Messi y Guardiola, un reencuentro futbolístico y sentimental

25/04/2015 - 12:17 pm

Por Noelia Román

Barcelona, 25 abr (dpa) – A caballo entre el temor y el anhelo, el regreso de Josep Guardiola al Camp Nou el 6 de mayo supondrá un choque de emociones de difícil gestión y consecuencias imprevisibles.

¿Cómo reaccionará el argentino Lionel Messi cuando en el banco rival contemple la figura del técnico que lo condujo a la cima del futbol mundial? ¿Cómo lo harán los españoles Xavi Hernández y Andrés Iniesta, cuyo futbol se universalizó a las órdenes del hombre que ahora conduce al Bayern de Múnich?

El próximo enfrentamiento entre el Barcelona y el Bayern en una de las semifinales de la Liga de Campeones no es sólo un duelo entre dos titanes del futbol europeo. Es, además, un choque tremendamente sentimental.

“Todo el mundo entiende lo especial que es para mí, para Thiago y para mi equipo. Barcelona era nuestra vida”, señaló el viernes Guardiola tras conocer la suerte que le había deparado el último sorteo de la máxima competición europea.

“Será un partido especial, la primera vez que me enfrente con Guardiola, él con su Barça y mis jugadores con él”, dijo casi al mismo tiempo Luis Enrique, el hombre que ahora ocupa en el Barcelona el lugar que sublimó el técnico español del Bayern.

La vida azulgrana de Guardiola fueron once años como futbolista, una buena parte de ellos en el “Dream Team” creado por el holandés Johan Cruyff. Luego, 14 títulos en cuatro temporadas como entrenador del considerado mejor Barcelona de la historia y uno de los mejores equipos de futbol de todos los tiempos.

Durante esas cuatro campañas, Guardiola y Messi formaron un binomio casi invencible. El entrenador catalán maximizó el rendimiento del entonces ya muy prometedor futbolista argentino al moverlo desde su habitual posición en la banda derecha a la de falso 9 y hacer que el equipo gravitara en torno a él.

Bajo la batuta de Guardiola, Messi se convirtió en el mejor futbolista del mundo, el Barcelona acumuló títulos como nunca antes en su historia -dos Ligas de Campeones y tres Ligas españolas, entre ellos- y popularizó un estilo de juego de posesión y control que despertó la admiración y el reconocimiento mundiales.

“Estoy aquí porque una vez estuve en Barcelona”, asumió el viernes Guardiola, el primero en saber que su paso por el banco azulgrana supuso su catapulta internacional.

Nada, sin embargo, habría sido igual sin la presencia de Messi, el futbolista que hace un mes le hizo llevarse de nuevo las manos a la cabeza y casi levantarse de su asiento de socio en el Camp Nou al sorprenderle con una jugada ante el Manchester City en los octavos de final de la Liga de Campeones.

“Ver a Messi es un lujo”, afirmó entonces Guardiola, cuya relación con el astro argentino se enfrió en su última etapa como entrenador azulgrana.

“Intentaremos hacer el mejor sistema para controlar a Leo”, anunció el viernes el técnico del Bayern.

Probablemente, nadie conoce mejor al crack argentino que Guardiola, “el mejor entrenador del mundo”, según Luis Enrique, técnico rival y amigo a la vez.

“Enfrente tendremos a un equipo que aspira a lo mismo que nosotros y tiene al mejor entrenador”, apuntó el entrenador azulgrana al evaluar las semifinales contra el Bayern.

“Pep ha conquistado infinidad de títulos, me gusta cómo lo ha hecho, con un futbol al ataque, se ha adaptado a otros países con un idioma muy complicado y ha sabido comunicar lo que quería y, además, es amigo mío y yo siempre pienso que mis amigos son los mejores”, argumentó Luis Enrique, defensor de Guardiola como el número uno mundial, pese a que la constante comparación con la propuesta de juego de su colega catalán le haya supuesto ríos de críticas.

El técnico azulgrana adora el juego directo, exprime las jugadas a balón parado y concede menos protagonismo al mediocampo y a la posesión del balón, justo lo contrario que Guardiola, que hizo de ella la mejor y más reconocida arma de su Barcelona.

Confiado en sus posibilidades de alcanzar una nueva final europea -sería la cuarta en la última década-, el club azulgrana recibirá al técnico del Bayern el próximo 6 de mayo “como se merece”, según adelantó hoy uno de sus vicepresidentes sin dar detalles.

La acogida y respuesta de Messi, siempre reservado, están por ver. Pero Guardiola, Luis Enrique y el propio astro argentino saben que la clave principal del duelo se esconde precisamente ahí.

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