Muñecos con manos cubriendo su rostro y unas equis como ojos, réplicas de Mickey Mouse con huesos atravesados en la cabeza, o intervenciones en iconos de la cultura pop como Bob Esponja y Los Pitufos, son los sellos distintivos de KAWS, un artista visual que cambió los muros de Nueva Jersey por los de las galerías más prestigiosas del mundo, por supuesto, con ganancias de millonarias en el inter.
Su nombre real es Brian Donnelly, nació en Jersey City en 1974 y pasó parte de su adolescencia plasmando el que sería su nombre artístico en las paredes de su ciudad de origen y de Nueva York; fue con sus intervenciones a la publicidad en las calles donde nació la marca que se convertiría en su peculiar sello: ojos simulados por un par de taches y una especie de cráneo alargado, que al rodear el cuerpo de Kate Moss en un anuncio de ropa interior Calvin Klein, llevó a KAWS a obtener fama en el ámbito del street art.
Donnelly estudió en la School of Visual Arts de Nueva York, y tras graduarse viajó a Tokio, donde se estaba gestando la nueva corriente cultural del art toy.
En una entrevista con la T Magazine de The New York Times, KAWS dijo que su interés por involucrarse en el mundo de los juguetes de diseñador estuvo impulsado por la admiración hacia Tom Wesselmann y Claes Oldenburg y sus serigrafías de arte pop que luego se convirtieron en esculturas monumentales. “Siempre vi el hacer esculturas como algo inalcanzable. Así que cuando la idea de hacer un juguete llegó, era la única manera de que pudiera ver mi trabajo en tres dimensiones”, dijo a la revista.
En este mundo de las ediciones especiales, las piezas numeradas y los juguetes para adultos, el trabajo de KAWS se fue convirtiendo en lo más exclusivo, y por ende, de lo más caro.
En México, una de sus piezas más económicas, como el llavero “Chum” basado en su reinterpretación de Bibendum u hombre Michelin, costaba al rededor de $800 pesos.
Su pieza más representativa son los Companions, unos seres con cuerpo de Mickey Mouse, cabeza de calavera y ojos de cruz. El primero se introdujo en 1999 con un aspecto un tanto diferente a como lo conocemos ahora, tenía piernas más delgadas y un abdomen prominente. Cinco años después, KAWS diseñó una edición especial de 13 pulgadas, con el cuerpo más uniforme y una postura un poco más “cansada”.
Para 2006, el artista se unió a la compañía japonesa Medicom Toy para crear Original Fake, marca que comercializaría los juguetes de KAWS, además de ilustraciones, accesorios, stickers, prints y ropa diseñada por él mismo.
Ya con su nueva empresa presentó uno de sus Companions más laureados: el “Dissected”, que mostraba la mitad de su cuerpo con los órganos y músculos expuestos. Porteriormente tuvo algunas colaboraciones con otros artistas como el “No Future Companion” con Hajime Sorayama, y el que celebraría los diez años de su creación con Robert Lazzarini , que presentaba al primer Companion con el cuerpo distorsionado.
Sobre esta misma base, KAWS ha intervenido a personajes conocidos como Pinocho, Astro Boy y Snoopy; además de las ilustraciones de Bob Esponja, los Pitufos y la familia Simpson.
Algunas de estas piezas también llegaron a nuestro país, cada una en un número muy limitado y con precios a partir de los 4 mil pesos.
Otro ejemplo es el Companion “Rest in Place”, uno de los objetos más pequeños, pero también uno de los más costosos, el cual llegó a sobrepasar los siete mil pesos.
A la par de la producción de Original Fake, KAWS ha colaborado con otros reconocidos artistas y marcas en lo que ha significado un aumento en los bonos de ambas partes.
En 2007 se alió con Vans para diseñar unos tenis so pretexto del lanzamiento de la película de Los Simpson; al año siguiente elaboró unos flats para la prestigiosa firma de ropa Marc Jacobs, y más recientemente, en 2010 hizo una alianza -que algunos llamarían inevitable- con el sello cervecero Dos Equis.
Además ha elaborado portadas e ilustraciones en páginas interiores para renombradas revistas internacionales como Nylon, Complex, NY Magazine y Vogue.
Entre los trabajos por encargo que ha realizado para personajes famosos están las pinturas de Family Guy que hizo para adornar el penthouse de Pharrell Williams en Miami; otra ilustración de Dragon Ball Z para el cantante de ascendencia china Edison Chen, y el diseño de la portada del álbum 808s & Heartbreak de Kanye West.
Su aparición pública con mayor proyección hasta el momento se dio el 22 de noviembre de 2012 cuando su figura Companion participó en el desfile de Día de Gracias de Macy’s en Nueva York. Sus fans estaban emocionados, pero también recibió algunas críticas de quienes veían un tanto perturbador que un “Mickey Mouse muerto” sobrevolara la ciudad.
IMITACIÓN Y REPETICIÓN
Las influencias pop de KAWS no sólo se ven en los personajes que interviene sino en la manera en que, al igual que los máximos exponentes de la corriente, ha desdibujado la línea entre el arte elitista y el negocio.
Otro componente “pop” notorio en su trabajo es la repetición, tanto de personajes como de características. En varios momentos de su carrera, sus críticos se abalanzaron contra él, al señalar que sus creaciones carecían de originalidad.
Si Kaws ponía dos equis sobre los ojos de algún personaje famoso podría vender la pieza en cientos de dólares, o si hacía una modificación mínima en el color de determinada pieza, era un hecho que sus fanáticos correrían a comprarla.
Pero ¿por qué KAWS lo sigue haciendo y en dónde recae el éxito? En el folleto de su instalación en el Museo The Aldrich de Ridgefield se cuenta que para el artista sus piezas son como el reflejo de su propia vida, van creciendo y transformándose con él, las emociones por las que atraviesa en el momento en que las construye las hacen diferentes y únicas. Además alega a que la repetición de un personaje una y otra vez lo hace más relevante.
En cuanto a la imitación, el sitio de internet chino Labiology es famoso por vender réplicas exactas de las obras del artista, desde ilustraciones, llaveros hasta las propias piezas de vinyl, por supuesto, en una fracción mínima de precio.
Por ejemplo, una copia del Companion 5YL (que originalmente se llegó a vender hasta en 750 dólares) se ofrece en 156 dls en su versión de 20 pulgadas, y en 30 dls en la de 8″.
Además en la página se pueden encontrar figuras que no existieron originalmente y sólo están basadas en sus ilustraciones, tal como la serie de “Kurfs” o Pitufos rediseñados por Kaws.
EL DECLIVE
El 14 de enero de este año, Original Fake, la marca que KAWS creó junto a Medicom Toy , difundió a través de sus redes sociales una imagen en la que se veía una tumba con las características “equis”, la fecha de su creación y la que sería su inevitable final: el 2013.
Días más tarde, el artista confirmó que mayo del 2013 sería el mes que la empresa y él eligieron para cerrar la compañía y la tienda ubicada en Tokio, sin dar mayor razones más que esa, KAWS agradeció a quienes colaboraron con ellos a lo largo de sus siete años de existencia, y dejó a la imaginación las “verdaderas” razones por las que un negocio tan exitoso cerraba sus puertas.
La marca fue uno de los pilares de la cultura del art toy, que permitió a los seguidores de KAWS conseguir algunos de sus diseños a un precio más accesible, aunque aún así elevado.
En julio del año pasado, la compañía creadora de juguetes de “soft vinyl”, Amos cerró sus puertas tras 10 años de funcionamiento. Al igual, Toy2R, una de las empresas pioneras nacida en Hong Kong y creadora del muñeco “Qee” clausuró por completo su división estadounidense hace algunas semanas.
También a inicios de este año, KidRobot, la productora y distribuidora más importante de artículos de colección, cerró su tienda en Londres sin dar motivos, sólo aclararon que no era por cuestiones internas de la empresa.
El cierre paulatino de estas importantes empresas hace cuestionar si los altos precios y falta de innovación (en algunos casos) están terminando con toda esta cultura nacida a finales de los 90.
DEL GRAFFITI A LOS MUSEOS Y LAS ESCULTURAS MONUMENTALES
A la par de ser el gran vendedor de sus diseños, Kaws ha buscado forjar su carrera como artista de exhibiciones desde que en 2008 la Galería Gering & Lopez en Nueva York albergó su primer muestra en solitario, en aquellos tiempos, Julie Bills, la directora del museo dijo que él “colapsa la distinción entre el arte alto y bajo, haciéndolo accesible en las calles y en las tiendas de ropa, así como en las galerías y museos”.
Aparte de sus pinturas, en las exposiciones e instalaciones públicas de KAWS se pueden ver esculturas a gran escala que, como mencionábamos al inicio, siempre estuvieron en sus sus planes cuando le resultaba más accesible construir un art toy de 8 pulgadas que una pieza de 10 pies de altura.
Sus piezas se han presentado en la Galerie Perrotin en Francia, el High Museum of Art en Atlanta, la Kaikai Kiki Gallery de Tokyo, la Pennsylvania Academy of the Fine Arts y algunas plazas públicas de Hong Kong y Nueva York.
Además de que varias de sus obras forman parte de la colección de más de 3 mil juguetes de diseñador del turco Selim Varol, cuya expo “Art & Toys” ha llenado importantes espacios artísticos en Europa.
Durante una de las exposiciones de Varol en Berlín, el curador optó por colocar tres Companions en féretros, a lado de los modelos diseccionados. ¿Fue eso un pronóstico de lo que se venía para Original Fake?
En México hemos podido observar sus muñecos en la exposición Concreto 3, llevada a cabo a finales del 2010 y curada por Ricardo Campa.
Actualmente KAWS llevó su gusto por la enormidad hasta la More Gallery de Suiza con el “Massive Wooden Companion”, una escultura hecha en madera que va de piso a techo y viste ropa parecida a la de Pinocho, además que tiene una larga nariz que nos recuerda al personaje. La muestra “GISWIL”exhibirá dos piezas del artista hasta el 26 de agosto.
KAWS es el ejemplo de la evolución en el arte, pasó del grafitti a la venta millonaria de juguetes y ropa, pasando por exhibiciones en las que la perspectiva de su trabajo cambió para la gente.
Criticado por lucrar y por falta de creatividad, KAWS nos recuerda de nuevo al mayor exponente del pop art, Andy Warhol, que decía: “Being good in business is the most fascinating kind of art. Making money is art and working is art and good business is the best art”.
