El caso de “El Bocinas” exhibe a Graco… y más aún a Mancera, justo cuando negocia su “Escudo Centro”

21/12/2012 - 5:00 pm

Ciudad de México, 21 de dic (SinEmbargo).– Antonio Román Miranda, alias “La Moña” y Crisóforo Rogelio Maldonado Jiménez, “El Bocinas”, supuestos líderes del cártel de Los Rojos en Morelos y Guerrero, sobrevivieron al ataque de una banda rival el pasado 10 de diciembre. Pese a sus presuntas actividades delictivas pidieron ayuda a las autoridades; y no sólo los dejaron ir: los socorrieron.

Con dos heridas, una en el abdomen y otra en el hombro, Maldonado Jiménez llegó a una clínica del IMSS en Plan de Ayala, Morelos, de donde fue dado de alta sin haber presentado una declaración ante del Ministerio Público. Por su parte, “La Moña” fue trasladado a las instalaciones de Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca, donde luego de ser cuestionado sobre el ataque del que salió ileso, se retiró por la puerta principal escoltado por policías ministeriales.

Debido a sus lesiones, “El Bocinas” ingresó al hospital Médica Sur de Tlalpan en el DF. Ahí dos hombres vestidos de médicos burlaron la seguridad y lo asesinaron. Todo en medio de la laxa presencia de autoridades locales. En Morelos se argumentó que ambos hombres “no tenían antecedentes penales”; en el DF, que “falló la colaboración entre dependencias” y que la información sobre el presunto capo ya muerto, llegó muy tarde.

Mal momento para dos gobiernos nacientes: el de Miguel Mancera en el Distrito Federal, y el de Graco Ramírez en Morelos.

Y peor aún para Mancera, quien está en plena venta de su proyecto “Escudo Centro” entre los gobernadores de la región. Este plan de seguridad pretende enfatizar en la coordinación. Morelos y el Distrito Federal son gobiernos de izquierda y, en teoría, estrían más coordinados. Este caso expuso que no es así.

En Tres Marías, Morelos, el 8 de junio de este año, Miguel Ángel Mancera, entonces candidato del Movimiento Progresista a Jefe de Gobierno del Distrito Federal, firmó el acuerdo “Seguridad para Todos” con Graco Ramírez, candidato por el Movimiento Progresista para Gobernador del Estado de Morelos. Foto: Guillermo Perea / Cuartoscuro

SIN ANTECEDENTES PENALES

La mañana del pasado lunes 10 de diciembre, dos hombres que viajaban en un vehículo Volkswagen GTI color blanco por la avenida Plan de Ayala en el estado de Morelos se acercaron a elementos de la Policía Vial para pedir ayuda, uno de ellos estaba lesionado. Se trataba de Crisóforo Rogelio Maldonado Jiménez, “El Bocinas”, y Antonio Román Miranda, alias “La Moña”, presuntos líderes del cártel de Los Rojos en Morelos y Guerrero.

Supuestamente habrían sido atacados por miembros de Los Guerreros Unidos en la colonia Flores Magón de Cuernavaca.

El auto tenía diversos impactos de bala, mientras que Maldonado Jiménez presentaba una herida en el hombro y otra en el abdomen, por lo que los agentes no dudaron en solicitar una ambulancia para trasladar al hombre al Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Plan de Ayala.

En ningún momento los policías pensaron que se trataba de capos de alto nivel.

Según autoridades municipales, estatales y federales, ni “La Moña”, ni “El Bocinas” “tenían antecedentes penales, estaban limpios”; además, el vehículo en el que se trasladaban no contaba con reporte de robo, por eso no se les detuvo en su momento, pese a que era sabido en la zona quiénes eran en realidad esos hombres.

A través de un comunicado, publicado en diversos medios locales, autoridades municipales de la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca, señalaron días después del ataque que en tanto Maldonado Jiménez se encontraba en el nosocomio, Román Miranda estaba en la instalaciones de la dependencia para ser entrevistado, pero “no lo pudieron detener pues no había elementos jurídicos para hacerlo”.

Ese mismo día “El Bocinas” fue dado de alta del hospital y “La Moña”, presuntamente escoltado por policías, salió de la instancia municipal sin problema alguno.

LA FUGA

Días más tarde, el 14 de diciembre, el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, confirmó que Crisóforo Rogelio Maldonado Jiménez había podido fugarse del hospital donde estaba ingresado gracias a la ayuda del director en turno, pues lo dio de alta, pese a las heridas que presentaba, impidiendo así que rindiera su declaración ante el Ministerio Público.

De acuerdo con el diario Excélsior, ante tal situación el procurador estatal Mario Vázquez Rojas, presuntamente guardó total hermetismo en torno al caso y hasta el día siguiente habría confirmado la fuga de Antonio Román Miranda, quien acompañaba a Maldonado Jiménez.

Graco Ramíez detalló que además de evadir a las autoridades, la misma tarde de su fuga Crisóforo consiguió un amparo que le habría concedido el el juez Segundo de Distrito en el estado de Morelos, José Leovigildo Martínez Hidalgo; sin embargo, el 19 de diciembre el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) desmintió que el Juzgado Segundo de Distrito con sede en Cuernavaca haya realizado tal acción.

En el caso de Román Miranda, “La Moña”, éste habría salido de la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca, sin complicaciones y con la ayuda de un grupo de Policías Ministeriales.

De acuerdo con una nota publicada en El Universal el 20 de diciembre, los testimonios de tres oficiales municipales aseguraron que cinco policías escoltaron a Román Miranda hasta la avenida Colegio Militar, donde uno de los agentes llamó con la mano al conductor de un Mazda rojo que se encontraba por al zona, éste se detuvo y se llevó al presunto capo.

Luego de conocerse quiénes eran en realidad ambos hombres, la Procuraduría General de Justicia inició procedimientos administrativos y penales contra los agentes Ministeriales que escoltaron al presunto narco.

Guillermo Barcklay Arce, secretario de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca, reconoció que él mismo permitió que Román Miranda saliera caminando de la dependencia que encabeza, relató Milenio.

LO ASESINAN EN MÉDICA SUR

Luego de ser dado de alta del IMSS, Maldonado Jiménez fue trasladado a la clínica Médica Sur , ubicado en Tlalpan, en la Ciudad de México.

Reforma señaló que el domingo 16, cerca de la medianoche, dos sujetos vestidos de médico y con cubrebocas bajaron de un vehículo compacto de color oscuro e ingresaron por la entrada principal del hospital.

De acuerdo con imágenes del circuito cerrado del lugar, los sujetos caminaron por las escaleras de la Torre de Diagnóstico y llegaron al primer nivel, hasta la habitación donde se encontraba “El Bocinas”, a quien ejecutaron.

Según las indagatorias de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF),  los hombres salieron por una puerta de servicio en la parte trasera del hospital, donde ya los esperaba un tercer cómplice en el mismo vehículo en el que llegaron.

Tras este suceso, las autoridades han declarado diversos datos sobre los hechos, en medio de críticas y cuestionamientos por su proceder.

 

AUTORIDADES EN DUDA

El 18 de diciembre el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, aseveró que no se trata de la responsabilidad del procurador estatal, Mario Vázquez; el acto delictivo es corresponsabilidad de quien lo cometió, dijo.

“Es la colección de varios intereses; Policía Municipal de Cuernavaca, agentes ministeriales que están ya detenidos; nos faltan dos, los cuales se dieron a la fuga; vamos a ir por ellos, y vamos a ir advertimos incluso el director del hospital, vamos a revisar su situación porque no quiso que declarar”, refirió.

Más tarde, el mandatario estatal sostuvo que “no hubo negligencia en Morelos. A policías municipales y agentes ministeriales se les investigan y ya se giraron órdenes de aprehensión”.

“Toda persona que llega con una agresión de esas características tenía que haber declarado, la causa, razón y motivo de por cual fue herido; no se hizo, no se nos permitió hacer la declaración ante el Ministerio Público, lo intentamos, teníamos la custodia, se consiguió un amparo; el doctor se apresuró en dar un facultativo para llevárselo, sabíamos que era importante su declaración para nosotros, era una declaración relevante”, expuso.

“Sabemos quiénes son estas personas; las tenemos identificadas desde hace ya tiempo, y era una oportunidad para detenerlos e iniciar un proceso de detención para ellos, son las cosas que ocurrían aquí antes y nadie sabía”, indicó.

Por su parte, al día siguiente el Procurador capitalino, Rodolfo Ríos Garza, reveló que la Procuraduría de Morelos tardó cinco días en aportar información referente de la carpeta de investigación en torno de Crisóforo Rogelio Maldonado Jiménez, lo que ocasionó la falta de custodia del presunto capo, como debió haberse dado en un prinicipio.

Ríos Garza manifestó que “El Bocinas” ingresó al hospital en calidad de víctima y “no figuraba en las listas de mandamientos judiciales ni tampoco en Plataforma México, por lo que se desconocía las implicaciones jurídicas o el historial delictivo del sospechoso”.

Además, expresó que hubo confusión pues la hija del presunto líder de la organización criminal Los Rojos aseguró que su padre era contratista en Morelos y no mencionó alguna otra actividad.

El titular de la PGJDF también reconoció que falló la colaboración entre la dependencia a su cargo y las autoridades de Morelos. Evidentemente es un hecho que está a la vista de todos, pero es un caso aislado, dijo.

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