una cruz dentro de un círculo. Antes, la localidad apareció llena de carteles, explicó Rodríguez.

Los documentos muestran que el nombre original del pueblo era Castrillo Mota de Judíos y que el otro, Castrillo Matajudíos, data de 1627, tras el edicto de 1492 que obligó a los judíos a convertirse al catolicismo o huir del país. Los que decidieron quedarse se enfrentaron a la Inquisición española, y muchos de ellos murieron quemados en la hoguera.

Los investigadores creen que la localidad recibió su anterior nombre de los residentes judíos que se convirtieron al catolicismo y querían convencer a las autoridades de su lealtad. Otros sospechan que el cambio pudo deberse a un error de escritura.

En la actualidad ningún judío reside en el pueblo, pero muchos de sus vecinos tienen raíces judías y su escudo oficial incluye la estrella de David.