
Donald Trump quiere hacer un gran negocio con el dinero público de Estados Unidos y Europa, específicamente con las empresas productoras de armamento. Su objetivo estratégico no es disminuir el déficit fiscal ni la interdependencia comercial, sino vender armas para enriquecer a sus amigos y aliados. La idea es aprovechar la amenaza de guerra para incrementar la producción de armas y venderlas al exterior, sin dejar en desventaja a los Estados Unidos. Directo y al punto.





