Golpes, descargas eléctricas, trapos en la nariz y otras torturas en el expediente Iguala: WSJ

06/01/2016 - 7:58 pm

The Wall Street Journal dice que el principal escollo entre el Gobierno  de México y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) es tener acceso a los soldados que estaban presentes cuando ocurrió la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Marcha de los padres de los 43 normalistas en la Ciudad de México. Foto: Valentina López, SinEmbargo.
Marcha de los padres de los 43 normalistas en la Ciudad de México. Foto: Valentina López, SinEmbargo.

Ciudad de México, 6 de enero (SinEmbargo).– La investigación del Gobierno de México sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa está “plagada desde el principio de problemas, incluidos trabajos forenses de mala calidad y presunta tortura”, dice The Wall Street Journal luego de entrevistarse con los sobrevivientes y de hacer una revisión del informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes  (GIEI) y del expediente oficial del la Procuraduría General de la República (PGR).

El diario estadounidense dice que Patricio Reyes Landa, un testigo clave en la investigación, describió su detención realizada por la Policía Federal (PF) en los siguientes términos gráficos:

“Me llevaron a un vehículo, me vendaron los ojos, me ataron de pies y manos y comenzaron a golpearme y a darme descargas eléctricas, me pusieron un trapo en la nariz, y vertieron agua sobre mí”.

Estas presuntas torturas ocurrieron en una investigación que tenía puestos los ojos no sólo de los mexicanos, sino de la comunidad internacional.

The Wall Street Journal dice que la versión de la policía es que Reyes se lesionó después de caer borracho mientras huía de los agentes en octubre de 2014, un mes después de la desaparición de los 43 normalistas. Sin embargo, aclara, un experto médico determinó que las lesiones del testigo ‘eran consistentes con las tácticas de tortura utilizadas para forzar confesiones”.

“Las denuncias de tortura de Reyes son parte de las revelaciones que han puesto de cabeza la investigación del Gobierno de México sobre el crimen de más alto perfil del país en décadas, un presunto asesinato en masa que llamó la atención de todo el mundo y que marcó un descenso en la popularidad del Presidente Enrique Peña Nieto”, dice el reportaje firmado por Laurence Iliff e Ileana Najarro.

La publicación detalla cómo estas revelaciones obligaron a Peña Nieto a pedir la ayuda del Grupo de Expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Dice que la coadyuvancia del GIEI permite, por primera vez en México, la ayuda extranjera en una investigación criminal importante, siendo “un fiero defensor de la soberanía nacional”.

PROMO-transparencia-EPN

“El principal escollo ahora entre el Gobierno y los expertos externos es tener acceso a los soldados que estaban presentes cuando ocurrió la desaparición de los estudiantes”, dice el diario estadounidense.

Indica que la decisión del Gobierno para iniciar la investigación con una supervisión externa “refleja cómo las instituciones policiales de México parecen incapaces de resolver, incluso, los mayores crímenes en un país donde el 98 por ciento de los delitos graves quedan impunes”.

“Las entrevistas con los sobrevivientes de la masacre hechas por The Wall Street Journal, una revisión del informe del equipo internacional de expertos, y una revisión de la versión redactada del expediente oficial del Gobierno, revelan una investigación plagada desde el principio con problemas, incluidos trabajos forenses de mala calidad y presunta tortura”.

The Wall Street Journal dice que hay mucho en juego para Peña Nieto, “cuyos índices de aprobación han disminuido desde la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa”.

El reporte menciona que tras las críticas realizadas a la “verdad histórica” del entonces Procurador Jesús Murillo Karam y después de las conclusiones a las que llegó el año pasado el Grupo de Expertos, “la nueva investigación sigue otras líneas que incluyen el autobús inicialmente no contabilizada; un nuevo estudio científico en el vertedero de basura donde los estudiantes fueron presuntamente quemados; y búsquedas más exhaustivas para los cuerpos de los estudiantes”.

Francisco Cox, uno de los expertos independientes, dijo al diario que el grupo espera contribuir a determinar la verdad. “Sin embargo, los casos de desapariciones no son fáciles y requieren tiempo para que los que saben lo que sucede hablen”.

Mientras tanto, dice The Wall Street Journal, varios padres de los estudiantes han acampado en la escuela en la espera del regreso de sus seres queridos, “vivos o muertos, ellos se conformaría con la verdad”.

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