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Redacción/SinEmbargo

08/04/2019 - 6:13 am

SCMN / La poderosa Gordillo / Contrareforma

La resiente ampliación en la cantidad de ministros para la Suprema Corte ha recibido señalamientos de ser una maniobra del Presidente López Obrador para incluir a funcionarios afines a su gobierno y controlar a este órgano

SCMN
La resiente ampliación en la cantidad de ministros para la Suprema Corte ha recibido señalamientos de ser una maniobra del Presidente López Obrador para incluir a funcionarios afines a su gobierno y controlar a este órgano. Por lo que en el Reforma, la politóloga y catedrática, Denise Dresser, escribe que: “una de las habilidades políticas más notorias de AMLO consiste en resignificar y renombrar eventos. Darles un significado distinto al que verdaderamente tienen para arrancar aplausos y atajar críticas, desactivar granadas y convertirlas en guirnaldas. Así la militarización se vuelve la pacificación. El desabasto de gasolina se convierte en una cruzada contra el huachicol […]. Señalar decisiones des-democratizadoras o regresivas del nuevo gobierno equivale a ser fifí o defensor del statu quo. Y proponer la ampliación de la Suprema Corte de 11 a 16 ministros -en la narrativa oficial- forma parte de ‘la lucha contra la corrupción’. Cuando hay que exhibirla como lo que es: una táctica política diseñada para que el Presidente pueda nombrar a cinco ministros más y con ello controlar a la Corte. Una moción para manipular el tamaño del Tribunal Supremo con objetivos partidistas. Un intento por erigir a la Suprema Corte Morenista de la Nación, la SCMN […]. El argumento de ampliar a la Corte para crear una tercera Sala Anticorrupción es tramposo […]. Si el Presidente quiere barrer las escaleras de arriba a abajo hay mejores escobas a su disposición. Pero el objetivo aquí parece ser otro. Dominar al Poder Judicial o amedrentarlo […]. Y quizás AMLO se vea a sí mismo como el Roosevelt mexicano que necesita barrer a los conservadores de su camino para promulgar una agenda progresista. Ojalá fuera así. Ojalá viéramos un conjunto de leyes y propuestas como las del Nuevo Trato que buscaban fortalecer al Estado y no solo al Presidente, regular al capitalismo oligárquico y no sólo cambiarle de nombre, construir instituciones sólidas abocadas al bienestar social y no nada más desmantelar las existentes, mejorar el intervencionismo estatal, y no reducirlo a la entrega de dinero […]. Porque si prospera la iniciativa presentada en el Senado ninguna ley o política instrumentada por el Ejecutivo podría ser declarada inconstitucional. Toda decisión del Máximo Tribunal dependería de 7 votos por parte de ministros propuestos por el Presidente, y si 7 coinciden con él, jamás se alcanzaría la mayoría de 11 necesaria para determinar que una ley viola la Constitución. La mayoría morenista en el Congreso podría aprobar iniciativas violatorias de derechos fundamentales, y la mayoría morenista en la Suprema Corte se encargaría de avalarlas. Tendríamos una corte más displicente pero menos democrática, con más amigos del Presidente pero con menos legitimidad. Y una Corte anti-democrática no sería evidencia de la lucha contra la corrupción. Sería evidencia del agandalle”.

Sobre el aumento de ministros en el Excélsior, el analista y catedrático, Leo Zuckermann, escribe que: “los senadores de Morena quieren reformar la Constitución para tener una Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) subordinada a los intereses e ideología del Presidente. Es parte del proyecto político del gobierno actual de centralizar el poder en el Ejecutivo Federal. Por más que lo adornen con otros supuestos objetivos loables, la realidad es que el lopezobradorismo quiere una Corte a su medida. Estará en manos de la minoría opositora en el Senado la decisión de entregársela o no […]. La Corte actualmente tiene 11 ministros. Algunos casos se deciden en su Pleno. Otros, de materia especializada, se resuelven en dos salas separadas de cinco ministros cada una. El Presidente de la SCJN no participa en ninguna de éstas. La idea es crear una tercera sala con cinco nuevos ministros. En lugar de los 11 integrantes actuales de la Corte, tendríamos 16. De los 11 de hoy, AMLO ya nombró a dos […] y podrá designar a otro más en 2021, cuando se retire Fernando Franco. Con la propuesta de Morena, el Presidente podría nominar a otros cinco, es decir, que, para 2021, ocho de los 16 ministros los habría puesto AMLO. Según Monreal, la tercera sala de la SCJN reemplazaría las salas especializadas del Tribunal Federal de Justicia Administrativa contempladas en el Sistema Nacional Anticorrupción que, por cierto, siguen sin operar debido a que no se han nombrado a los magistrados correspondientes. El senador morenista argumenta que este esquema es mejor y más barato. Puede ser. Pero, entre que son peras o manzanas, si esta reforma se aprueba, para mediados del sexenio, AMLO habría nombrado a la mitad de los ministros de la Corte. Estamos, pues, frente a una estrategia muy conocida que se conoce como ‘court packing’ en Estados Unidos. No sé cómo traducirlo al español, pero significa incrementar el número de ministros para que el Poder Judicial sea más afín al Presidente […]. En manos de la minoría opositora del Senado estará el intento de debilitar la independencia de nuestra SCJN. Espero que así lo entiendan y la rechacen. También preocupa, sin embargo, que la sola amenaza de esta iniciativa pueda hacer cambiar los votos de algunos ministros a favor de las posturas del gobierno de AMLO, como ocurrió en EU. Si es así, la sola amenaza habría sido una victoria del lopezobradorismo de controlar la SCJN. Una mala noticia para los que creemos en la división de poderes como condición sine qua non de la democracia liberal”.

La poderosa Gordillo
Luego de un periodo lejos del ojo público, la exlideresa magisterial Elba Esther Gordillo reapareció en un evento público, que mucho aseguran podría ser sólo el augurio de su regreso. por ello en el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “más de uno se pregunta a quién se refería Elba Esther Gordillo, ayer en Cholula, cuando habló de su gallo para dirigir al SNTE, pero no quiso decir su nombre. La respuesta es Moisés Jiménez Sánchez. Se trata de un ex priista, quien fue dirigente del SNTE en Hidalgo y que coordinó el área de Estructura y Redes Políticas Sociales de Morena. Al parecer la maestra ya le cedió el gis y el borrador para reconstruir su imperio sindical”.

En el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “Elba Esther Gordillo Morales ocupó la presidencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) durante 23 años, del 24 de abril de 1989, hasta el 26 de febrero de 2013, cuando cayó presa, acusada de desfalco a los maestros. Ayer volvió a la escena pública en el estado de Puebla, en donde, al grito de ‘¡presidenta, presidenta!’, la recibieron durante un encuentro nacional con jóvenes, en Cholula. Tras calificar al actual SNTE de mediocre, se dijo lista para resurgir. ‘No queremos pleito con ningún gobierno, pero, ¿de qué lado estamos?; esas son las definiciones’, precisó. Quienes la creyeron debilitada se equivocaron. Volverá. Que lo haga sin sed de venganza, este país no necesita otro factor más de polarización”.

Contrareforma
La discusión en torno a la reforma educativa continúa, por lo que en Milenio, el periodista Carlos Marín, escribe que: “en el proceso legislativo de la contrarreforma educativa la oposición corre el riesgo de que, por presiones de Morena o una motivación genuina de querer ‘rescatar’ elementos positivos del proyecto que de manera bochornosa se perfila, termine siendo la ‘tonta útil0 de esta historia: si estuviera dispuesta a votar el cambio constitucional que con redacciones ambiguas […] aparentara rescatar elementos clave de la que surgió del Pacto por México, como los concursos de ingreso y promoción, o un ente […] que sustituya al Instituto Nacional de Evaluación Educativa, lo más probable es que en las leyes secundarias, en donde la mayoría de la cuarta empeñada en complacer a la CNTE ya no necesitará ni un solo voto de los opositores, se pulverizará lo que pudiera parecer una buena enmienda a la Constitución. De hecho, esto ya viene ocurriendo con el dictamen aprobado por las comisiones de Educación y Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados: no únicamente aprobaron un transitorio que en las leyes secundarias pudiera interpretarse como el fin de cualquier evaluación al sujetar el ingreso, la promoción y los reconocimientos a lo establecido por el artículo 123 apartado B, sino que en el propio artículo 3º, en lugar de plantear con claridad lo referente a concursos y evaluaciones, se aceptó el concepto procesos de selección, lo cual es una vaguedad porque podría ser un concurso de oposición o una evaluación, pero también una tómbola o el regreso del pase automático de las normales, al determinarse en la ley que el proceso de selección sea la nota aprobatoria de la educación normal. En cuanto a la promoción, se puede regresar al escalafón […]. Porque el gobierno y Morena convirtieron a la Coordinadora en el único interlocutor visible de su negociación […], no deja de preocupar el hecho de que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación brille por su ausencia […]. Esta situación puede generar una gran inestabilidad al interior del gremio, ya que la preponderancia política de la panchera CNTE sobre el institucional SNTE propicia el efecto levadura, que permite la proliferación de parasitarios hongos… “.

En El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “culmina el quinto Congreso Extraordinario de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que reúne a los representantes, delegados y dirigentes seccionales de la disidencia magisterial. Al término de este encuentro, por la tarde, los profesores habrán determinado cuál será su plan de acción contra la que ya han bautizado como la “mal llamada reforma educativa de Andrés Manuel López Obrador”, la ruta de negociación con la Secretaría de Educación Pública, y la de democratización del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Básicamente los maestros decidirán hoy cuáles serán las estrategias para ampliar su influencia a nivel nacional, disputar la titularidad de la relación bilateral con el sindicato en el marco de la nueva reforma laboral que promueve el gobierno federal, así como qué acciones van a tomar para evitar la aprobación de la reforma educativa, si es que no incluye sus posicionamientos en los términos planteados, y cuál será la fecha límite para que el gobierno federal escuche sus demandas. Vaya agenda la que se espera para el día de hoy”.

El doble rostro del campo mexicano
El impulso al campo mexicano fue una de las promesas de campaña de Andrés Manuel López Obrador, mismo que continúa presentando un rezago, por lo que en Milenio, el periodista, novelista e historiador Héctor Aguilar Camín, escribe que: “estuve en Los Mochis el fin de semana, una de las ciudades que crecen a partir de una agricultura moderna que poco o nada tiene que ver con lo que significa la palabra campo en el imaginario tradicional de México, y en las prioridades del nuevo gobierno. Lo que priva en las amplias cuadrículas verdes, minuciosamente cultivadas, que rodean la ciudad, son campos de agricultura moderna, de altos rendimientos. Es la agricultura comercial que ha crecido sin parar en los últimos quince años, muy por encima de la economía nacional, a veces con cifras de dos dígitos. Los cultivos tradicionales en el campo mochiteco, gran productor de maíz blanco, tienen rendimientos que en nada se equiparan a los del campo tradicional, donde las cosechas pueden ser de 2 o 3 toneladas por hectárea. En los campos maiceros de Los Mochis, y de Sinaloa en general, el rendimiento es de 13 o 15 toneladas por hectárea. Pero es aquí donde los precios de garantía que el nuevo gobierno quiere pagar por el maíz blanco no premiarán la productividad de los campos maiceros sinaloenses pues pagará esos precios, hoy superiores al precio de mercado, a productores de poco tonelaje, lo que dejará fuera del beneficio a la mayoría de los productores sinaloenses. El caso del maíz sinaloense prueba de modo fehaciente que enfrentar los problemas de la agricultura de altos rendimientos con criterios de apoyo a la agricultura de subsistencia es un camino seguro a una mala política hacia la productividad en el campo. Si la realidad del campo es dual y conviven en él la agricultura moderna productiva y la tradicional de subsistencia, quizá lo inteligente sería tener también una política pública dual: la que responda a las necesidades de la productividad y la que vele por mejorar las condiciones de subsistencia características del viejo campo mexicano. El trato igual a desiguales es una forma de desigualdad, y en el caso del campo puede obtener lo peor de los dos mundos: no aliviar las carencias del campo tradicional y quebrar la productividad del campo moderno. Subordinar uno al otro, medirlos con el mismo rasero, le hará daño a los dos”.

Desfase de verano
Este fin de semana comenzó a aplicarse el horario de verano en México, medida que en la actualidad recibe gran cantidad de críticas por su supuesta ineficacia en el ahorro de energía, que es el principal sustento para su aplicación, además se ser señalada por sus afectaciones a al salud. Ante ello en el Reforma, el analista y periodista Sergio Sarmiento, escribe que: “si se siente usted ligeramente mareado y con dificultades para dormir, no se preocupe. Exhibe usted los síntomas típicos del cambio de horario […]. Cuando Andrés Manuel López Obrador era jefe de Gobierno del Distrito Federal, trató de abolir el cambio de horario en la capital, pero la ‘mafia del poder’ lo impidió. Algunos grupos indigenistas o políticos, como la sección 22 de la CNTE, se niegan, sin embargo, a aplicarlo […]. Muchos municipios indígenas de Oaxaca y las escuelas controladas por la sección 22 no hacen el cambio con lo que generan problemas y confusiones. Quizá con la idea de que López Obrador ya como Presidente eliminaría el horario de verano, el Senador morenista Félix Salgado Macedonio de Guerrero presentó una iniciativa para derogarlo. La también morenista Jesusa Rodríguez lo apoyó y argumentó que el horario de verano ‘causa daño moral y físico moral a nuestros hijos’. El Presidente López Obrador, sin embargo, se ha negado a organizar una consulta para decidir el tema porque no lo considera ya una prioridad. En muchos lugares del mundo, sin embargo, han surgido movimientos contra el horario de verano […]. Los seres humanos siempre hemos cambiado nuestros horarios para ajustarnos a la mayor duración del día en el verano, pero de forma gradual y no con un cambio de una hora de un día para otro […]. Hoy, sin embargo, la energía se utiliza principalmente para acondicionamiento de aire, refrigeración y la operación de dispositivos electrónicos por lo que no depende de la duración del día. En México las autoridades afirman que hay un ahorro de energía eléctrica por el horario de verano, pero solo de alrededor de 0.43 por ciento del consumo. Con razón no se refleja en los recibos. Para racionalizar el uso de la electricidad sería mucho más eficaz tener tarifas mayores en horas pico, cuando la demanda obliga a la entrada a la red de plantas generadoras más viejas y caras. Pero el cambio de horario se ha vuelto un tema político. Nadie quiere considerar realmente los beneficios y problemas de la medida. La aplicación del horario de verano se decide por dogmas. Y cuando uno no ha dormido bien por el cambio de horario, es muy difícil tomar decisiones acertadas”.

 

 

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