Pasivo laboral, deuda, impuestos, años de mala gestión y precios bajos del petróleo tienen a Pemex en una cuerda floja. Sin embargo, el Gobierno federal se empeña en seguir golpeando a la Empresa Productiva del Estado reduciendo su presupuesto y conduciéndola a la ruina, alertaron especialistas.

Ciudad de México, 29 de noviembre (SinEmbargo).– Petróleos Mexicanos (Pemex) está en números rojos. Diversos especialistas sostienen que la empresa productiva del Estado tiene una crisis técnica y que de no mejorar la administración de sus finanzas su producción seguirá en caída libre. La petrolera además de tener que sobrevivir a los bajos precios del petróleo y hacer frente a los pasivos, debe enfrentar un supuesto acto corrupción que involucra a su director Emilio Lozoya Austin.

La semana pasada se difundió un audio en el que supuestamente se escuchaba que Lozoya Austin participó como intermediario de la compañía española Obrascón Huarte Lain (OHL) para adquirir una licitación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). La grabación fue desmentida por las compañías mexicanas involucradas, pero las acusaciones contra el director de Pemex por conflicto de interés se mantuvieron.

Días antes del escándalo, la empresa calificadora de riesgos Moody’s bajó la calificación de la petrolera de Baa1, que registró en agosto pasado, hasta A3 por la baja generación de activos y por la crisis de los precios del crudo a nivel global.

Al respecto, Nymia Almeida, analista líder de Pemex en Modys, explicó que el déficit que hoy enfrenta la compañía se debe a la deuda que sostiene y a las grandes cantidades que paga por concepto de impuestos.

“Los calificadores crediticios de Pemex se deteriorarán aún más en el corto a mediano plazo debido ya que los precios del petróleo continúan deprimidos, la producción continúa cayendo, los impuestos permanecen altos, y las necesidades de inversión de la compañía son financiadas con deuda”, advirtió la experta de la calificadora internacional.

Asimismo, ante la sobre oferta internacional de crudo, la petrolera debe mantener un precio competitivo. De acuerdo a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la cobertura para el próximo año quedó en 49 dólares; es decir, 27.4 dólares menos del valor que se fijó para este año, que fue  de 76.4, cuando el barril llegó a cotizarse en los 100 dólares a principios de 2015.

Por lo anterior, Moody’s advirtió que las finanzas estatales podrían verse presionadas “si la debilidad del precio del petróleo se prolonga más allá de 2015”.

Ante dicho panorama, los expertos en el mercado de hidrocarburos aseguran que Pemex requiere de mayor apoyo del Estado porque es la que más aporta mas de la mitad del Producto Interno Bruto (PIB); sin embargo la duda sobre las próximas acciones para rescatar a la empresa quedan en el aire porque ni Lozoya Austin, ni el Gobierno mexicano han dado explicaciones de cómo rescatar a la compañía.

“La respuesta más fácil sería que la quieren llevar a la quiebra para que se privatice, sería la leyenda negra y la respuesta más fácil, pero sería un acto suicida por parte del Gobierno federal [..] Cómo para sacrificar la fuente mayor de ingresos fiscales para el país. El gran temor es que el plan sea no tener plan”, comentó al respecto Miriam Grunstein, investigadora de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UALN).

LOS NÚMEROS ROJOS

De acuerdo con cifras de Petróleos Mexicanos, el pasivo total que tiene la compañía es de 3 billones 240 mil millones de pesos. Según los balances generales de la empresa, este adeudo aumentó 11.8 por ciento de enero a septiembre de este año, lo que significó en términos reales 344 mil 600 millones de pesos.

Asimismo, enfrenta una deuda contratada con intermediarios bursátiles y bancarios de un billón 485 mil millones de pesos, además de haber colocado una deuda en los mercados internacionales por un monto de 600 millones de francos suizos (9 mil 672 millones de pesos) a pagar en cinco años.

“La mitad de la deuda que tiene Pemex es por pasivos laborales, es decir, se trata del 1.5 billones de pesos, de éstos, el 42 por ciento corresponde a trabajadores en activo, el 48 a trabajadores jubilados y el 10 por ciento a quienes se podrían jubilar pero siguen trabajando”, explicó Francisco Ibarra Palafox, secretario académico del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Sin embargo, sus activos apenas son de 2 billones 140 mil millones de pesos, lo que para Ibarra Palafox significa “una quiebra técnica”.

“Los números son contundentes. Es urgente replantear el sistema de pago de el impuesto y derechos de Pemex al Estado. Si queremos tener una empresa productiva competente, no podemos seguir en las condiciones actuales. Los números son contundentes”, agregó el secretario académico de la UNAM.

Pero eso no es todo. En el reporte financiero al cierre del tercer trimestre de este año, Petróleos Mexicanos registró una pérdida neta de 167 mil millones de pesos, o sea,  el 187 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado, mientras que las pérdida acumulada es de 352 mil 810 millones de pesos de enero a septiembre de 2015.

Respecto a la producción de barriles diarios, informó que en octubre de este año cayó 1.12 por ciento, lo que equivale a 27 mil barriles por día en comparación con el mes anterior, al registrar un descenso de 2 millones 390 mil barriles por día (mbd), en tanto, la producción anual bajó 3.2 por ciento, es decir 81 miles de barriles diarios, respecto al mismo periodo del año anterior.

El mes pasado también informó que la producción de combustibles automotores disminuyó 12.7 por ciento de enero a agosto, respecto al mismo periodo del 2014, es decir, el volumen promedio registrado fue de 389.6 mil barriles diarios.

En ese sentido, José Pablo Reinkenbach Lizárraga, director general de AINDA Consultores, dijo que “lamentablemente hoy, sólo cuatro empresas pueden proveer en México servicios de perforación, el resto son empresas fragmentadas y estamos hablando de presupuestos por arriba de 6 mil millones de dólares al año porque no tenemos integradas las cadenas productivas”.

De acuerdo con la calificadora internacional, de no realizar modificaciones de la planeación de sus finanzas, la producción podría descender hasta un 6 por ciento a finales del 2016.

En octubre pasado, la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés) reveló que el país gobernado por Barack Obama se había convertido en el exportador neto de petróleo y México en su principal comprador.

De acuerdo con la publicación, a finales de 2008 el país compró 9.5 millones de barriles de derivados del petróleo a EU y cinco años más tarde la cifra llegó a 22.4 millones de barriles.

En ese contexto, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) informó que las exportaciones petroleras habían caído 41.5 por ciento en un año.

SIN APOYO DEL ESTADO

En julio del año pasado, Petróleos Mexicanos, junto con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), fueron declaradas por mandato oficial como empresas productivas del Estado con la intención de que ambas empresas y el gobierno adquirieran mayor independencia económica; sin embargo para algunos analistas, este camino es largo y Pemex requiere todavía de su apoyo para sostener sus nivel de utilidad.

De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2016, la SHCP decidió un gasto programable de 478 mil 282 millones de pesos para la petrolera, lo que representa el 11.5 por ciento menos de lo que destinó para el ejercicio de 2015, cuyo monto fue de 540 mil 580 millones de pesos, es decir, Hacienda retiró un monto total de 62 mil millones de pesos.

De acuerdo con los especialistas de Moody’s,  debe haber un soporte del Estado mexicano para la petrolera ya que ésta “forma gran parte del PIB mexicano […] y si le va mal a Pemex, le va mal al gobierno”, opinó Nymia Almeida.

“Actualmente el gobierno espera que la Reforma Energética aumente el 1 por ciento de la tasa de crecimiento para 2018 y dos puntos para 2025. Considerando que es deseable tasas de crecimiento entre 6 y 7 por ciento, se concluye que la Reforma será útil, mas no suficiente para que nuestra economía genere mayor riqueza”, agregó por su parte Gerardo Bazán Navarrate, ex coordinador del Centro de Información del Programa Universitario de Energía de la UNAM.

Por su parte, la experta en temas energéticos Miriam Grunstein recordó que el propio Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, también miembro del Consejo de Administración de Pemex, anunció el jueves pasado que no habría más apoyo para Pemex en 2016 y comentó que “en gran parte es esa dualidad esquizofrénica de tener a funcionarios del Gobierno federal lidereando una entidad que debería ser económicamente independiente”.

RECOMENDACIONES

Ante la crisis que hoy enfrenta la empresa productiva, analistas económicos y académicos han hecho una serie de recomendaciones para que Pemex realice una reestructuración completa y “salga a flote”, ya que “es difícil que suba [la calificación]en un periodo corto, lo que sí puede suceder es que se estabilice”, explicó la analista de la calificadora internacional.

La calificadora recomendó a Pemex disminuir su deuda, su pasivo laboral, utilizar alternativas de fondeo y explicó que la entrada de la Fibra E es una buena “oportunidad”, para levantar a la empresa.

“La empresa tiene potencian y reservas robustas, una producción asegurada por 10 años”, dijo Almeida.

Por otro lado, la empresa de investigación Energía IFC International en coordinación con Investigadores y científicos del Centro Mario Molina y el Environ mental Defense Fund (EDF) presentó una serie de recomendaciones para que Pemex reduzca las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) con lo que podrían reducirse costos importantes.

De acuerdo con el estudio de EDF la reducción del 54 por ciento en la emisiones Costa afuera y Costa adentro es posible con las tecnologías existentes. Esta reducción del 54 por ciento de todo el metano proveniente de la industria del petróleo y gas es igual a 6.6 millones de toneladas métricas de CO2e (12.2 MMMpc de metano) y se puede alcanzar con las tecnologías y técnicas existentes.

Esta reducción implica un costo neto de 0.43 pesos/Mpc (miles de pies cúbicos) reducidos (0.03 dólares/Mpc reducidos) o por menos de 0.01 pesos/Mpc de gas producido a nivel nacional, considerando los ahorros que se acumulan directamente en las compañías que implementen las medidas de reducción de metano.

Asimismo, investigadores y académicos opinaron que desde las universidades se pueden realizar propuestas para reducir los gastos que genera la industria petrolera.

Al respecto, Bazán Navarrete concluyó que “el Gobierno debe defender a la industria mexicana de prácticas deplorables de todo tipo. Desde la academia, creo que se trata de dar una visión objetiva para dar seguimiento y evaluar los avances y resultados de la Reforma Energética y la sugerencia es que se tomen en cuenta las propuestas de todos nosotros [los académicos] para que el país crezca. Tenemos manos mano de obra, gente muy capaz en el país y podemos hacer las cosas”.