La lengua en la que se hablan los cuerpos de los amantes viene de donde menos se espera. Y todo lo traduce a sus figuras, letras, silencios.
Por Alberto Ruy-Sánchez.
La lengua en la que se hablan los cuerpos de los amantes viene de donde menos se espera. Y todo lo traduce a sus figuras, letras, silencios.
Por Alberto Ruy-Sánchez.