Mario Campa

Diez tesis revisadas tras 6 meses de guerra comercial

“México y Canadá ganan oxígeno con la postergación de aranceles”.

Mario Campa

06/08/2025 - 12:05 am

Febrero: “México y Canadá ganan oxígeno con la postergación de aranceles”. Hace 6 meses, escribía aquí en SinEmbargo que, ante la primera embestida de Trump, los negociadores compraron tiempo. Les favorecía que las deportaciones ocasionarían temor y un descenso en los flujos migratorios, tendencia después confirmada. En la política antinarcóticos era complejo presumir cifras por el rezago de los datos, pero ya hay avances notables que juegan a favor de México. Con datos a febrero del 2025, las muertes en los últimos 12 meses por sobredosis de opioides en Estados Unidos fueron 50 mil 900 frente a 78 mil 197 en febrero del 2024 (CDC), desplome de 34.9 por ciento que Trump sabrá apreciar. La ventana de 90 días recién anunciada es positiva para el comercio, pero la incertidumbre persiste y acechan las elecciones intermedias en Estados Unidos y el mecanismo de revisión del T-MEC. Entretanto, Asia ya paga más aranceles efectivos adicionales que México y Canadá, de momento ganadores relativos en una guerra comercial que reducirá el pastel del intercambio.

Febrero: “Donald Trump mostró debilidades que volverá a ventilar”. Hace 6 meses, Trump obsequiaba señales de flaqueza. La caída de los mercados bursátiles, la debilidad del empleo y el cabildeo corporativo postergaron unos meses la entrada en vigor de los aranceles recíprocos a medio mundo. Ganó popularidad el acrónimo TACO, traducido al español como “Trump Siempre Se Acobarda”. Sin embargo, aunque Trump compactó el techo tarifario para algunos socios, mantiene su plan de cerrar déficits comerciales y fiscales. Las costuras de Trump persisten —Lula desnudó algunas—, pero gana la testarudez.

Febrero: “Reducir el tráfico de fentanilo no es el fin último de Trump”. Hacia dentro, el presidente justifica los aranceles por una debatible necesidad de cerrar los déficits comerciales y fiscales. Hacia afuera, pretexta desde el trasiego de opioides en Canadá hasta una supuesta persecución política a Bolsonaro en Brasil o la importación de petróleo ruso en India. Es claro que no todas las amenazas son mero aire, como China puede constatar y como muestra la triplicación de la recaudación aduanal estadounidenses en los meses de junio y julio. Hoy día parece más evidente que hace 6 meses que la obsesión de Trump es bajar la tasa tributaria corporativa. El presupuesto “Grande y Hermoso” mostró las cartas. Tras la venia legislativa, el vacío de recaudación será colmado por aranceles que pagará, sobre todo, el consumidor estadounidense: de facto, una reforma fiscal regresiva.

Febrero: “Trump subestima el déficit comercial con Vietnam y otras economías asiáticas”. El déficit de Estados Unidos con Vietnam pasó de USD 38 mil millones en 2017 a más de USD 124 mil millones en 2024. Como efecto indeseado de la guerra comercial a China, Trump potenció las exportaciones de economías satélite. Ciertamente, el 1 de agosto entró en vigor una tarifa del 20 por ciento a Vietnam, aunque Trump redujo su amenaza inicial de 46 por ciento. Si bien la Casa Blanca otorga mayor atención que hace 6 meses a los déficits con Corea, Japón o Taiwán, también exportadores de manufactura, la brecha arancelaria con Europa y otras regiones no es tan grande como para desestabilizar las cadenas de suministro asiáticas, que mantendrán cuota de mercado.

Febrero: “La relación de Canadá con Estados Unidos sale dañada”. La alianza “envidia del mundo” está fracturada, como hace 6 meses se intuía. Hoy día, el nacionalismo canadiense sigue galvanizado. Para muestra, los viajeros a destinos como Las Vegas han colapsado. La desconfianza entre vecinos subió con la guerra comercial y persisten amenazas. La última de ellas: Trump impuso un 35 por ciento de arancel a bienes importados de Canadá fuera del T-MEC tras el inminente reconocimiento de Palestina. Y no hay visos de mejora.

Febrero: “Trudeau y Sheinbaum elevan su capital político al interior”. Hace 6 meses, escribía que remar contra el nacionalismo suele ser una apuesta perdida de antemano. En abril, Mark Carney fue electo en Canadá a pesar de cargar cierto rechazo al oficialismo de Trudeau, diluido por la guerra comercial. Trump, de forma inadvertida, afectó al amplio favorito Pierre Poilievre. En México, Claudia Sheinbaum conserva una aprobación del 80 por ciento, según Enkoll, aunque la relación con Estados Unidos no es el atributo mejor valorado. Por su parte, opositores como Eduardo Verástegui y Ricardo Salinas Pliego, conferencistas del CPAC, siembran actos antipatriotas y cosechan tomatazos.

Febrero: “México y Canadá ganaron una batalla, pero no la guerra”. Hace 6 meses decía que mientras persistan los déficits comerciales y fiscales de Estados Unidos, el neomercantilismo al mando buscará víctimas donde olfatee debilidad. Hoy día es evidente que México y Canadá tienen pocas cartas por jugar y que ambas economías siguen expuestas al proceso de revisión del T-MEC y a la incertidumbre alimentada por Trump. La vulnerabilidad sigue intacta.

Febrero: “El modelo de orientación de exportaciones da señales de agotamiento”. Es claro como el día que México está expuesto a los cambios de humor del presidente estadunidense en turno. La presidenta Sheinbaum arrancó el Plan México, aunque la implementación avanza condicionada por las elevadas tasas de interés y un primer año de retos fiscales y comerciales. Ciertamente, el mercado interno se robustece con un mayor ingreso disponible de los hogares, como muestra la ENIGH 2024. Hay progreso innegable hacia una economía más balanceada, pero como decía Keynes: en el largo plazo todos estamos muertos.

Febrero: “México debe diversificar”. De 6 meses para acá, los avances son exiguos. Se mantienen conversaciones con Brasil para profundizar el intercambio. Inversiones chinas como la de BYD fueron descartadas. Ingresar a los BRICS parece impensable por las presiones estadounidenses. La región actúa descoordinada, como mostraron las crisis pasajeras en Colombia y Brasil provocadas por Trump. Por añadidura, México camina hacia una mayor dependencia con Estados Unidos si no ajusta el mapa de navegación tras el paso de la tormenta T.

Febrero: “La política exterior de Trump genera repudio, pero también aplauso”. Es indudable que es temporada de ultras y que el consenso liberal de la posguerra está en horas bajas. Pero también es cierto que el escándalo de Epstein en Estados Unidos y el de $LIBRA en Argentina, además del distanciamiento entre Elon Musk y Donald Trump, vaticinan más errores y resistencia combativa por venir. El repudio moviliza y articula alianzas inesperadas, como mostró #NoKings. Contener al matón de la cuadra en las intermedias del 2026 es factible. Hoy día soy más optimista que ayer.

Mario Campa

Mario Campa

Mario A. Campa Molina es economista político e industrial, graduado del MPA de la Universidad de Columbia (2013-2015). Colabora como columnista y panelista en diversos medios y es editor contribuyente en español de la revista de ideas Phenomenal World, del Jain Family Institute (NY). Tiene experiencia laboral en el sector financiero, energético, público y académico.

Lo dice el reportero