Elecciones aburridísimas

11/05/2015 - 12:03 am

A falta de cuatro semanas para que los mexicanos asistamos a emitir nuestro voto, las campañas destacan por –además de lo aburridas y carentes de cualquier interés— la estabilidad de las preferencias electorales. Es decir, a estas alturas parece que la población ya tiene muy claro por quien va a votar, en caso de que vaya a hacerlo.

Según la encuesta que cada mes levanta Parametría, no se ha movido prácticamente nada el voto de los electores.

Desde al menos noviembre del año pasado el PRI encabeza claramente las preferencias, al moverse en una estrecha horquilla que va del 30 al 33 por ciento. Según el levantamiento más reciente –realizado entre el 18 y el 22 de abril—, este partido cuenta con un apoyo electoral del 32 por ciento.

En segundo lugar está el PAN, que también se ha movido en un margen muy estrecho, al contar entre un 24 y un 28 por ciento de preferencias en los últimos meses. El problema para los panistas es que ese 24 por ciento de apoyo lo consiguen precisamente en la encuesta más reciente.

Por otro lado, el apoyo perredista apenas fluctúa, ya que este partido obtiene entre un 12 y 13 por ciento de los votos; seguidos muy de cerca por el Partido Verde y Morena (ambos en un rango entre un 8 y 11 por ciento). La diferencia entre estos dos últimos, es que mientras parece que el verde alcanzó su máximo en febrero (11%) y a partir de ahí va en declive (8% en abril), Morena se consolida en torno a un 10-11 por ciento en las encuestas más recientes.

En resumen, las preferencias electores apenas han variado algún punto porcentual en los últimos seis meses. Ello podría explicarse por varias razones.

En primer lugar, por la falta de propuestas destacadas por parte de los partidos y la falta de imaginación de nuestra clase política. Es decir, el aburrimiento de las campañas que mencionamos al principio.

Segundo, y estrechamente relacionado con lo anterior, la falta de interés de buena parte del electorado (en parte también por ser unas elecciones intermedias), que se traduce en que vayan a votar, de forma abrumadora, solo los votantes convencidos de cada partido: lo que se conoce como voto duro.

El resultado es el que vimos: unas preferencias muy estables, dentro de un clima general de desinterés; aunque lo que se encuentra en juego no es poca cosa: 500 diputados federales, 9 gubernaturas, 661 diputaciones locales y más de mil alcaldías (incluidas las 16 delegaciones políticas del DF).

Mejor convenzámonos de la importancia de ir a votar. De lo contrario, quienes decidirán por nosotros va a ser la clientela y el voto duro de los partidos. ¡Con todo lo que ella implica!

Twitter: @jose_carbonell

http://josecarbonell.wordpress.com

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