Ciudad de México, 6 de mayo (SinEmbargo).– Todos tenemos cosas que nos gustaría olvidar, desde ser víctima de un crimen, una mala relación o incluso algo insignificante en apariencia como un vergonzoso tropezón en la calle. Pero, ¿que ocurriría si se pudieran borrar los malos recuerdos o, si no, por lo menos disminuir su efecto en nuestras vidas?
Es así que, en los últimos 10 o 15 años, los investigadores han comprendido mejor la manera en la que se forman los recuerdos humanos y ahora también pueden ser alterados. Así lo explica en su blog el neurocientífico R. Douglas Fields, quien afirma que cuando se recupera un recuerdo específico, este es vulnerable de ser alterado o incluso extinguirse durante un cierto período de tiempo, publicó el sitio web Medicalxpress.
De igual manera, en los últimos resultados de investigaciones sobre la estructura de la memoria que se han dado a conocer, la doctora Susannah Tye, profesora asistente en los departamentos de psiquiatría y psicología de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, dice que los malos recuerdos afectan a las personas en dos niveles: tanto mental como físicamente.
Por su parte, Jason Chan, profesor asistente de Psicología en la Universidad Estatal de Iowa es más preciso al respecto. "No recordamos todo, solo fragmentos", dijo. "Tomamos estas piezas (cuando tenemos un recuerdo) y reconstruimos una historia que tenga sentido para nosotros. Pero podría ser incorrecta", agregó.
Chan sugirió como ejemplo una conversación en la que se habla de un oso panda. Así, un par de días después el especialista le pregunta a la persona con la que sostuvo la plática sobre el animal y este responde que el objeto del dialogo fue un panda. Después de esto, el neurocientífico asegura que en realidad hablaban de un oso grizzly y, un par de días más tarde, vuelve a repetir la pregunta inicial. En este caso el grizzly fue actualizado en la memoria, por lo que va a ser más difícil recordar que el oso, de hecho, era un panda.
De esta manera, los experimentos realizados por Chan encontraron que si un recuerdo se reactiva al ser evocado (un proceso llamado reconsolidación) se convierte en susceptible de ser cambiado, de acuerdo con el estudio realizado por su equipo, el cual apareció publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.
"Encontramos que puedes hacer que a las personas les sea más difícil acordarse de un evento si lo rememoran y, después de eso, les das información que es diferente a la del recuerdo original", dijo Chan. "(Lo) hace más difícil)".
Sin embargo, también existen otros métodos de alteración de recuerdos. En este caso, ciertos fármacos e inhibidores de la proteína han demostrado hacer maleables los recuerdos. Otra alternativa son las descargas eléctricas en el cerebro, las cuales también pueden borrar ciertos recuerdos. Así mismo, investigadores de Instituto Tecnológico de Massachusetts descubrieron un gen que puede ayudar a minar la memoria.
No obstante, si este es el fin, existen métodos más accesibles para los interesados, e incluso el alcohol puede ahorrar tiempo y dinero, además de que están de sobra comprobados sus efectos anuladores de memoria.
