Ernesto Hernández Norzagaray

Grecia Quiroz, compañera de Carlos Manzo

"A Grecia le esperan días difíciles. Que pondrán a prueba su entereza. Su voluntad de cumplir una obra en pendiente y escabrosa. Nada fácil, pero, no imposible. Las muestras de apoyo de su pueblo y las repercusiones que tuvo el crimen en el mundo le otorgan un blindaje, que su marido no tuvo, y que en algo ha de servir".

Ernesto Hernández Norzagaray

22/11/2025 - 12:01 am

Grecia
Grecia Quiroz, Alcaldesa de Uruapan. Foto: Cuartoscuro

Desde mi espacio vital, silencioso, nocturno, escuché cada palabra que Grecia expresaba en la entrevista concedida en vivo a Carlos Loret y con su voz suave, segura, di forma a imágenes de un acto de lealtad amorosa por su marido sacrificado en la resignificada Plaza de los Mártires de Uruapan. 

Donde, recordemos con pesar, la noche del 1 de noviembre, se llevaba a cabo el tradicional Festival de las Velas y en el que dominaban la luz de cientos, miles de velas encendidas que iluminaban la escena de un asesinato en un día inusual en que todos recordamos a nuestros muertos. 

Carlos Manzo, se suma como un demócrata sacrificado a los cinco republicanos que defendieron Uruapan y fueron asesinados por las fuerzas del Imperio francés de Napoleón III el 21 de octubre de 1865. En esos entretelones de la historia nacional imagino a Grecia sosteniendo en sus brazos a su hijo somnoliento que minutos antes cargaba su padre. 

Y donde él mostraba orgulloso a lo alto un monigote o, simplemente, premonitoriamente el infinito nocturno. Al lado, silenciosa, estaba ella. ¿Qué pensaba ella en ese momento? Acaso, ¿en que era noche y los niños ya deberían estar en cama? ¿en los muertos de su familia? ¿en qué su marido corría peligro entre la muchedumbre o estaba sacudida por el olor de las velas? 

Cualquier pregunta se disipó cuando escuchó las siete detonaciones y lo vio inerte sobre el pasto mientras un hombre buscaba desesperadamente reanimarlo presionando una y otra vez el tórax. Nada útil había que hacer. Ya había fallecido y el sombrero estaba como un despojo sin dueño. Una silueta de claroscuros con volúmenes y relieves claros, mientras, la gente, corría espantada entre gritos de angustia e incertidumbre. 

Quizá, nadie lo ha dicho, pero, seguramente, entre toda esa gente que huía ella permanecía estoica, atónita, en la incipiente negación e inmóvil con el niño dormido entre sus brazos. 

Una imagen que es reflejo de amor y fracaso del proyecto político redentor de Morena. Al que ella y Carlos votaron en 2018. Y lo ratificaron en 2021. Y ahora, él estaba ahí inerte, mientras los acontecimientos se escalaban con sospechas de los anillos de seguridad y el sacrificio inexplicable del homicida adolescente que estaba sometido y que podría haber rendido cuentas sobre la autoría intelectual (al escribir, leo que García Harfuch, anuncia que fue detenido el “autor intelectual” del crimen y veo el rostro de otro joven que sería el jefe de una célula del CJNG y habría coordinado la operación criminal. El Diputado Bautista Tafolla, lo cuestiona y quiere que se investigue a los tres morenistas que fueron enemigos políticos de Manzo antes de cerrar el expediente). 

Las narrativas de control de daños del Gobierno federal inmediatamente se pusieron en marcha para anular la del Alcalde Manzo, quien, había invitado a la Presidenta Sheinbaum a Uruapan y había solicitado apoyo para combatir al grupo criminal que habita en los cerros que circundan el Municipio de Uruapan sin obtener respuesta. La respuesta la dieron los matones del Cártel con una ráfaga de balas cumpliendo la máxima de plata o plomo. 

Y, en contrapartida había que cumplir aquello de que en política no hay vacíos. Siendo, así, y en medio de la confusión, todos volvieron a ver a la pequeña Grecia para ocupar el cargo quien sacó fuerza de su dolor, amor, compromiso para continuar la obra de su compañero de afanes, luchas, en tanto, algunos, de sus cercanos probablemente le sugirieron que pensara en sus hijos. Que estaban pequeños. Que la necesitaban. Que fuera otro del Movimiento del Sombrero el que asumiera el cargo.

Esa mujer de rostro apacible y hablar pausado que hasta entonces había tenido un bajo perfil, dedicada al cuidado de sus hijos pequeños, para que su marido se dedicara con todo a la función pública, tomó la decisión de relevar a Carlos Manzo en el cargo de Alcalde de Uruapan y en su ideario compartido heredar a sus hijos un mejor Uruapan. Un mejor Michoacán. Un mejor México. 

Después de los santos óleos y la despedida masiva de los uruapenses a su Alcalde, ella viajó subrepticiamente a Palacio Nacional para entrevistarse con la Presidenta Sheinbaum, quien compasivamente le manifestó pesar por no haber ido a Uruapan como se lo pidió Manzo y volvió con sus compañeros del Movimiento del Sombrero para ir al Congreso del Estado a tomar protesta como Alcaldesa sustituta. 

Seguramente, todavía, preguntándose en su foro interno si había tomado una buena decisión entre proteger a sus hijos y relevar a su marido en el cargo municipal. No fue fácil esa decisión y lo único cierto es que ya es Alcaldesa de Uruapan. Tiene una alta responsabilidad con sus hijos y con su pueblo. 

Hay, una amenaza del Cártel y ella Grecia, no se quiebra, se crece y dice con firmeza que continuara la obra de su marido. Recuerda, además, los nombres de los políticos morenistas: el Senador, Raúl Morón; el exgobernador y hoy Diputado federal Leonel Godoy e Ignacio Campos, exalcalde de Uruapan quienes fueron señalados por el propio Carlos Manzo “por si acaso me llegará a suceder”. Y sucedió. 

A Grecia le esperan días difíciles. Que pondrán a prueba su entereza. Su voluntad de cumplir una obra en pendiente y escabrosa. Nada fácil, pero, no imposible. Las muestras de apoyo de su pueblo y las repercusiones que tuvo el crimen en el mundo le otorgan un blindaje, que su marido no tuvo, y que en algo ha de servir. Aunque sabemos que en política todos los blindajes son relativos. Y más en un país donde el crimen organizado es un poder alterno. 

Uno de ellos, Michoacán o Sinaloa, Tamaulipas, Guanajuato, Guerrero… De ese tamaño es la debilidad del poder presidencial. Que todos los días se mueve en el lodo pantanoso de la triada AMLO-Trump-Cárteles.

Que la buenaventura y el pueblo michoacano guíe a la valiente y amorosa Grecia Quiroz.

Al tiempo.

Ernesto Hernández Norzagaray

Ernesto Hernández Norzagaray

Doctor en Ciencia Política y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid. Profesor-Investigador de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel I. Expresidente del Consejo Directivo de la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales A. C., exmiembro del Consejo Directivo de la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política. Colaborador de Latinoamérica 21, Más Poder Local, 15Diario de Monterrey, además, de otros medios impresos y digitales. Ha recibido premios de periodismo, y autor de múltiples artículos y varios libros sobre temas político-electorales, históricos y culturales. Su último libro: Narcoterrorismo, populismo y democracia (Eliva).

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