Escuelas libres de alimentos “chatarra” son la clave para combatir obesidad: ONGs

18/03/2015 - 12:01 am
Foto: Cuartoscuro
Reducir el consumo de azúcar y sal es una de las claves para disminuir los niveles de obesidad. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México,  18 de marzo (SinEmbargo).– Uno de cada tres niños sufre de sobrepeso u obesidad tan solo en México. A nivel global, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calculó que para 2010 había por lo menos 42 millones de infantes con sobrepeso. Ante estas cifras, asociaciones en defensa del consumidor exigen como prioridad a los gobiernos garantizar el acceso a una alimentación saludable y libre de productos chatarra, y su publicidad, en las escuelas.

La organización Consumers International (CI, por sus siglas en inglés), en conjunto con las más de 250 asociaciones que agrupa y miles de personas alrededor del mundo, lanzó un llamado a la OMS el pasado 15 de marzo para que se haga un tratado global con el que se establezcan directrices para asegurar el derecho a la buena alimentación de la población, entre sus peticiones, además de reducir el consumo de azúcar y sal, está el garantizar alimentos saludables en los centros educativos.

Los niños con sobrepeso u obesidad tienen mayor riesgo de padecer asma, presión arterial alta, trastornos muscoloesqueléticos, hígado graso, resistencia a la insulina y diabetes tipo 2. La amplia mayoría de ellos vive en países con ingresos bajos o medianos, donde la tasa de aumento ha sido más de un 30 por ciento superior a la de los países con ingresos altos, se plantea en un informe de CI.

Mediante mecanismos similares a los utilizados con el “Convenio Marco para el Control del Tabaco”, estas organizaciones piden que el tratado para proteger y promover las dietas saludables incluya medidas para convertir las escuelas en ambientes seguros para los niños a través de dos medidas principales: el control de la publicidad, la promoción y el patrocinio enfocado a niños, a fin de protegerlos de la exposición a promociones de productos alimenticios y bebidas poco saludables y la aplicación de normas basadas en la nutrición y la alimentación para el funcionamiento de los servicios de alimentos que atienden a las escuelas, los hospitales y las instituciones públicas.

Dentro y fuera de las escuelas suelen venderse alimentos con alto contenido de azúcar, grasa y sal. Foto: Cuartoscuro
Dentro y fuera de las escuelas suelen venderse alimentos con alto contenido de azúcar, grasa y sal. Foto: Cuartoscuro

Debido a la probada conexión que hay entre la publicidad de alimentos y las preferencias y pautas de consumo en los niños, ya sea a través de comerciales televisivos, regalos llamativos, mascotas o canciones, las bebidas y alimentos altos en azúcar logran colarse en las dietas de los menores afectando su salud.

Como parte del paquete de medidas que se requiere para proteger y promover las dietas saludables, el CI exige también:

  • Escuelas libres de promoción de alimentos poco saludables
  • Suministro gratuito y seguro de agua potable en todas las escuelas
  • Normas sobre el contenido nutricional de los alimentos que se venden en las cafeterías, máquinas expendedoras, etc.
  • Compra y puesta en servicio de actividades que promuevan el consumo de alimentos más saludables y que limiten el consumo de alimentos poco saludables

Ya varios países han implementado algunas regulaciones para alejar a los menores de este tipo de comida alta en azúcar, grasa y sal.

Por ejemplo, en Brasil en 2014 se aprobó una resolución en la cual todos los tipos de publicidad dirigida a los niños se considera abusiva, y por ende, ilegal. Abarca todos los tipos de medios y menciona explícitamente el uso de canciones, personas o personajes famosos que apelen a los niños, el uso de artículos coleccionables o juguetes y competencias con actividades o juego.

En Chile, en 2012 se aprobó un ley que incluye las restricciones a la publicidad dirigida a los niños menores de 14 años de alimentos que se hayan definido en la categoría “exceso”, es decir, que pase ciertos niveles de energía, grasas saturadas, azúcares y contenido de sodio

Desde 2007, en Reino Unido se cuenta con un reglamento que exige a las escuelas garantizar en todo momento el suministro de agua potable en los centros educativos.

El gobierno de México, como parte del Acuerdo Nacional por la Salud Alimentaria de 2010, la Secretaría de Educación (SEP) y la de Salud (SSa) establecieron un conjunto de normas para la venta y publicidad de ciertos alimentos y bebidas dentro de las escuelas. Para 2013, dentro de la Estrategia nacional contra el sobrepeso, la obesidad y la diabetes, el gobierno aprobó la legislación sobre la promoción de alimentos y bebidas que se venden en las cooperativas escolares.

“Están prohibidas todas las bebidas azucaradas, y de lunes a jueves solo se pueden vender frutas, verduras, productos integrales y agua. Los viernes se pueden vender productos de alimentos procesados, pero solo los que contengan niveles muy bajos de azúcar, sal y grasa”, explican en el informe.

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