¿Por qué Andrés Manuel López Obrador, ahora que va a la alza, no se concede comportarse de una manera distinta justamente para convencer a los indecisos que bien votarían por él por otras razones –su ánimo de justicia social, su honestidad, su claridad, su oposición a los oligarcas– pero temen que vaya a romper con el orden institucional que bien que mal nos ha costado muchísimo trabajo?
Por Ricardo Raphael




