En Barcelona unas 4 mil 500 personas se manifestaron en contra de la independencia de Cataluña, mientras los partidos secesionistas prosiguen las negociaciones sobre una hoja de ruta hacia la separación de España.
Madrid, 13 oct (dpa) – España celebró el 12 de Octubre, su Fiesta Nacional, con un alarde de unidad institucional frente al desafío independentista de Cataluña y en medio de críticas de la izquierda a la conmemoración del Día de la Hispanidad.
El rey Felipe VI, en uniforme de gala de la Armada y acompañado por la reina Letizia y sus dos hijas, presidió en Madrid un vistoso desfile militar arropado por las máximas autoridades del país, encabezadas por el jefe del gobierno Mariano Rajoy y sus ministros.
Después abrió las puertas del Palacio Real en una recepción a unos mil 600 miembros destacados del mundo político e institucional, pero también de la sociedad civil, como deportistas, artistas y científicos, entre otros.
La Constitución española sitúa al monarca como símbolo de la unidad de España, y la Casa Real y el Ejecutivo de Rajoy trabajaron para garantizar la presencia de los jefes de los gobiernos regionales y presentar la jornada como un acto de reafirmación nacional.
Dos semanas después de que un 48 por ciento de los ciudadanos de Cataluña apoyara opciones independentistas en las urnas, estuvieron todos excepto el catalán Artur Mas y los de País Vasco y Navarra, situados también en posiciones rupturistas.
El otro gran ausente fue Pablo Iglesias, el líder del partido Podemos, que declinó asistir a la recepción tras una polémica en torno a si estaba invitado o no.
La Alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que fue a las elecciones municipales en una plataforma en la que se integraba Podemos, calificó de celebración de un “genocidio” el Día de la Hispanidad. “Vergüenza de Estado aquel que celebra un genocidio, y encima con un desfile militar que cuesta 800 mil euros”, escribió en Twitter.
El Alcalde de Cádiz, José María González ‘Kichi’, de Podemos, también criticó la fiesta. “Nunca descubrimos América, masacramos y sometimos un continente y sus culturas en nombre de Dios. Nada que celebrar”, manifestó en Twitter.
En una mañana amenazante de lluvia y tras el tradicional homenaje a los caídos, por el madrileño Paseo del Prado desfilaron 3 mil 500 militares y miembros de la Guardia Civil, 400 más que en 2014.
Casi medio centenar de aeronaves del Ejército del Aire surcaron el cielo de la capital española en una exhibición aérea y otros tantos vehículos militares recorrieron uno de los ejes más emblemáticos del centro de la ciudad.
El Ministerio de Defensa invirtió este año 800 mil euros en la parada militar.
El gobierno de Rajoy quiso esta vez implicar más a los ciudadanos en la celebración de la Fiesta Nacional, que carece del arraigo popular de otros países de Europa, y bautizó la jornada como “El día de todos”. En paralelo, organizó actividades relacionadas con la fiesta y abrió gratuitamente los museos estatales de Madrid.
En Barcelona, entretanto, unas 4 mil 500 personas se manifestaron hoy en contra de la independencia de Cataluña, mientras los partidos secesionistas, que lograron mayoría absoluta en el nuevo Parlamento regional, prosiguen las negociaciones sobre una hoja de ruta hacia la separación de España en abierto desafío al Estado.
