
En estos días enfrentamos en morena una discusión que pareciera ser banal, ¿dónde deben disfrutar sus vacaciones los funcionarios de alto nivel o los dirigentes políticos?
Una primera respuesta suele ser ; " donde puedan pagar la con sus recursos propios"
Pero la defensa de Claudia respecto a los principios de la medianía republicana y de la humildad en el ejercicio del poder, han abierto una polémica interesante.
La primera pregunta que viene de aquellos que aspiramos a cambiar el régimen de privilegios del prian es:¿tienen derecho a vacaciones los funcionarios que fueron elegidos para gobernar por un periodo de tres o seis años?
¿ un funcionario público puede alejarse del territorio nacional mientras descansa de las presiones intensas del trabajo gubernamental?
La primera generación sobreviviente, aquellos que participamos en los grandes movimientos sociales de el 68, y todo 1970s. tuvimos muy poca experiencia en el ejercicio del poder gubernamental y y los que desempeñamos algunos puestos públicos no pensábamos en 0vacaciones, era una palabra fuera de nuestro léxico. Enfrentábamos una gran responsabilidad demostrar al pueblo de México que podíamos gobernar eficazmente, con integridad y sin corrupción. Así que ¿dónde descansar? era algo que no formaba parte de nuestra preocupación.
La siguiente generación de los políticos de izquierda ya tuvieron mayor experiencia en el gobierno y ya pudieron pensar y efectivamente disfrutar de periodos de descanso vacacional sobre todo si el poder se ejerce en esa enorme y hermosa ciudad de México.
Ahí se quebraron algunas nueces y no fue por problema de vacacionistas fue por problemas de corrupción, cayeron en la trampa del dinero fácil el secreto y l,a manipulación de las cuentas del gobierno que les tocaba administrar y algunos de ellos fueron debidamente expulsados de El gran movimiento por la transformación de México y por sacar del poder al PRI y Pan, otros Lamentablemente se quedaron y siguen trabajando en los gobiernos actuales, sin embargo un cambio tan profundo como al que aspiramos el largo y las luchas internas por los principios de la mediana republicana y del gobierno sin riqueza personal es larga y difícil.
La tercera generación de políticos de izquierda acuerpados en el PRD a partir del año 2000 cuando López Obrador deja la dirección del partido para dirigir la Ciudad de México, y prepararse para la campaña del 20 06, en el partido se da una mutación de los dirigentes contrario al un excelente ejercicio del poder y administración de la Ciudad de México, el pragmatismo la política tribal los controles grupales y manipulación interna con un estado de lucha sin reglas y sin control llevan a la dirección a un grupo de activistas que se habían descompuesto en el proceso de la lucha y se corrompe una muy buena parte de las estructuras partidarias, por eso el PRD apenas logró llegar hasta las elecciones 2012 López Obrador sale del PRD, funda morena rodeado de un grupo pequeño de políticos de izquierda honorables y se inicia la gran empresa de construir un nuevo partido y que estuviera listo para 2018.
Los más jóvenes de la primera generación de activistas por la transformación ya pasábamos de 60 años y la segunda generación ya había cruzado los 50, de tal suerte que morena se fortaleció con miles y miles de activistas y simpatizantes que no tenían experiencia política ni de gobierno y que a lo único que se comprometieron fue a votar un cambio de régimen y los activistas que se incorporaron a las tareas de dirección del nuevo movimiento, no venían de una experiencia de lucha social de pelea callejera debe enfrentar y sufrir las consecuencias de un gobierno, represor directamente, aunque fueron testigos actos inhumanos racistas y hasta criminales contra grupos vulnerables, pero no sufrieron la persecución y represión que enfrentamos las primeras dos generaciones de este gran movimiento que ahora se identifica como cuarta transformación.
Con todo este largo contexto podemos entender la lógica de Claudia Sheinbaum, cuando se ejercen responsabilidades gubernamentales los que están a cargo no pueden alejarse del territorio nacional y su conducta no puede ser correspondiente con sus capacidades de gasto sino que debemos rescatar las máximas de la vida del viejo sabio uruguayo " A mucha gente le gusta mucho el dinero, no deberían meterse en política".E l ejemplo a seguir para los funcionarios de Morena es José Mujica y no López Portillo.





