Otra vez material médico, otra vez un descuido y otra vez Cobalto 60, como en Ciudad Juárez en 1984…

05/12/2013 - 12:02 am
Producción de varillas. Wikipedia Commons
Producción de varillas. Wikipedia Commons

Ciudad de México, 5 de diciembre (SinEmbargo).– En enero de 1984, Estados Unidos emitió una alarma en Los Álamos debido al paso de un camión proveniente de Chihuahua, México, con material radioactivo. El vehículo transportaba varillas para construcción contaminadas con Cobalto 60 de una fundidora de acero del estado fronterizo. El material había sido distribuido por algunos estados de México y se dirigía más al norte.

De acuerdo con reportes de prensa, la historia comenzó cuando un hospital privado de Ciudad Juárez adquirió ilegalmente una máquina de radiación para tratamiento de cáncer. Un año después, el nosocomio lo vendió como fierro viejo a un deshuesadero.

Los trabajadores del “Yonke Fenix” (deshuesadero de autos) encontraron el contenedor con más de seis mil pequeños balines de Cobalto 60 que, después de fundirlos, se mezclaron con acero para fabricar varillas. La Comisión Nacional de Seguridad Nuclear rastreó construcciones contaminadas en 16 estados de la República Mexicana.

Unas 160 viviendas tuvieron que ser demolidas para remover el material. Hasta el momento no se sabe, a ciencia cierta, cuántas personas fueron afectadas por las radiaciones, pero trabajos periodísticos en esa ciudad calcularon varias decenas.

El caso ocurrido hace más de 20 años cobró importancia luego de que la Procuraduría General de la República (PGR) informó a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) de las Naciones Unidas, el pasado miércoles, el robo de un camión con equipo médico en desuso. Otra vez era radioactivo de baja intensidad. Otra vez, Cobalto 60.

La AIEA refirió que “en el momento de la huida, la fuente (radioactiva) fue debidamente protegida. Pero la fuente puede ser extremadamente peligrosa si alguien quita la protección o la daña”.

A pesar de que la sustancia no puede utilizarse para la fabricación de un arma nuclear convencional, agregó, sí puede ser usada para lo que se denomina como “bomba sucia”, un artefacto que combina explosivos convencionales e isótopos radiactivos.

HALLAN VEHÍCULO CONTAMINADO

Cobalt-60_
Imagen: Especial

La Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS) explicó en un boletín el hurto del automóvil Wolkswagen Worker con placas 726-DT-8 en una gasolinería del municipio de Tepojaco, Hidalgo.

El robo ocurrió cuando el cargamento era trasladado desde un hospital público de la norteña ciudad de Tijuana al Centro de Almacenamiento de Desechos Radiactivos de Temascalapa, Estado de México.

El subsecretario de Protección Civil de Hidalgo, Miguel García Conde, explicó a la agencia dpa que se trata de “un equipo de radioterapia de desecho, que tiene Cobalto 60 en un cabezal blindado”.

“Es una sustancia riesgosa y cancerígena si alguien abre el cabezal. El riesgo es para quien lo manipule”, explicó el funcionario.

Según la investigación, el chofer había estacionado el camión en una gasolinera y dormía cuando ocurrió el robo.

Después de emitir una alerta en varios estados del país, elementos del Ejército y de la Policía Federal resguardaron la tarde de ayer un vehículo con el equipo médico el material radioactivo, en el municipio de Hueypoxtla, Estado de México.

Los elementos de seguridad establecieron un cerco por riesgo de contaminación radiactiva, después de que se encontrara abierto un contenedor con Cobalto 60.

El físico de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS) Mardonio Jiménez dijo a la agencia dpa que la situación “está bajo control” pero se están midiendo “los niveles de radiación”.

El equipo médico de teleterapia, consistente de un cabezal con una fuente con Cobalto 60. Jiménez explicó que éste había sido extraído de la caja y fue hallado en una casa, mientras que la fuente radiactiva estaba a más de 500 metros en un campo.

“Fue extraída la fuente del cabezal. Estas personas no tenían la menor idea de lo que sacaron. Aparentemente no era gente especializada”, afirmó, aunque “debo decir que abrir el cabezal no es fácil”.

Según expresó, se desconoce cuántas personas tuvieron contacto con el material.

ALERTA EN EU

Por su parte, Estados Unidos anunció que mantenía una estrecha comunicación con autoridades del Gobierno mexicano y monitoreaba de cerca el incidente del robo de un camión que transportaba material radiactivo, informó un funcionario estadounidense.

La Oficina de Operaciones de Campo en los Puertos de Entrada de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) del Departamento de Seguridad Interna (DHS) tomó conocimiento del hurto.

“Todos los puertos de entrada están equipados con equipos de detección de radiación y, de acuerdo con la política vigente, los funcionarios revisarán cualquier alerta con Aparatos de Identificación de Isótopos Radioactivos”, explicó un servidor de la CBP.

“El DHS, en coordinación con nuestros socios federales, continuará monitoreando de cerca esta situación y mantiene estrecha comunicación con las autoridades mexicanas”.

El gobierno de Estados Unidos tiene sensores en su frontera y puertos marítimos para evitar el ingreso de material radiactivo, informaron funcionarios de las fuerzas de seguridad.

El operativo incluye grandes sensores estacionarios que escanean vehículos que cruzan por tierra así como pequeños dispositivos usados por oficiales. Parte de este equipo es tan sensible que recientemente detectaron a una persona que había pasado por terapia radiactiva, según una fuente de las fuerzas de seguridad.

EFECTOS DEL COBALTO 60

El cobalto-60 (60Co), del tipo que fue robado en  el país, es una sustancia radiactiva con una vida media de 5 años y que se usa en tratamientos médicos contra el cáncer y en aplicaciones industriales pero que es altamente tóxico para los seres humanos.

Según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), con sede en Viena, el 60Co es –junto con el Cesio-137– la mejor fuente de radiación gama debido a su elevada energía y sus largos períodos de semi-desintegración.

En todo caso, el Cesio-137 se usa sólo en pequeñas cantidades para radiar sangre y para esterilizar insectos, mientras que la mayoría de las instalaciones de procesamiento de radiaciones industriales y médicas utilizan Cobalto-60.

Según el OIEA, existen en el mundo unas 2 mil 400 instalaciones de teleterapia que utilizan el Cobalto-60, que al ser aplicado a determinadas partes del cuerpo elimina las células que más rápidamente crecen, como en el caso de las cancerígenas.

El Cobalto-60 sirve además para esterilizar equipos médicos, para radiografías industriales y para irradiar alimentos, entre otros usos.

El componente es altamente tóxico y peligroso, y la exposición a esta sustancia durante unos pocos minutos puede causar la muerte.

La exposición al Cobalto 60 puede tener efectos adversos, esto varía de acuerdo a diversos factores: la dosis, duración y sobre todo la manera en que se tuvo contacto con la sustancia. También se debe considerar como la edad, sexo, dieta, estilo de vida y condición de salud de la persona.

Según un reciente informe técnico del OIEA, existen varios desafíos relacionados con el uso industrial y médico de fuentes altamente radiactivas, y en particular del cobalto-60.

Entre esos problemas se incluye el número limitado de proveedores de esos materiales, así como preocupaciones de seguridad y con el transporte de esas fuentes.

Debido a esos riesgos, el OIEA dice que se ha observado un creciente abandono de la teleterapia basada en el 60Co en la medicina nuclear, ya que existen otras terapias más efectivas con menor riesgo de contaminación.

No obstante, siguen existiendo muchas aplicaciones que dependen de ese material, explica el OIEA.

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