Jon Hamm nunca quiso ser el actor del momento en Hollywood: la culpa la tiene “Mad Men”

19/04/2014 - 12:30 am
Jon Hamm en la serie de su vida. Foto: HBO
Jon Hamm en la serie de su vida. Foto: HBO

Ciudad de México, 18 de abril (SinEmbargo).- Al actor estadounidense Jon Hamm el éxito le llegó tardíamente, lo que no es sin duda un hecho desafortunado para la gran estrella televisiva en que se convirtió gracias a la serie Mad Men.

Este verdadero portento frente a la cámara, nacido hace 43 años en Missouri, considerado uno de los hombres más sexys de la pantalla chica, tiene melancolía, escepticismo, ironía y desapego en dosis exactas como para no haberse dejado encandilar nunca por las luces falsas del espectáculo industrial.

De hecho, antes de ser elegido medio a regañadientes (creían que no estaba demasiado buenón, si se nos permite la licencia poética) para encabezar el programa creado por Matthew Weiner y que cuenta la historia de Don Draper, un héroe de la Guerra de Corea, con la identidad cambiada, orígenes humildes y una personalidad más que complicada, trabajaba como camarero y había hecho pequeños papeles en algunas series televisivas.

Ahora todos miran a Jon Hamm. No sólo porque después de seis temporadas de Mad Men, cuando acaba de iniciar la última entrega de la saga de los publicistas neoyorquinos más guarros, alcohólicos y nicotínicos del planeta, es uno de los rostros más conocidos de la televisión mundial, sino también porque también ha demostrado moverse muy bien en otros registros.

Por caso, cuando hizo del pretendiente guapo aunque medio bobalicón de Tina Fey en la recordada serie 30 Rock e hizo gala de grandes cualidades para la comedia, un hecho que sorprendió incluso a la propia Liz Lemon.

EL ENIGMÁTICO JON HAMM

Un galán a menudo comparado con Tyrone Power y Humprhey Bogart. Foto: EFE
Un galán a menudo comparado con Tyrone Power y Humprhey Bogart. Foto: EFE

Si en Mad Men, habla poco, a veces monosilábicamente y juega al misterio y al enigma, no es más prístino en la vida real y aunque el galán ha dicho que lo único que lo une al mujeriego y mentiroso Don Draper es que “ambos somos personas complicadas”, lo cierto es que no es muy fácil saber cosas de Hamm.

No da muchas entrevistas y aparece poco en las festicholas de Hollywood. Desde 1997 está en una relación abierta con la, actriz directora y guionista Jennifer Westfeld, con la que ha emprendido diversos proyectos cinematográficos en la productora de ambos, Points West Pictures, entre ellos Kissing Jessica Stein (2001) y Friends with kids (2011)

En la etapa final de Mad Men, se muestra empeñado en hacer cuanto papel gracioso se le ofrezca para sacarse de encima el traje de canalla con que vistió al exitoso publicista de la avenida Madison, amante de las mujeres, del whisky y de falsear siempre la realidad, un cuadro que pinta a su antojo, a veces no con los mejores pinceles ni con los colores más brillantes.

Fue un destacado anfitrión de Saturday Night Live y con el actor estadounidense Daniel Radcliffe grabó en Londres la miniserie A Young Doctor’s Notebook

Adora la cerveza Budweiser, jugar al Scrabble y se niega a juzgar a su personaje en la serie que desde su aparición, en 2007, ha batido varias veces su récord de audiencia y se juega una carta fuerte en su última temporada.

El estreno (el domingo 13 en los Estados Unidos, un día antes de su versión subtitulada en el mercado latinoamericano) no mostró sin embargo los números esperados.

El show atrajo a 2,3 millones de telespectadores y no consiguió igualar la marca de 3,4 millones de telespectadores que vieron el estreno de la sexta temporada el año pasado, de acuerdo a datos recopilados por la firma Nielsen y divulgados por AMC.

La séptima y última temporada se estrenó el 14 de abril por HBO. Foto: HBO
La séptima y última temporada se estrenó el 14 de abril por HBO. Foto: HBO

Como sea, el prestigio de Jon Hamm sigue intacto, quien adora a su personaje.

“Don Draper no ha cambiado demasiado, es quien es y quien siempre ha sido. Lo cual es trágico, fascinante, asqueroso y emocionante a la vez”, dijo el actor en una entrevista con la agencia efe.

“Interpretar no es una competición, no siento ninguna presión por superar a Don” agrega la estrella, cuya gran paradoja consiste en haber dotado de misterio y encanto a un personaje ampliamente detestable como el archinombrado Don.

“El público conecta con Don porque entiende su sensación de insatisfacción personal. Por otro lado, un actor está supeditado a la calidad de los guiones y seré muy afortunado si vuelvo a trabajar con alguien con tanto talento y creatividad”, dice en relación a Matthew Weiner, creador de Mad Men.

La serie deslumbra por la dirección de arte y el vestuario. Foto. HBO
La serie deslumbra por la dirección de arte y el vestuario. Foto. HBO

Hamm, quien en breve estrenará el filme Million Dollar Arm-, tiene un éxito que emula al de Draper, un brillante publicista que también ha ido recolectando fracaso tras fracaso en su vida personal y arrastra el peso de un oscuro secreto.

“Don recorre un camino muy áspero en su vida, su profesión y su existencia, y eso es muy duro”, dice el protagonista de la serie que ha dividido su última temporada en dos apartados de siete episodios cada uno, por lo que acabará en primavera de 2015.

“Todas las cosas buenas acaban.  Hemos preparado la serie para el final, forma parte de la experiencia de contar historias, hay un principio, una mitad y un final”, concluye Jon Hamm.

Con información de efe

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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