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Greenpeace

24/07/2017 - 12:00 am

Independencia política y económica siempre

Por Gustavo Ampugnani * En una época en la que el Estado mexicano enfrenta una crisis de credibilidad por la corrupción y la coacción de derechos fundamentales, no es una sorpresa que de acuerdo con la encuesta Edelman Trust Barometer, presentada en enero de este año, la ciudadanía confíe más en las organizaciones de la […]

Greenpeace en México se financia gracias a 82 mil socios activos que mes con mes aportan dinero para los proyectos en los que trabajamos. Foto: Adrián Hernández, Cuartoscuro.

Por Gustavo Ampugnani *

En una época en la que el Estado mexicano enfrenta una crisis de credibilidad por la corrupción y la coacción de derechos fundamentales, no es una sorpresa que de acuerdo con la encuesta Edelman Trust Barometer, presentada en enero de este año, la ciudadanía confíe más en las organizaciones de la sociedad civil, las empresas y los medios que en el “gobierno democrático” -que por definición más que por sus acciones- dirige este país.

La pérdida de credibilidad impacta también al sector no gubernamental por lo que la rendición de cuentas es una responsabilidad cada vez mayor para quienes trabajamos  en favor de la transparencia, la comunicación, los derechos humanos, el medio ambiente o cualquier otro tema que permita cambiar la realidad que nos aqueja.

Sirva esta ocasión para hablar de Greenpeace, una organización ambientalista con presencia global, que inició su trabajo en México hace 24 años para alertar en torno a la crisis de calidad del aire que enfrentaba la capital del país. Muchas cosas han pasado desde entonces, la realidad ha cambiado pero lo que se mantiene inamovible son nuestros principios: independencia política y económica para realizar nuestro trabajo de manera libre.

¿Qué significa esto? Podemos ponerle nombre y apellido a quienes afectan el medio ambiente sin importar si se trata de empresas, gobiernos o partidos políticos porque no recibimos nada de ellos. Mantener esa independencia no es fácil y tiene sus retos, pero es posible gracias a más de un millón de colaboradores que en México integran esta organización desde diferentes frentes: voluntarios, activistas, donadores, a quienes les rendimos cuentas.

Greenpeace en México se financia gracias a 82 mil socios activos que mes con mes aportan dinero para los proyectos en los que trabajamos, 30 mil de ellos se unieron durante 2016, año que cerramos con una recaudación de 77 millones 808 mil pesos, de los cuales poco más de 60 millones de pesos (71 por ciento) fueron destinados a la investigación, muestreos, acciones y materiales para nuestras campañas. La gente puede checar el informe completo en:

http://www.greenpeace.org/mexico/es/Socios/A-donde-va-tu-dinero/Informe-anual-socios-2016/

Para muestra un botón. Durante 2016, junto con el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez y Amnistía Internacional conseguimos la libertad  de Ildefonso Zamora, un líder indígena defensor del gran Bosque de Agua, acusado injustamente y recluido en un penal del Estado de México por más de 9 meses, y liberado tras demostrar que las autoridades habían violado su derecho a la presunción de inocencia.

Parte del dinero recaudado el año pasado se empleó para financiar el trabajo científico de investigadores mexicanos para saber, por ejemplo, el estado de los arrecifes de coral en la zona del Caribe, cuyos resultados se darán a conocer próximamente. Además de indagar sobre la presencia de plaguicidas, provenientes de la agricultura industrial, en cenotes de la Península de Yucatán y en cuerpos de agua aledaños a campos de cultivo, donde los resultados demuestran que hay sustancias peligrosas que ya han sido prohibidas en otros países y en México se siguen utilizando.

Estos datos nos ayudaron a demostrar que el gobierno está eludiendo su responsabilidad de promover alternativas ecológicas en la producción de alimentos y que las empresas tienen un papel clave en ello, por ejemplo Bimbo, la panificadora más importante de nuestro país que puede y debe asumir su rol como un actor de cambio.

Si una empresa o gobierno está dispuesto a cambiar en favor del medio ambiente,  trabajaremos con ellos para conseguirlo, pero si en cambio prefiere privilegiar otros intereses sobre la justicia social y ambiental, nosotros lo expondremos porque lo que importa no son las palabras, sino los hechos, y nuestra prioridad es una: el beneficio del planeta y de todos quienes habitamos en él.

Con transparencia y determinación, demostramos que la credibilidad se gana con hechos y que el poder de la gente puede lograr grandes cambios pese a la injusticia, la insistencia de construir muros en lugar de puentes que nos unan, la confrontación que pone en riesgo la paz y el medio ambiente. ¡Seguimos adelante!

*Gustavo Ampugnani es director Ejecutivo de Greenpeace México, A.C.

Facebook: Greenpeace México

Twitter: @greenpeacemx

Quieres saber más de Greenpeace México ingresa a http://act.gp/2tnWy5N

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