Jóvenes estudiantes de la ENAT una bodega en un escenario para “El Paraíso”

24/07/2014 - 9:31 pm

México, 24 Jul. (Notimex).- Crear un proyecto seductor y con rigor escénico, que hilvane una historia que mueva a la reflexión al tiempo que transforma una inhóspita bodega, la número 6 de la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT), en un escenario con todas las de la ley, fue el reto cumplido de un grupo de jóvenes estudiantes al montar “El Paraíso”.

Previo al inicio de la temporada de esa pieza teatral, su director, el maestro David Olguín, informó esta tarde que 12 alumnos de esa escuela terminaron su formación académica y como colofón, presentan esta propuesta escénica que retoma las ideas de “Decamerón”, de Giovanni Boccaccio (1313-1375), que toca diversos matices de la conducta humana.

“Ahora, la peste de la obra original, que tiene lugar en la Florencia del siglo XVII, es representada como la implacable violencia e inseguridad que se vive en gran parte del mundo”, señaló el director de la obra que será presentada en ese mismo foro del 26 de julio al 6 de septiembre, para adolescentes y adultos, y cuya entrada será gratuita.

Para ilustrar lo dicho, el director corrió con sus 12 alumnos un fragmento de la pieza, los últimos 15 minutos, donde se desenlaza la trama de suyo atractiva.

“Trabajar con jóvenes representa una labor mayor que hacerlo con profesionales, sin embargo, los muchachos son más nobles, muchas veces más dedicados y entusiastas”, subrayó luego Olguín.

Uno de los retos, dijo el dramaturgo al término de la función, es que en “El Paraíso” desfilan 60 personajes sobre el escenario, lo que significa una dinámica muy compleja si se considera que sólo son 12 los actores, alumnos quienes con este montaje presentan su examen profesional para las licenciaturas en Actuación y Escenografía de la ENAT.

El dramaturgo mexicano y catedrático de la ENAT dirige esta puesta en escena que sitúa al público en un surrealista centro vacacional llamado “El Decameron Cocos Resort”, en el que lo extraño, desconcertante, e incluso imposible, parece transcurrir con normalidad. Al llegar a este viejo sitio de descanso las protagonistas persiguen objetivos distintos:

Una de ellas busca una salida para regresar a casa, o tal vez sobrevivir, mientras que la otra solo aspira a encontrar un sitio donde pueda esconderse y olvidar la inseguridad y desamparo que la cercan, y a partir de esas introducciones, ambas corren sendas que las llevan a vivir y experimentar lo que nunca imaginaron… o tal vez si lo imaginaron.

Francisco Medina, César Ortiz, Darinka Olmaguirre, Daniela Soto Vel, Fabrizio Grajeda, Zamira Franco, Juan Pablo Mazorra, Diego Garza Marín, Ludwig Berlinea, Alvaro Sandoval Cazares, María Rosher y Paty Hernández conforman el elenco de 12 actores que dan vida a los personajes que plantea la historia escrita por el propio David Olguín.

Por su parte, los escenógrafos Alan España (diseño de escenografía), Rodrigo Muñoz (vestuario) y Aldo Alemán (iluminación) tienen el cometido de transformar la Bodega 6 de la ENAT para situar al espectador en el lugar donde transcurre toda la acción, cuya sonorización está a cargo del diseñador invitado para la ocasión, Rodrigo Espinosa.

En “El Decamerón” que compiló Giovanni Boccaccio, un puñado de jóvenes cuenta historias mientras se refugian en una villa en la que intentan huir de una catástrofe que aqueja a la ciudad italiana de Florencia: la peste bubónica; para Olguín, existen semejanzas entre el tiempo en fue escrita la obra literaria del autor italiano y el presente.

“Hoy, en este país, con fosas por doquier y desaparecidos que requieren del ejercicio de la memoria ante nuestra enorme indiferencia, la peste tocó a nuestra puerta.

“Hace un año iniciamos esta aventura con un tema de por medio, Boccaccio y el jardín ameno como detonadores, y la utilización de nuestra propia peste como contrapunto”, concluyó Olguín.

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