Los gatos no son las criaturas frías y hostiles que nos hacen creer

27/10/2014 - 12:00 am
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A pesar de la mala fama que tienen los gatos, el investigador y experto en el tema John Bradshaw afirma que se trata únicamente de entenderlos y dejar de esperar que se comporten como otras mascotas. Foto: Shutterstock.

Ciudad de México, 27 de octubre (SinEmbargo).–Para quienes odian a los gatos, de todo se puede escuchar en contra de la especie felina, que si transmiten enfermedades, que si no sienten afección por sus dueños, que conspiran en contra de los humanos. Lo cierto es que los gatos tampoco son las criaturas frías y descorazonadas que muchos creen.

Y es que la referencia de mascota para los humanos sigue siendo la de los perros y sus comportamientos, pero los gatos son muy diferentes a estos animales en muchos sentidos, así que si lo que buscan en una mascota es un animal que tenga comportamientos de perros, los gatos tampoco son los indicados.

Los gatos suelen mostrarse desinteresados cuando sus dueños se van por unas horas y también tienen la misma actitud cuando regresan. A diferencia de los perros que se ven más afectados cuando sus dueños salen y los dejan en casa y se muestran emocionados a su retorno.

Los gatos muestran este desinterés, pero lo que realmente están relevando es su forma de ser y no que no sean afectivos, según explicó el investigador de felinos John Bradshaw, Director del Instituto de Antrozoología de la Universidad de Bristol, a la revista Popular Science.

Los perros por otra parte se volvieron casi “obsesivamente” dependientes de los humanos, explica el experto, por lo que en situaciones desconocidas para ellos, buscan a sus dueños como guías y fuentes de estabilidad como si fueran niños pequeños. Los gatos, por otra parte “prefieren enfrentar las cosas por sí mismos”.

No porque el gato no corra al lado de su dueño en situaciones desconocidas, no significa que tenga un corazón insensible.

Los gatos sí quieren: En estudios anteriores se difundió información sobre las diferentes acciones de los gatos, que supuestamente eran afectivas, pero en realidad se trataba de esparcir su olor y marcar su territorio, como cuando se pegan a la pierna de su dueño. Sin embargo, esa teoría es incierta.

Pero eso de restregarse a las personas o los objetos, por más que pudiera verse territorial, en realidad se trata de una interacción social que hacen los gatos con otros gatos o personas.

Además estas acciones suelen ir acompañados de su cola levantada, lo cual indica en general una buena intención por parte de estos animales, ya que en realidad nunca se ha llegado a comprobar que este comportamiento se deba a marcar territorios.

Un estudio reveló que en efecto algunos gatos se sienten estresados cuando son acariciados en exceso, pero el problema es que muchas personas continúan tratando a los gatos como si fueran perros. Según el Doctor Bradshaw, los gatos tienen sus propias exigencias, pero son a su modo.

John Bradshaw ha descubierto en sus investigaciones que los gatos podrían pensar que los humanos o sus dueños son gatos más grandes, por la forma de su comportamiento con los humanos que se asemeja mucho a sus interacciones con otros gatos.

Durante su estudio de los gatos por décadas, también notó que los gatos muestran afección por otros semejantes cuando levantan la cola y se restriegan contra ellos, reposan en contacto y el aseo mutuo. Si los gatos tienen cualquiera de estos comportamientos con los humanos o sus dueños, significa que son de su agrado.

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