Aunado al bajo nivel de contribuciones, a la pérdida del poder adquisitivo y al reducido porcentaje de la población que gana más de tres salarios mínimos, el descenso del número de trabajadores por cada pensionado y el de incorporación de gente en edad de trabajar a la estadística de la población económicamente activa son otros focos de atención para la OCDE.
Por Mayra Martínez Medina
Ciudad de México, 22 de febrero (SinEmbaro/EconomíaHoy).– Los salarios en México son insuficientes o muy bajos para sostener su sistema de pensiones, alerta la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
“Lo preocupante es que llegue el día en que se tenga que retirar una cantidad importante de recursos en una sola exhibición en lugar de invertirlos”, platicó Pablo Antolin, economista en temas de pensiones de la OCDE.
Antolin detalló que existen varios factores que ponen en riesgo el sistema de pensiones mexicano, uno de ellos es la baja contribución del 3.3 por ciento. México está por debajo del 6.5 por ciento promedio de contribuciones respecto a los países de la OCDE.
De realizarse este porcentaje de contribución a las cuentas de los trabajadores, una personas con un “salario medio” en la etapa de su retiro recibirá una pensión equivalente al 26 por ciento de sus ingresos durante su etapa laboral.
En línea con el estudio sobre el sistema de pensiones de la OCDE, Antolin expuso que el incremento de las aportaciones al sistema de pensiones depende del salario de cada trabajador.
En el marco de la discusión para unificar el salario mínimo en todo el país, autoridades del Distrito Federal argumentaron que el ingreso mínimo debería ubicarse en 121 pesos y no en 73.04 pesos como quedó establecido para este año.
Durante el periodo de negociación para la homologación del salario mínimo el jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera expuso que entre 1976 y 2014 los salarios se han reducido 71 por ciento a nivel nacional.
Las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) desglosan que 24 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) percibe dos salarios mínimo: el 14 por ciento un salario mínimo y un tercio de esta población recibe más de tres.
“No se trata de que el trabajador se quede sin dinero en el bolsillo por aumentar sus contribuciones”, dijo Antolin.
El Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) mencionó en uno de sus censos que entre 2008 y 2014 aumentó el número de personas que gana un salario mínimo: de 25.3 millones de personas pasó a 29.6 millones. En cambio el número de personas que percibe más de tres salarios mínimos bajó 5.2% al pasar de 3.8 millones a 3.6 millones.
INCORPORACIÓN AL MERCADO LABORAL
Aunado al bajo nivel de contribuciones, a la pérdida del poder adquisitivo y al reducido porcentaje de la población que gana más de tres salarios, el descenso del número de trabajadores por cada pensionado y el de incorporación de gente en edad de trabajar a la estadística de la población económicamente activa son otros focos de atención para la OCDE.
Entre la década de 1990 y el 2000, el 52.6% de la población de 12 años de edad y más se incorporaba a una actividad económica formal. En la década siguiente, de 2000 a 2010, este porcentaje bajó a 47.7%
Hasta 2013 por cada jubilado había 8 trabajadores. De acuerdo con un estudio de la OCDE, para 2030 este número bajará a 5 trabajadores por cada persona que llegue a su etapa de retiro.
El organismo que dirige José Ángel Gurría señaló que México también debe trabajar en hacer equitativa la contribución entre los distintos esquemas que existen en México.
Entre ellos está el sistema de Beneficios Definido, el cual incluía múltiples beneficios como el régimen de los trabajadores de algún estado o de Pemex -hasta antes del cambio a su régimen de pensiones en noviembre de 2015-.
O bien, el de las cuentas definidas, es decir, las cuentas individuales administradas por las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore).
El economista en temas de pensiones recomendó poner a disposición de los trabajadores diferentes estrategias de ahorro e inversión.
En el caso concreto del sistema de pensiones, la volatilidad es menos preocupante que las tasas de retorno, tanto del sistema público y como del privado.
“Cuanto menor es el nivel de retorno menor pensión tiene un trabajador”. De este modo una alternativa es que la persona trabaje por más tiempo para aumentar sus contribuciones.
En resumen, Antolini destacó tres aspectos a mejorar en el sistema de pensiones: mejorar la transición entre el régimen anterior y el actual, es decir, entre el sistema de beneficios definidos o de contribuciones definidas; incrementar las cotizaciones y mejorar el sistema de protección social para la vejez.
