La obra del argentino Daniel Veronese, una comedia ácida que narra con crueldad, ironía y humor la historia de tres seres inútiles y huecos, estrena temporada en el Teatro La Capilla, el próximo 7 de agosto
Ciudad de México, 24 de julio (SinEmbargo).- Conmueve en la escena teatral mexicana la cantidad de jóvenes actores que apuestan por el escenario y que desarrollan su carrera alrededor del trabajo esencial que plantea un oficio difícil y lleno de desafíos.
Dice el dicho tantas veces enunciado que no hay mal que por bien no venga y en ese sentido el derrumbe de la televisión ha impulsado a los nuevos actores a plantearse retos más allá de la banalizada y muchas veces discriminadora pantalla chica, sin que ello implique por supuesto rechazar papeles en series o telenovelas.
Es el caso de la joven actriz Gabriela Zas, colombiana radicado en México, quien participa en la puesta La última cena, con últimas funciones en el Foro Shakespeare y dirección de Enrique Aguilar para la Compañía LabTeatro.
En esta satírica historia cinco liberales jóvenes, estudiantes de posgrado, conocerán en una cena de domingo a Sam, personaje que les cambiará la vida, haciéndolos darse cuenta que tomar una postura en la que se está dispuesto a morir, no tiene nada de heroico, lo especial está en adoptar, con fe ciega, una postura por la cual uno está dispuesto a matar.
Así, convencidos de que Sam tenía razón, estos cinco chicos iniciarán una cruzada de limpieza de la humanidad, desde el comedor de su casa.
La actriz, que también ha participado en la serie Yago, de Televisa, llegó a México hace dos años, un tiempo en que ha tenido oportunidad de participar en proyectos interesantes como la obra ¿Estás ahí?, de Javier Daulte, durante tres temporadas.
Luego vendrían Luisa, del argentino Daniel Veronese, y la mencionada La última cena, que concluye el 30 de julio, con dramaturgia de Mario Rendón.
LÍQUIDO TÁCTIL
El nuevo proyecto de Zas es la obra de Veronese El líquido táctil, con dirección de Boris Schoemann, “una comedia ácida de una pareja compuesta por un hombre exitoso y poderoso que se casó con una famosa actriz que dejó los escenarios por él. La visita del cuñado evidenciará las tensiones aparentes y ocultas de esta supuesta vida de ensueño. Las frustraciones y perversiones de cada uno brotarán a la luz”, cuenta Gabriela.
El espectáculo narra con crueldad, ironía y humor, la historia de tres seres inútiles, huecos; tres personajes típicos de la clase dominante, cuya decadencia les impide tener sentido crítico sobre su vida, signados por un discurso hipócrita y sin sentido. Revalorizando los grandes temas de Chejov, la obra propone un mundo despojado de afecto, formal, basado en rituales que, por repetitivos, son afectados, vacíos, circulares.
La pieza se estrena el 7 de agosto en La Capilla, con un elenco encabezado por Zas, acompañada por Jorge Chávez Caballero y Daniel Bretón.
“No soy muy de metas a mediano y largo plazo, simplemente me gusta disfrutar el camino, quizá por eso soy actriz, porque me da la posibilidad de hacer cosas distintas cada vez y de maravillarme con algo nuevo todo el tiempo”, comenta Zas, quien asegura que lo que más le apasiona de la actuación es poder prestar su piel a los personajes que interpreta, darles vida y gozar o sufrir con ellos.
Acerca de su reciente participación en Teatro en Corto –una experiencia de teatro íntimo que ya va por la temporada 11-, la actriz dice que “es una experiencia increíble la de actuar de forma tan cercana al público, te deja un gran aprendizaje y sin duda la repetiría”.
“Creo que lo importante es seguir sumando proyectos, aprendiendo con cada uno y disfrutando cada proceso; me hace muy feliz mi trabajo, descubrir nuevos personajes y transitar innumerables historias”, agrega Zas.
