La poetisa novohispana Sor Juana Inés de la Cruz, máxima representante del barroco literario, fue una religiosa de la orden de San Jerónimo. Antes de ingresar perteneció a la orden de las Carmelitas Descalzas, pero decidió abandonarla por su extrema rigidez. Como monja jerónima, vivió durante 27 años en el convento ubicado en José María Izazaga 92, en el Centro Histórico de la ciudad de México. A continuación de te presentamos algunos datos sobre este histórico edificio:
1.- El convento de la orden de San Jerónimo comenzó a construirse en la ciudad de México el 29 de septiembre de 1585, el día de San Miguel Arcángel a la víspera del día de San Jerónimo. El nombre completo de este recinto fue “Convento de Nuestra Señora de la Expectación, de la Orden de Nuestro Padre San Jerónimo de la Ciudad de México”.
2.- El estilo arquitectónico del convento de San Jerónimo fue el barroco herreriano, nombrado de tal forma en honor al arquitecto montañés Juan de Herrera (1530–1597), quien reorganizó el proyecto del Monasterio de El Escorial, Madrid.
3.- Para las monjas jerónimas la educación era fundamental, por eso en un costado de la construcción se erigió un Colegio de niñas, en donde se enseñaban ciencias, literatura y artes. La vocación de Sor Juana Inés de la Cruz encontró en esta orden religiosa un espacio idóneo para el desarrollo de sus saberes y su amplia creación literaria.
4.- El Convento de San Jerónimo sufrió un deterioro constante durante las inundaciones de los siglos XVI y XVII. Sin embargo, en el siglo XVIII se prestó atención a su estructura y se le hicieron una serie de reparaciones y ampliaciones con el fin de mantenerlo en funcionamiento.
5.- En la primera mitad del siglo XIX se construyó el Gran Claustro en el convento de San Jerónimo, sin embargo poco tiempo después fue expropiado debido a la Ley Lerdo, que se expidió en 1856 y formó parte de las Leyes de Reforma. Su estructura pasó a manos del gobierno y se utilizó como cuarte de las tropas del ejército federal y hospital militar entre 1861 y 1867.
6.- El deterioro del convento de San Jerónimo aumentó exponencialmente hacia finales del siglo XIX, hasta que el expresidente Manuel González (que fue compadre de Porfirio Díaz) otorgó el convento casi en ruinas como pago al arquitecto Antonio Rivas Mercado, quien por su parte lo regaló a sus hijas.
7.- En la primera mitad del siglo XX el convento de San Jerónimo fue adaptado como teatro bajo el nombre “Ulises”, y también un salón nocturno conocido como “El Pirata”. Tras este episodio y un periodo de abandono, el convento estuvo en grave riesgo de ser demolido por el deterioro de su estructura.
8.- A pesar del abandono, el convento fue estudiado por el antropólogo Arturo Romano, quien se interesó por los vestigios novohispanos que aún conservaba. Posteriormente el historiador Francisco de la Maza realizó gestiones para impedir el saqueo de sus riquezas.
9.- El presidente José López Portillo apoyó la restauración y elevó el convento de San Jerónimo al nivel de Patrimonio Nacional. Actualmente ostenta el rango de Patrimonio de la Humanidad por UNESCO.
10.- En 1979 el gobierno mexicano otorgó el inmueble a la Universidad del Claustro de Sor Juana por decreto presidencial. Desde entonces es el único ex convento que se adaptó para ser utilizado como universidad.
Publicado por Wikimexico / Especial para SinEmbargo
