Empiezo con una frase sugerente: como transitamos una y otra vez por caminos ya cruzados, en México el mayor síntoma de actualidad es apelar a lo clásico.

Es un hecho que eso ocurre porque existen conflictos que nuestra “vida moderna” reproduce permanentemente. Así, las oposiciones y contradicciones se reeditan de continuo: prestamos el ropaje de nuevas formas para el buen vestir de viejas fórmulas. Por eso muchas veces caemos en hoyos negros argumentativos y discusiones circulares.

Por efecto, nuestras opiniones se muestran como un catálogo de prejuicios que se aferran con las uñas a una zona de confort. Es por eso que la corriente de las pasiones públicas conduce al campo de las etiquetas contrapuestas, los imaginarios consabidos y los lugares comunes. Como ahora el tema es la CNTE y el paro estudiantil, reconstruyo un diálogo de cultura pop entre distintas voces que tienen algo que decir, ayer y hoy, para revelar así la permanencia involuntaria de nuestro colectivo en ciertas actitudes y conflictos.

Homero Simpson dice:

Mientras los maestros permanecen en la Ciudad de México, se escucha el agudo grito de señora de “periodistas” como Alazraki:

Pero no está solo Alazraki: junto con viejos comunicadores como Gómez Leyva, Hiriart y Lopez-Dóriga llaman a la represión y muestran una actitud ultraconservadora que se ve bien representada aquí:

Con un ambiente crispado, se manifiesta la necesidad de toma de posiciones… y se hacen escuchar las personalidades patológicamente neutrales…

Por el otro lado, a pesar de la justicia de la causa, la intolerancia se presentó en algunos lugares…

Pero el problema es de fondo: la educación, el caciquismo, la explotación y la resistencia es un tema transexenal en México:

Y una vez que han sido montados operativos para disuadir por la fuerza a los profesores disidentes, viene la represión y la violación de Derechos Humanos. Pero cuando se quiere denunciar, la Policía en el DF actúa así…

La repetición interminable de los mismos papeles, idénticas sinrazones y equivalentes tragicomedias es producto de una neurosis colectiva que recrea una realidad que ya ha dado interminables vueltas sobre sí misma. Ojalá que podamos suscitar en la resolución de éste conflicto, ya de menos, propuestas que sirvan para la liberación de los roles que siempre nos obligamos a representar. Tal vez eso empiece apostando por nuevos medios y otras formas de hacer política…

@CesarAlanRuiz