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Redacción/SinEmbargo

09/09/2017 - 6:15 am

México, 070917 / Río revuelto / El conjuro de España

La imagen es poderosísima: la bandera de México ondeando sobre una montaña de escombros de lo que, hasta las 23 horas con 50 minutos del jueves, fue el Palacio Municipal de Juchitán, Oaxaca. Y no es la bandera que simboliza un Estado, sino la que simboliza a un pueblo que se está diciendo que todo esto pasará, así como han pasado otras desgracias, todas provocadas por la naturaleza.

México, 070917
Sobre el terremoto que sacudió los estados de Oaxaca, Chiapas y Tabasco principalmente, pero que fue perceptible en al menos 11 estados del país, es importante señalan que ante la desgracia, la gente está dispuesta a superar esta nueva desgracia, igual que ha superado otras a lo largo de la historia, dando muestras de solidaridad y apoyo entre unos y otros, así como también es de rescatar los protocolos de Protección Civil, que a raíz del sismo de 1985 se han ido puliendo, lo que ayudó que en la Ciudad de México no se viviera una desgracia como la de aquella mañana del 85, y hoy en el Excélsior, la periodista Yuriria Sierra, escribe que: “la imagen es poderosísima: la bandera de México ondeando sobre una montaña de escombros de lo que, hasta las 23 horas con 50 minutos del jueves, fue el Palacio Municipal de Juchitán, Oaxaca. Y no es la bandera que simboliza un Estado, sino la que simboliza a un pueblo que se está diciendo que todo esto pasará, así como han pasado otras desgracias, todas provocadas por la naturaleza. […]. Aunque, desde luego, también está esa otra imagen, la que se encuentra bajo esos escombros en los que se detiene la bandera: la tarde de ayer, Enrique Peña Nieto declaró luto nacional. Juchitán, en Oaxaca, se convirtió en uno de los lugares con más afectaciones del país por el sismo de la medianoche del jueves. En total, y para el momento en que se escriben estas líneas, se han contado 61 víctimas mortales. […]. La gran tarea, como siempre, sigue estando en las comunidades más vulnerables, tal como lo escribimos ayer, respecto a la llegada de esos otros fenómenos naturales que amenazan en el Atlántico y el Golfo. […]. Y es que aquí en la ciudad lo vivimos distinto. Cuando hace casi 32 años la Ciudad de México atravesó, hasta ese entonces, el terremoto más fuerte de su historia, las manos de ayuda llegaron de todas partes. Pero, así como le dijimos al mundo qué tan solidarios podemos ser, también iniciamos un largo camino de aprendizaje para que una emergencia como la de 1985 no nos volviera a suceder. Anteayer pudo ocurrir, pudo ser el día en que la Ciudad de México amaneciera en desgracia. No fue así. Los protocolos de protección civil se han ido puliendo con el paso de los años, lo mismo que sus códigos de construcción. Así como la manera en que se han estudiado estos fenómenos tectónicos. […]. La historia nos ha servido para, poco a poco, mejorar nuestro manejo de emergencias. Estos elementos evitaron que la de ayer fuera una tragedia mucho mayor. Estos dos Méxicos tienen mucho que aprender uno del otro, aunque más éste, el de la ciudad que el jueves por la noche sólo tuvo un susto. Porque ese otro, el que hoy está iniciando su proceso de reconstrucción, nos dio esa imagen de la bandera sobre los escombros, que no es un discurso nacionalista ni una oda a los símbolos patrios, sino un anzuelo para la esperanza de quienes hoy, más que otros días, sólo tienen eso para aferrarse y, a partir de ahí, levantarse otra vez…”.

Por su parte, en Milenio, hablan sobre la cancelación de una gira de trabajo de Miguel Ángel Mancera por los Estados Unidos, debido al sismo registrado la noche del jueves y poder supervisar las tareas en la Ciudad de México, y su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: “que el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, decidió este viernes cancelar su gira de trabajo que tenía programada para este fin de semana por Los Ángeles, en Estados Unidos, para celebrar el mes de Ciudad de México en esa urbe. Por eso prefirió mandar representantes y mantenerse aquí al tanto del impacto de las lluvias y seguir revisando las consecuencias del sismo de magnitud 8.2 la noche del jueves, pese al saldo blanco reportado hasta anoche”.

Mientras que en el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, habla del discurso dado la tarde de ayer por el Presidente Peña desde Oaxaca, uno de los estados más afectados por el sismo, y asegura que: “el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, no ha dejado un minuto sin atender las consecuencias del sismo que remeció a parte del país la noche del jueves. La prioridad en Juchitán, Oaxaca, es restablecer el abasto de agua y alimentos, así como la atención médica de las personas afectadas, enfatizó Peña Nieto, acompañado por miembros de su gabinete. Aurelio Nuño, Secretario de Educación, informó sobre el número de escuelas afectadas y los pasos a seguir. La Cruz Roja mexicana comenzó la repartición de ayuda en los estados más afectados y la solidaridad de los mexicanos comienza a reflejarse en los centros de acopio. Es momento de hacer política en las calles, entre ruinas, y no en redes sociales, como muchos”.

Río revuelto 
Aprovechando la época de huracanes, en Reforma, el escritor Jorge Volpi, hace una analogía con lo que sucede dentro de los partidos políticos en México, esto por los conflictos internos que ocurren en cada uno de ellos, como la pelea del Partido Acción Nacional para establecer quién será candidato presidencial de ese partido, en el Partido de la Revolución Democrática y las salidas constantes de sus integrantes hacia Morena, el mismo partido de López Obrador, que se vio afectado después de la encuesta interna para elegir a Claudia Sheinbaum como la indicada para competir por la jefatura de Gobierno en la Ciudad de México, y del Partido Revolucionario Institucional, que si bien no está en conflicto interno, sí bajo niveles mínimos de popularidad; así  lo escribe: “si en términos meteorológicos nos hallamos en plena temporada de huracanes, con precipitaciones, vientos e inundaciones atípicas, nuestro ámbito político no se queda atrás al iniciar un periodo preelectoral plagado de traiciones, reproches, falsedades y divisiones. Todos los actores políticos, y en particular el gobierno y los partidos, son a la vez responsables y víctimas de esta fiebre y este nerviosismo que los lanza unos contra otros, […]. Nadie escapa a este torbellino de ataques encubiertos, pactos rotos, agendas ocultas, vaivenes inesperados e inverosímiles alianzas. […]. En el Antiguo Régimen, el año de la sucesión […] era el de los golpes debajo de la mesa al interior de una clase política más o menos unificada; en los tiempos de la democracia, de nuestra endeble y renqueante democracia, el espectáculo se vuelve público y todos contemplamos el obsceno show de codazos y zancadillas a plena luz, aunque sin entender bien a bien qué pretenden sus actores, qué planean y cuál será a fin de cuentas el resultado de las pullas. Con un Partido Revolucionario Institucional en mínimos de popularidad, la oposición se ha convertido en una deplorable arena de box en donde el más puro egoísmo -no hemos escuchado una sola propuesta de país- prevalece sobre el espíritu de grupo. Cada cual ve solo para sí, con absoluta indiferencia hacia el cúmulo de problemas internos y externos que agobia al resto de los mexicanos. […]. En el Partido Acción Nacional, la rabiosa pugna por el control del partido entre Zavala y Anaya […] provoca que ambos bandos se valgan de la guerra sucia en un calamitoso show en el cual la elección del fiscal se vuelve moneda de cambio en la siempre escabrosa relación de este partido con el Partido Revolucionario Institucional. En el Partido de la Revolución Democrática, las pugnas no son menos torvas: un tercio del partido […] se suma a López Obrador, mientras el aparato fragua una alianza con su enemigo histórico, el Partido Acción Nacional, […]. Morena tampoco se salva: tras la ridícula encuesta que dio el triunfo a Claudia Sheinbaum como candidata a la Jefatura de Gobierno de la capital, una de sus principales figuras […], Ricardo Monreal, también amenaza con la escisión y ya se vende al mejor postor: aunque el partido estará mejor sin él, su salida revela el modelo autoritario que sigue animando López Obrador, de nuevo puntero en las encuestas y de nuevo dispuesto a autosabotearse hasta el final. […]”.

El conjuro de España
En El Universal, el periodista Salvador García Soto, nos habla de la manera en que Emilio Gamboa, líder del Partido Revolucionario Institucional en la Cámara de Senadores convenció a algunos integrantes del Partido Acción Nacional a votar a favor del que se suponía iba a ser el Nuevo Fiscal General de la Nación, menciona que fue en España con motivo del 40 aniversario del restablecimiento de las relaciones entre ambos países, y en es4 viaje, comenzaron las negociaciones, y escribe que: “el golpe al Partido Acción Nacional en el Senado, fraguado desde la oficina de la Coordinación del Partido Revolucionario Institucional en esa Cámara, no fue un acto ni improvisado ni espontáneo. Un par de meses antes de que se echara a andar la estrategia con la que se dividió a la bancada panista en el Senado, el líder priísta, Emilio Gamboa Patrón, aprovechó un viaje a España, con una delegación de 9 senadores —entre ellos los panistas Ernesto Cordero, Jorge Lavalle, Octavio Pedraza Gaitán y Mariana Gómez del Campo— para proponerles a los legisladores calderonistas una negociación: su apoyo para impulsar la aprobación de la Ley de la Fiscalía General a cambio de dejarle al panismo el nombramiento del fiscal anticorrupción y negociar posiciones. En la ciudad de Pontevedra, a donde acudieron como parte de una delegación del Senado que asistió a la Reunión Interparlamentaria México-España, del 10 al 12 de julio pasados, y con la que se conmemoraba el 40 aniversario del restablecimiento de relaciones entre los dos países en 1977, los panistas y el líder senatorial del Partido Revolucionario Institucional tuvieron varios encuentros ‘informales’ en los que Gamboa comenzó a esbozar las posibilidades de un ‘acuerdo’ con el bloque calderonista en el Senado, en el que ya se hablaba de la designación de un senador de ese grupo para la Mesa Directiva. […]. En esos días había estallado ya el conflicto entre la Presidencia de la República y Ricardo Anaya por las elecciones del 4 de junio, en las que el dirigente del Partido Acción Nacional presionó para que se negociara la elección en Coahuila a cambio de que los panistas no impugnaran el triunfo de Alfredo del Mazo en el Estado de México. […]. Fue en ese contexto que Gamboa se acercó en España a los senadores calderonistas para ofrecerles una negociación en la que Cordero era la pieza fundamental para dar un golpe a Anaya y dividir no sólo al Partido Acción Nacional, sino a su bancada senatorial. […]. Hábil como pocos en las negociaciones parlamentarias, Gamboa Patrón quiso asegurar la votación de la Ley de la Fiscalía General que le iba a dar el ‘pase automático’ a Raúl Cervantes y para ello buscó amarrar el mayor número de votos panistas posibles. Cordero le había ofrecido 12 votos de senadores calderonistas, lo que resultaba más que suficiente para sacar la mayoría simple de 65 votos que necesitaban. […]. Comenzó el jaloneo por la Mesa Directiva y mientras fintaba con nombres de priístas para las dos posiciones, Gamboa tejía fino su acuerdo con los calderonistas. […]. Vendrían después las propuestas rechazadas del Partido Acción Nacional y la jugada magistral de Gamboa para llevar a Cordero a la presidencia del Senado, con el voto de los cinco panistas hoy señalados de ‘traidores’. Esa fue la historia del ‘Conjuro de España’ que terminó con el PAN dividido, con Peña Nieto y el Partido Revolucionario Institucional con nuevos aliados dentro del panismo, y con un #FiscalCarnal que quisieron meter a la fuerza por segunda vez, pero se les volvió a caer, […]”.

Morena en condominio 
Luego de las recientes llegadas de diferentes actores políticos de otros partidos a Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador, pareciera que se está convirtiendo en un condominio por la cantidad de nuevos integrantes, con tal de servir y ayudar al líder del partido a ganar la presidencia de la República, de esto en Milenio, el periodista Hugo García Michel, hoy escribe que: “Morena se está convirtiendo, a pasos agigantados, en el gran condominio político de México, ese en donde muchos quieren vivir, convencidos como están de que en las elecciones presidenciales del año próximo el ganador será el dueño del cada vez más obeso condo. Por eso en estos días llegaron tres notorios […] nuevos inquilinos: los inefables e inenarrables René Bejarano, Dolores Padierna y Leonel Godoy. Pura fina persona, oiga usté. Lo del matrimonio Bejarano estaba más que cantado, una vez cumplida su labor de zapa dentro del Partido de la Revolución Democrática. Lo de Godoy como que da lo mismo […]. La cuestión es que Morena […] se transforma cada vez más en una especie de Babel en la que caben todos los lenguajes y todas las razas políticas, siempre y cuando los que van arribando juren fidelidad y obediencia absoluta al supremo pontífice moreno. ¿Que estoy siendo sarcástico? Ojalá así fuera. Por desgracia, lo que describo es una verdad que puede verse a diario, con tanta defección de gente “de izquierda” que busca el cobijo de la gran túnica amloísta. ¿Que los atrae la ambición y la idea de la repartición de puestos y prebendas una vez que su patrón consiga al fin la tan anhelada Presidencia de la República? ¿O no será que se trata de gente idealista y moralmente intachable que lo único que busca es el bienestar de los mexicanos? Ok, esta vez sí fui sarcástico. Del lado perredista, deberían agradecer que se están librando de tanta escoria y de tanto infiltrado. No sé cuál sea el futuro del partido del sol azteca y si logrará sobrevivir a 2018, pero cuando menos ya tienen menos lastre y la creación del Frente Amplio Democrático podría ser una tabla de salvación. Podría. Mientras tanto, el condominio de Morena crece y se ensancha. A ver qué sucede con semejante promiscuidad”.

AMLO y Norcorea, ¿amor del bueno?
En El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “Alberto Anaya, dirigente y dueño del Partido del Trabajo, no hay duda de su afinidad con el régimen de Kim Jong-un, porque no tienen reparos en invitar a Corea del Norte a sus actos políticos. Pero llama la atención que, tras la declaratoria oficial de persona non grata al embajador norcoreano Kim Hyong Gil por parte del gobierno mexicano, los morenistas Ramón Jiménez López y Ana Juana Ángeles Valencia, ex candidato a jefe delegacional en Gustavo A. Madero y diputada en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, se solidarizaron ayer con don Kim Hyong Gil. Ambos acudieron a la representación de esa nación asiática y arroparon al diplomático, quien dio un posicionamiento tras su expulsión por las constantes violaciones de su país a las resoluciones de la ONU, al realizar pruebas atómicas. ¿Jiménez López y Ángeles Valencia habrán acudido con la representación y permiso de Andrés Manuel López Obrador o saldrán a justificarse con la ya conocida respuesta de que su presencia fue ‘a título personal’?”.

Continúa su presencia
En el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “en el ámbito Judicial dicen que, pese a renunciar como consejero jurídico de la Presidencia, Humberto Castillejos sigue muy presente, y no sólo por su aspiración de llegar a la Suprema Corte. Cuentan que ha cabildeado fuerte para que Rolando Villafuerte se convierta en magistrado de la Sala Regional Especializada del Trife, instancia que resuelve los procesos de sanción iniciados por el Instituto Nacional Electoral. El personaje es recordado porque, como secretario de estudio y cuenta del Tribunal, armó el dictamen que exoneró en el 2015 a Enrique Peña Nieto por el escándalo Monex y que fue presentado al pleno por el ex magistrado Pedro Penagos. Ya se verá qué tanta influencia tiene Castillejos en el Poder Judicial en donde -se supone- no aplica aquello de las cuotas y los cuates”.

 

 

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