Jorge Alberto Gudiño Hernández

Mentiras peligrosas

"Si uno a veces le cree a los rumores malintencionados de su vecina… entonces habrá algunos que le crean al Presidente: 'ni modo que él mienta'. Y, aunque sea un pequeño porcentaje, hará daño. Un daño peligroso y sinsentido. Tal como sus mentiras".

Jorge Alberto Gudiño Hernández

28/09/2025 - 12:01 am

Donald Trump, Presidente de Estados Unidos, dijo esta semana que el Tylenol causa autismo. Foto: Xinhua

Todos hemos sido testigos, víctimas o culpables de rumores. Nuestra credulidad suele aferrarse al extraño mecanismo que impide a nuestro ego reconocerse equivocado. Navegamos, pues, con certezas de varios tipos, convencidos de su veracidad porque, al menos, “así ha sido desde que se recuerda” o, más aún, porque “quien me lo dijo está bien informado”. Insisto, creemos por conveniencia. Muchas de las veces, sin pasar por el tamiz del pensamiento crítico aquello que va formando parte de nuestra ideología.

Durante la pandemia y el confinamiento parecía haber una lucha por ver quién se ganaba el favor de nuestras convicciones. Nos vacunamos masivamente, pero algunos alzaban la ceja a la hora de escuchar el argumento de los negacionistas del Covid o de los antivacunas. ¿Y si tenían razón? ¿Si todo era un invento de las grandes corporaciones? ¿Si las farmacéuticas estaban inyectando algo que, a la larga, nos causaría más daño que beneficios? Al margen de ciertas ridiculeces (como la implantación de chips 5G por medio de las jeringas, lo cierto es que dudar no estaba mal. El problema es que, hoy en día, se siguen desdoblando algunas de esas voces. Más aún, lo grave es que, por culpa de ciertos discursos hubo mucha gente que no se vacunó. Algunos murieron, pero la mayoría no. Y en su salud descansa ahora parte del argumento: “¿ya ven que yo tenía razón?”.

No es espacio para debatir sobre interpretaciones estadísticas, correlación y falsos positivos o falsos negativos. Lo cierto es que, por culpa de esas voces exaltadas, de esas narrativas falsas, murieron más personas de las que debían. Hoy en día eso sigue sucediendo: han vuelto los contagios por sarampión, se sospecha de la reaparición de enfermedades antes controladas. De nuevo, por culpa de historias, cuando menos, falsas, faltaría ver si también malintencionadas.

Esta semana, en uno de sus disparates habituales, Trump acusó al Tylenol de provocar autismo. Al mencionar la marca es importante también señalar a los componentes: paracetamol o acetaminofén, dependiendo el país (las dos sustancias son la misma). Es probable que este medicamento sea el más socorrido a la hora de paliar dolores leves o moderados. También se usa como antipirético, para controlar fiebres no demasiado altas. Yo le di gotitas de Tempra a mis hijos cuando la dentición o en su primera fiebre. De ahí pa’l real: si hay dolor o tienen calentura, paracetamol. Por fortuna, no hemos pasado de esos sustos, por lo que no han requerido medicamentos más fuertes.

El paracetamol es barato, accesible y, en la inmensa mayoría de los casos, muy seguro.

Entonces, ¿por qué Trump lo asoció con una condición con la que no tiene nada que ver?, ¿por qué le quiere quitar a las madres gestantes la posibilidad de reducir sus dolores o malestares en caso de que los tengan? Ni idea. He escuchado planteamientos que van desde ciertos intereses comerciales en el ibuprofeno hasta cierta animadversión con laboratorios que fabrican paracetamol. Ninguno de éstos está comprobado.

Pero el mal está hecho. Si uno a veces le cree a los rumores malintencionados de su vecina, si uno no siempre filtra a través de la criba del pensamiento crítico lo que le dicen, si uno termina convenciéndose de que sus razones son válidas sólo por serlo… entonces habrá algunos que le crean al Presidente: “ni modo que él mienta”. Y, aunque sea un pequeño porcentaje, hará daño. Un daño peligroso y sinsentido. Tal como sus mentiras.

Jorge Alberto Gudiño Hernández

Jorge Alberto Gudiño Hernández

Jorge Alberto Gudiño Hernández es escritor. Recientemente ha publicado la serie policiaca del excomandante Zuzunaga: “Tus dos muertos”, “Siete son tus razones” y “La velocidad de tu sombra”. Estas novelas se suman a “Los trenes nunca van hacia el este”, “Con amor, tu hija”, “Instrucciones para mudar un pueblo” y “Justo después del miedo”.

Lo dice el reportero